La democracia mexicana tiene un serio problema con los Juegos Olímpicos, las manifestaciones terminan donde los juegos comienzan.
No ha muerto, pero empieza a dar signos de moribundez; hace dos meses eran tan fuertes que ni las técnicas disuasivas más agresivas del PRI pudieron afectar al movimiento. Ahora con el «triunfo» de Peña Nieto, el PRI para cuidar a su candidato decidió guardarlo, y solo salió para defenderse de las acusaciones (tanto las sustentadas como las que no tanto, como el presunto zoológico del voto) de López Obrador, cosa que la verdad hicieron mal. Es decir, las intenciones de disuadir a #YoSoy132 bajaron, y curiosamente en ese instante, el movimiento vino a menos. Se decía que no iban a pasar del 1 de Julio, pero al menos duraron un mes más fuertes. Es curioso que la inflexión que separa a un movimiento fuerte con presencia internacional, a un movimiento que se ve cada vez más de capa caída hayan sido las olimpiadas. Es curioso, porque ellos criticaron la influencia de los medios de comunicación monopólicos, pero los Juegos Olímpicos hicieron en parte lo que nunca pudo hacer el PRI.
¿A que se debe esto? Se podrán inventar muchas teorías de la conspiración. Pero en gran parte creo que nuestro hábito de no pensar a largo plazo muy común de los mexicanos fue una de las variables que debilitó al movimiento creado por los estudiantes. Cierto que cuando el movimiento no tenía ni un mes, los detractores les criticaron de no tener todo un programa armado, exigiendo a unos estudiantes como si su movimiento llevara varios meses. Ahora si se podría hacer este reclamo con justa razón, porque no hay propuestas concretas sobre las demandas que hacen.
#YoSoy132 se ha concentrado tanto en Peña Nieto que se han olvidado de atacar el problema de raíz que permite que una televisora pueda decidir quien será el próximo Presidente de la República. Ciertamente no se puede olvidar el cochinero que fueron las elecciones, y es prudente realizar acciones que al menos dejen en evidencia a aquellos que participaron en él. Pero también es cierto que ante el inminente fallo a favor de Enrique Peña Nieto, será muy difícil cambiar las cosas en esta cuestión, pero aún así se podrá ir construyendo ciudadanía. Yo estoy convencido de que Peña Nieto puede ser un peligro para México, pero esto también va en función del papel que juegue la oposición. Si la oposición es fuerte, se puede generar un equilibrio e incluso se pueden generar avances «a pesar de Peña Nieto», de lo contrario se les dejará hacer lo que quieran a sus anchas.
La marcha contra la imposición de Peña de este fin de semana (que no solo está compuesto por el movimiento #YoSoy132) solo tuvo 5000 asistentes, cuando antes se hablaban de entre 40,000 y 100,000 personas en el Distrito Federal; esto se le puede atribuir al cansancio. Pero lo que me llamó mucho la atención, es que este movimiento no tuvo ningún posicionamiento ante el conflicto de MVS que atañe directamente a la democratización de los medios; no termino de entender la displicencia ante la decisión de retirarle la concesión de los 2.5 Ghz que muy posiblemente le serán entregados a Televisa. Esto porque esta decisión podría concentrar más el poder del duopolio, y porque a todas luces, esto es un favor de Felipe Calderón a Peña Nieto, con lo cual este último podrá tener más control sobre las telecomunicaciones (y viceversa, sabiendo que Peña Nieto llegó allá gracias a ellas). #YoSoy132 ¿Dónde están?
Si habría que tomar un punto de inflexión fueron, como dije, los Juegos Olímpicos. Hasta el día de la inauguración, el movimiento que decidió hacer un cerco fuera de Televisa, se veía fuerte. Pasaron las dos semanas de las olimpiadas y todo cambió. Y creo que parte también viene porque ya era tiempo de ver propuestas. Más que hacer un contrainforme del gobierno de Calderón, debieron aprovechar el tiempo para realizar propuestas dado que en septiembre entrará la nueva legislatura al congreso. Y la coyuntura haría que fuera más fácil incidir. Un PRI totalmente necesitado de legitimidad, un PAN que está en el fondo y que necesita resurgir, y una izquierda (cuyas propuestas son más parecidas a la del movimiento) que está esperando a que AMLO no meta la pata para llegar fuerte e ir construyendo para buscar la presidencia en el 2018. En este escenario a ningún partido le conviene la cerrazón y habría más posibilidades de incidencia.
Cierto que hay una gran desconfianza en todos los partidos políticos, pero el buscar reformas donde se le de más fuerza a la ciudadanía hará que los partidos tengan que cambiar de posición. Deberían haber ya propuestas para una reforma en cuestión de medios de comunicación. Otra que urge y que es una reforma que «México Necesita» es la educativa. Y por último, una reforma política y electoral de fondo. Incluso en el PRI con Manlio Fabio Beltrones como líder de su bancada en la Cámara de Diputados, podrían haber esperanzas, porque si algún priísta dentro de todas las «sátrapas» que hay dentro de ese partido, se ha molestado en presentar reformas que coadyuven en el mejoramiento de la democracia, es él; y así lo buscó como semador. El no hacer nada en cuanto a buscar la incidencia en la toma de decisiones, provocará lo que tanto se critica, que los partidos terminen trabajando para sus propios intereses.
El movimiento todavía tiene posibilidades de sobrevivir, y por tanto tiene que replantearse. Después del fallo que se emitirá en menos de dos semanas para calificar la elección, deberán buscar reformar el sistema de fondo. Si la linea después de eso es seguir pensando en que se puede dar marcha atrás al «triunfo» de Peña Nieto, será suicida. Incluso esa postura es la que ha desanimado ya a muchas personas, porque saben que si solo viven de ella, al terminar el proceso electoral, los condenará a su desaparición. El movimiento parece vivir algo similar a lo que vive Felipe Calderón con la «guerra contra el marco», se enfocan en las acciones correctivas, pero no en las preventivas. Y solo enfocándose en estas últimas se podrá evitar que se pueda a repetir este proceso vergonzoso, de lo contrario el PRI en el 2018 podría pensar en… Eduardo Verástegui, o Justin Bieber… o Lady Gaga.
El movimiento tiene la opción, pasar a la historia o ser una mera anécdota. Para lo primero hay que construir y crear ideas. Aún así a veces es difícil. En España el 15M propuso, creó pliegos petitorios, y aún así les ha costado mucho trabajo. Si en México no se hace, creo que ya sabremos cual será el resultado.