Enrique Krauze no tuvo empacho en ir a Televisa ayer y decir que no le alegra de ninguna manera el regreso del PRI porque no le han dado razones de que ha cambiado, yo pienso igual, el PRI es igualito que hace 12 años, incluso no sé si un poco peor. Lo he dicho, el nivel de autoritarismo que ejerza el PRI dependerá de la sociedad con la que se encuentre, ciertamente tendrá una ciudadanía más despierta (sobre todo en las clases medias) que en los 90 y también medios como Internet harán que sea más complicado ejercer un control medíatico, al menos sobre parte de la población, porque si lo podrán hacer con sectores vulnerables. Pero de la forma en que ganó el PRI me hace pensar que todavía hay una gran parte de la sociedad que sigue aletargada, la cual le fue suficiente al PRI para que Enrique Peña Nieto llegara al poder. Tendríamos que ver como gobernará el PRI con una nueva realidad, pero algo es claro, se trata de un retroceso.
El triunfo de Peña Nieto fue legítimo, más las elecciones no fueron limpias. Felipe Calderón se equivocó rotundamente al decir que las elecciones fueron totalmente limpias, que rondó la paz y la armonía cuando no fue así. Casi todas las inconsistencias denunciadas ante la FEPADE y que fueron publicados en sitios creados para exponerlas, eran del PRI, fácilmente un 80%, hablamos de robo de urnas, irregularidades en el cómputo, coacción del voto, asesinato de un representante de MORENA. Y el problema no pasó a mayores porque los ciudadanos presionaron para vigilar las elecciones, las cuales han sido las más vigiladas. Pero aún con todas las irregularidades se debe de aceptar el triunfo de Peña Nieto dado que fue lo que quisieron una mayoría relativa de los mexicanos (ya las razones por las cuales la gente haya votado por él, son otra cosa).
Pareciera que no vamos a vivir un conflicto postelectoral como en el 2006, la posición de López Obrador ha sido más mesurada que hace 6 años y si bien no ha reconocido al ganador, parece que no se apartará de la legalidad, el se esperará a que se terminen de computar actas, contar votos, para que el miércoles fije una postura. Por el semblante, por como agradeció a sus simpatizantes, puedo deducir que López Obrador ya sabe que perdió, y creo que contrario a lo que muchos podrían pensar el miércoles aceptará los resultados, claro sin antes afirmar que hubo inequidad (que desde luego que la hubo más por el trato que le dio Televisa a Peña Nieto) y que hubo una imposición por parte de las televisoras (que aún que llegó al poder legalmente no deja de ser cierto). Creo que tomando en cuenta que si AMLO acepta los resultados, su postura me parece prudente, ya que al no hacer un pronunciamiento sobre su derrota, hará que sus simpatizantes busquen irregularidades dentro de este proceso electoral (tomando en cuenta que casi todas son a favor del PRI) y la distancia pueda reducirse algo, con lo cual por ejemplo, el PRI pueda tener alguno que otro escaño menos en el congreso, lo cual sería muy bueno.
Si López Obrador acepta la derrota (estoy casi seguro que sí), la historia será benevolente con él. No logró el sueño de llegar a la presidencia, pero será recordado como un luchador social; creo que deberá dejar ya la candidatura a nuevas generaciones, y ya desde otra trinchera, vigilar la presidencia de Enrique Peña Nieto; su gran capacidad de movilización le podrá ayudar. Es claro que la oportunidad para López Obrador ya pasó, dicen que Lula tardó 3 elecciones en llegar, pero si tomamos en cuenta que en Brasil la presidencia dura 4 años, AMLO tuvo ya el mismo tiempo que Lula y no lo logró. El tabasqueño ya se encuentra cansado, ya no está lúcido como antes, y creo que podría lograr mejores cosas desde otra trinchera.
Me preocupa lo que podría llegar a pasar con la presidencia de Peña Nieto, no es gratis el hecho de que cuando le preguntaran a Hillary Clinton que opinaba sobre el regreso del PRI con Peña, haya dicho «sobre mi cadáver». El desempeño de Peña tanto en el Estado de México cuando fue gobernador o en su campaña rumbo a la presidencia, deja ver que no será un presidente tolerante y que posiblemente reprimirá a los disidentes, el PRI no tiene la democracia en sus genes, si no los ha tenido por 70 años, no podemos esperar a que los tenga ahora. Si se logra conservar la incipiente democracia que ahora tenemos sería gracias a las instituciones que se han creado y a la sociedad, más no al PRI.
No creo que regrese el PRI hegemónico, porque si intenta echar raíces, la sociedad no se va a quedar callada. Peña Nieto llega en un momento en que existe una gran movilización juvenil a nivel mundial, Pero también vemos a un PRI que podría cometer fraudes (que si no se cometió ahora, es porque no hubo necesidad y aún así cometieron severas irregularidades y atropellos), y que podría hacer muchas cosas que ponga en riesgo la democracia y la libertad de expresión. Espero que no sea así.
Calderón tácitamente nos pide que apoyemos a Peña Nieto, yo personalmente discrepo, no voy a apoyar a algo con lo que no estoy de acuerdo. Si Peña quiere ganarse mi apoyo, deberá mostrar con hechos contundentes que está haciendo una buena presidencia. Punto.