México sin duda está viviendo un momento muy agitado. A este se le pone el ingrediente de la participación ciudadana que hace que salgan más burbujas de la sopa. En cuestión de semanas las percepciones cambiaron, y no solo eso, las realidades también. Hoy tenemos un nuevo escenario y del cual puede partir el definitivo que se sentenciará el 1ro de Julio. Independientemente de que no nos podemos basar en una sola encuesta (la de Reforma, que le da solo 4 puntos de ventaja a Peña Nieto), lo cierto es que López Obrador ya se metió en la pelea, y para eso no es necesario ver las encuestas, solo hay que ver la postura del PRI, quienes han empezado a hechar a andar toda su maquinaria para evitar que López Obrador avance. Se percibe en las notas que han salido a partir de dicha encuesta (el charolazo y la afirmación de que la subida de AMLO hizo que subiera el peso también), el PRI tendrá que retractarse en su demagógica posición de no va a dividir a México, porque le tendrá que entrar y le está entrando.
Ante este escenario, el movimiento #YoSoy132 debe tener muchísimo cuidado, más que ellos son uno de los factores que pueden definir la elección. Me preocupa un poco el viraje de los últimos días. Empiezo por decir que #YoSoy132 ha girado a la izquierda, lo cual a priori no me parece mal, porque movimientos como el #15M o #OcuppyWallStreet también muestran esta tendencia. Se mostraron críticos hacia el neoliberalismo, y ese punto no lo repruebo en lo absoluto, no solo porque comparto su idea, sino porque es la postura de la juventud que ha salido a las calles a manifestarse, que ve en la anarquía mercantil una de las razones de la descomposición económica y social que se viven en el mundo. En este punto, su postura de izquierda no se me hace mal y esta no contraria el hecho de que se declaren «apartidistas», se puede ser de izquierda (y es mi caso) sin ser perredista, patista, o lo que sea. A diferencia del 68, la gente (entre los que se encuentra la generalidad de los estudiantes) no vive rodeada de un furor por el comunismo (aunque el movimiento del 68 no era en su mayoría comunista, como creyó Díaz Ordaz), por el contrario, es una izquierda más pragmática, que busca la justicia social pero no descalifica contundentemente a los mercados. Los jóvenes mexicanos tienen esa postura, porque dada la vida política del país, es posiblemente el camino por el que deban abrirse paso.
Lo que me preocupa es que el movimiento termine, digámoslo así, afiliándose a la causa de López Obrador. Entiendo que por la postura del movimiento, AMLO es lo que más parece representar lo que buscan (y creo que a medias), pero para generar un cambio real este movimiento debe de alejarse de cualquier interés político, entiendo que varios jóvenes apoyen a López Obrador, y eso no les quita el derecho de estar en el movimiento, pero deben separar su preferencia de candidato del movimiento, si no pondrían a su movimiento en riesgo. Aquí es donde entra el tema de las infiltraciones y es donde deben de tener demasiado cuidado, tanto por parte del PRI como del PRD. A López Obrador este movimiento le está haciendo mucho favor, y a Peña Nieto lo está desplomando, por lo cual los dos candidatos podrían meter las manos para beneficiarse electoralmente. En el primer caso es donde insisto esa separación de la cual hablaba, de hecho curiosamente mientras «más alejados se mantengan de AMLO» terminarán beneficiando más al candidato de las izquierdas, porque habrán menos excusas para descalificar al movimiento. Incluso aquí el PRI en las manifestaciones que vienen, podrían meter por ejemplo, porros disfrazados de «simpatizantes de AMLO» con la leyenda #YoSoy132 para tratar de reventar dicha manifestación y afectar el movimiento.
Me preocupa por ejemplo, que en la última asamblea, se pida juicio político a Felipe Calderón, no porque sea válido o no, sino porque al descalificar a Peña Nieto, y luego también marcar distancia con el presidente, muchos llegarán a la conclusión de que es un movimiento pro-AMLO. No necesariamente es así, yo en lo particular, conozco a varios miembros de este movimiento que tienen una distancia marcadísima con la figura presidencial y podrían estar a favor de este punto (digo, podrían porque no he tenido la oportunidad de hablar con ellos sobre esto), pero a la vez no ven con buenos ojos a López Obrador y están decididos en anular su voto. Creo que en este sentido el movimiento debe de ser pragmático, más porque en la coyuntura en la que estamos, los priístas aprovecharán para descalificarla (cosa que no han logrado hacer hasta ahora a pesar de sus múltiples intentos). Recordemos por ejemplo, que el 49% de los mexicanos cree que las elecciones del 2006 fueron fraudulentas, pero AMLO tuvo una intención de voto de solo el 20% aprox, durante la campaña hasta mayo que es cuando se notó el crecimiento de las preferencias sobre López Obrador. Muchos indecisos han optado por votar por López Obrador, pero lo harán con reservas (por el menos peor, como dicen y entre los que me encuentro yo también), entre los que también se encuentran muchos jóvenes, sobre todo porque vieron que Josefina se ha desplomado y que esta elección es de dos. Esto nos dice que existe más de un 20% de la población que no es afín a AMLO pero duda de la efectividad democrática del país (al menos como nos lo han vendido) y por esto creen que se necesita un cambio de base.
Creo que #YoSoy132 está a tiempo de evitar cualquiera de estos problemas, pero el riesgo existe. Tal vez el talón de aquiles de ser un «movimiento juvenil» es que la mayoría de los integrantes pueden caer en la ingenuidad. Independientemente de su afinidad por AMLO, o Josefina o quien quiera que sea por parte de alumnos, ellos son los que más deberían estar conscientes que el futuro del país no solo puede recaer en las manos de un político, cosa que se creyó durante décadas y no le funcionó al país. Tienen derecho a sentir afinidad por quien sea, pero en cuanto llegue al poder, deberán por igual poner los ojos sobre su desempeño y actuar en consecuencia. Deben de ser más decisivos en algunas cuestiones, en la asamblea de Guadalajara en el ITESO algunas personas afirmaron que no supieron explicar muy bien que tan antipeñanieto eran, o por qué eran apartidistas. Deben de ser más determinantes en sus posturas, porque si se quedan navegando su rumbo fijo, serán mas proclives a que terceras entidades los quieran manipular.
Termino saliéndome un poco del tema, y es sobre el voto útil que ejercerán los panistas, sobre todo la gente mayor con una posición conservadora, que es donde Josefina tiene más votos. Esta es la gente que tiene en más mal concepto a AMLO, siguen pensando que será un nuevo Hugo Chávez o quebrará al país. Y aquí es donde veo la difícil decisión que tendrán que tomar, votar por un «Hugo Chávez» o votar por el PRI que a ellos les tocó vivir en carne fría, sin libertad de expresión, represiones que costaron vidas, crisis sexenales. Yo por este mismo argumento me decanto por ejercer mi voto útil a favor de AMLO, porque el PRI de Peña Nieto representa ese régimen autoritario e incluso lo han demostrado en épocas recientes; en cambio muchos de los miedos sobre AMLO son suposiciones, que incluso sectores empresariales han desmentido. Naturalmente tengo mis reservas frente a AMLO y en otro escenario electoral posiblemente no le daría mi voto, pero yo no creo en ese argumento conservador que pregona Kirk Russell que dice «más vale malo por conocido que bueno por conocer», y prefiero tomar el riesgo. Otra referencia es el desempeño de AMLO y Peña Nieto como Jefe de Gobierno y Gobernador respectivamente. Si bien el desempeño de AMLO no fue muy sobresaliente (aunque le dieron el premio como el segundo mejor alcalde del mundo), fue bastante mejor que el de Peña Nieto, y este último mostró mas tintes autoritarios que el primero. AMLO construyó una avenida sobre propiedad privada para dar acceso a un hospital privado (de donde se desencadenó el desafuero) y Peña Nieto orquestó la masacre de Atenco (asunto que sigue impune).