Los quinazos han sido formas efectivas para que los presidentes se legitimen en el poder, ya sea porque llegaron a este por medio de elecciones dudosas, o bien porque su misma figura iba a ser tan criticada que necesitaban una acción para acallar las críticas. El primer quinazo, y es el que le da el nombre a este tipo de acciones, fue cuando Carlos Salinas encarceló a Joaquín Hernández Galicia «La Quina» lider sindical de Pemex en ese entonces, quien tenía varios antecedentes de corrupción. El quinazo fue realizado días después de que Salinas asumiera el poder tras fuertes denuncias de fraude electoral, con esto logró tranquilizar las aguas e incluso después de un crecimiento económico, Salinas pudo estar cómodo en el poder. Claro, luego la crisis que él provocara le estallaría en las manos a Zedillo.
El propio Zedillo hizo lo mismo, si bien Zedillo ganó legítimamente las elecciones y no era una persona con algún antepasado oscuro necesitaba hacer algo, porque a la gente no le iba a caer bien otro priísta después de lo sucedido y se fue contra la misma familia Salinas, encarceló a su hermano Raúl Salinas y Carlos, el expresidente, tuvo que huir a Irlanda, de esta forma Zedillo se legitimó en el poder y salió avante al resarcir los daños económicos provocados por Carlos Salinas en su gestión. Incluso Zedillo se fue por la puerta grande al ser visto como el priista que permitió la alternancia en el poder. Pero Vicente Fox no necesitó realizar algo así, porque el llegaba a la presidencia con una buena imagen, como el demócrata, como el que iba a acabar con el PRI, las alimañas, los tepocatas. Aunque seis años más tardes el PAN por medio del todavía presidente Felipe Calderón tuvo que crear su propio quinazo, dado que más del 30% creía que las elecciones habían sido fraudulentas en perjuicio de Andrés Manuel López Obrador (ahora se habla de casi 50% de la población), la guerra contra el narcotráfico fue su quinazo, y en ese sentido le fue bien… a medias. Porque si bien con eso logró cierta legitimidad, los más de 50,000 muertos causados son un blanco de críticas y una de las razones por las cuales la gente vuelva a voltear a ver al PRI.
En el incidente de la Ibero, a Peña Nieto se le vió nervioso, así lo reflejaban algunas grabaciones. Pero no parecían ser nervios por como este hecho podría repercutir en las encuestas, sino porque esto le mostró que de llegar al poder, contará con una gran antipatía por gran parte de la población, mucho mayor a la que tuvo Felipe Calderón, porque en este caso no son afines a López Obrador solamente quienes lo critican, también son panistas, perredistas, indecisos y anulistas; es decir todo aquel que no es del PRI. El hecho de que esto haya sido en una universidad privada, aunque si es cierto que la Ibero y las universidades de la red de los jesuitas son aquellas donde sus estudiantes tienen una mayor vocación social y de activismo, es preocupante; seguramente en una universidad como la UNAM o el Politécnico, hubiera salido con algunos huevazos en la cara cuando menos.
Que yo recuerde, Peña Nieto es el candidato más repudiado de la historia reciente de México. Cierto, las redes sociales y el Internet ayudan a difundir información sobre este personaje y a la vez a transmitir la sensación de repudio e inconformidad ante un personaje construido en algun set de Televisa. Si Peña Nieto no ha sufrido más críticas de este tipo es porque sus asesores lo han cuidado demasiado y no lo han expuesto. Pero eso no lo podrán hacer en la presidencia y ahí si, Peña Nieto deberá estar demasiado preocupado, porque de ser presidente, contará con una fuertísima antipatía, por lo cual tal vez la solución sería otro quinazo, pero más contundente, lo suficiente para demostrar que es un presidente fuerte y no es solo un títere.
Lancé la pregunta en Twitter, y vinieron tres principales nombres que podrían ser víctimas de ese quinazo: Humberto Moreira, Elba Esther Gordillo y Genaro García Luna. El primer caso se antoja difícil (por la cercanía de Peña con este personaje), pero entre las traiciones históricas en el priismo tampoco es algo imposible, encarcelar a Moreira (más que se tienen pruebas para ello) legitimaría a Peña Nieto por el simple hecho de que anularía cualquier relación con este personaje y mostraría a la gente que Peña Nieto si está dispuesto a acabar con los corruptos aún dentro de su partido. En el caso de Elba Esther Gordillo es complicado el asunto, todo indica que el PRI tiene un pacto con la maestra, es notable en la figura de Quadri quien ataca a Josefina y Obrador pero nunca lo hace con Peña Nieto; pero en el caso de que no fuere así, Elba Esther Gordillo podría ser la opción más viable. Si algo tiene más poder que Elba Esther Gordillo y el SNTE son los tentáculos corporativistas del PRI. A Peña Nieto se le reconocería el hecho de haber puesto fin a uno de los «cánceres» más grandes de nuestro país. Con Genaro García Luna, la situación sería un poco diferente, a los panistas no les agradaría que metieran a uno de los personajes más polémicos de la gestión de Felipe Calderón a la cárcel. Pero a los perredistas e indecisos si les podría agradar más la idea. Tal vez de las tres opciones es el que menor impacto tendría, pero sería el más fácil de ejecutar dado que se trata de un hombre de un partido rival con el que no se tiene compromiso alguno.
Podrían haber otros personajes como Molinar Horcasitas, pero el impacto sería menor; posiblemente Mario Marín «El Gober Precioso» le ayudaría a recobrar algo de legitimidad, más cuando ni Felipe Calderón se atrevió a tocarlo. Se barajean muchos nombres. Pero la realidad es que con todo y «quinazo copeteado», lo más probable es que después de este, Peña Nieto y los que están detrás de él podrán hacer lo que quieran, y sí, en detrimento del país.
Actualización: Aquí mi artículo rápido sobre la detención de Elba Esther Gordillo