Hay casos en que una sana catarsis llega a lo ridículo y lo banal. Hay casos que pueden ser parecidos, pero una sutil diferencia es suficiente para diferenciar una loable expresión ciudadana, y un acto de masas comportándose como masas no pensantes. Así, es muy diferente hablar de una marcha en contra de un candidato cuyo partido trae malos recuerdos (y el mismo candidato inclusive) en tiempos de elecciones, que de una mentada de madre masiva en Twitter, cuya razón (desde un perspectiva «racional») desconozco.
Muchos no votamos por Peña Nieto, y cuestionamos su figura, y cuestionamos el proceso electoral, cuestionamos su inteligencia y cuestionamos a algunos miembros de su gabinete. Era tiempo de pasar a de la protesta a la propuesta (ambas necesarias), pero crear un Trending Topic en Twitter en «homenaje» a la madre de Enrique Peña Nieto, no es algo que siquiera se le puede llamar protesta. Una protesta es un acto donde los ciudadanos se manifiestan ante alguna inconformidad concreta (salarios bajos, monopolios, crisis económicas, o el regreso del PRI como sucedió el año pasado). Mentarle masivamente la madre al Presidente Peña en las redes sociales ni siquiera es de buen gusto como catarsis. ¿Qué ganan con eso? En realidad, nada.
A veces no se entiende como funcionan las cosas. Empezando porque Peña Nieto no es el origen de todos los males, más bien sería la consecuencia de muchas cosas que suceden en el país. En resumen, si no era Peña era otro. El #YoSoy132 al menos había puesto los ojos en uno de los problemas de raiz (el monopolio en las telecomunicaciones). Pero no, cuando el IFE fijó su postura ante el caso Monex, nadie protestó, todos callaron; cuando en Veracruz, el PAN puso al descubierto una estrategia operativa para utilizar los programas sociales para ganar votos, nadie protestó, todos callaron. Me llega un lamentable mensaje de -Esto es absolutamente personal contra Peña Nieto, ni siquiera en contra de sus políticas que puedan ser cuestionables-. y eso es lo preocupante.
Y es preocupante porque hasta para el gobierno y el propio Peña Nieto, es más cómodo tener a ciudadanos que se limiten a mentar madres en las redes sociales, en vez de cuestionar sus políticas y la forma en que se gobierna. No, no importa que Peña Nieto haya mostrado opacidad al rendir cuentas, pero sí importa que no haya sabido decir qué es el IFAI. No, no importa toda la estrategia operativa en Veracruz, pero sí importa que haya mencionado a Boca del Río como capital de Veracruz. Es más, tal vez ni siquiera Peña Nieto se haya enterado de la mentada que recibió en las redes sociales.
Si queremos construir un mejor país, debemos enfocarnos en la raíz de todos los males, y proponer un cambio. Los cambios son difíciles y conllevan esfuerzo. Mentar la madre en una red social es algo demasiado fácil. No. El gobierno no va a cambiar de forma de hacer política por una «mentada masiva» recibida en Twitter. Se entiende la inconformidad que genera este personaje, pero no hay siquiera un móvil que detone un enojo colectivo, máxime que Peña Nieto lleva poco en la presidencia y no podemos hablar todavía de políticas que hayan afectado de forma directa y evidente a la población. ¿Les pregunto? ¿En qué cambió el país despues de ese hashtag?
Mientras, seguramente Peña Nieto ha de estar festejando cómodamente con su madre (si su agenda se lo permite), quien seguramente le pedirá a su hijo dejar de cometer errores y ponerse a leer para que no la estén recordando por todos lados.