Calificación: 3 de 5
Muchos teóricos, analistas y académicos concuerdan en una cosa, desde la llegada de Ronald Reagan al poder en Estados Unidos las cosas cambiaron, el estado de bienestar se desmanteló y los estadounidenses tuvieron que endeudarse para poder seguir manteniendo el nivel de vida que tenían antes. Es común escuchar que casi todos los estadounidenses deben su casa, sus coches y que estos los estarán pagando de por vida. Desde la llegada de Ronald Reagan en 1980 hasta la salida de Bush, en 2009, la presidencia ha sido republicana (a excepción de Bill Clinton), han recortado el gasto del erario, aumentado los impuestos a las clases medias, mientras bajan los de los ricos, porque de esa forma asumen que generarán más riqueza.
Michael Moore hace una crítica a esta etapa del capitalismo (neoliberal) estadounidense. Nos habla de como los estadounidenses debido a la crisis inmobiliaria han perdido sus casas, como algunas empresas crean pólizas de seguro para que en caso de que sus empleados fallezcan reciban dicho dinero sin que el empleado vea nada, como empresas como Goldman Sachs se benefició con la quiebra de varias instituciones bancarias en el 2008 y varios directivos ocuparon cargos en el gobierno, coptándolo y haciendo que este ofreciera un rescate con el cual se beneficiaron, hicieron hasta lo posible para sacar el mayor dinero posible antes de la llegada de Barack Obama donde las cosas iban a estar más difíciles para los grandes empresarios. Michael Moore nos dice que en «América» se ha inculcado la idea de que cualquiera esforzándose mucho, puede aspirar a ser rico, pero según él esto es una falacia y la mayoría de las grandes corporaciones se han aprovechado del pueblo en aras de obtener la riqueza.
La denuncia de Michael Moore es legítima, pero me parece un poco vaga, y aunque pone en evidencia la corrupción de algunas empresas estadounidenses y un sector del gobierno, pareciera hacer falta fundamentos en temas en los cuales Michael Moore no es especialista, como en la economía por un ejemplo. Esa falta de fundamentos hace que no logre consolidar un gran filme, y quede en una película, la cual no ha sido tan reconocida como otras obras que ha hecho Michael Moore.
Toda persona con cierta preparación política sabe que Moore es una persona de Izquierdas, el se denomina socialdemócrata. Pero creo que al estar en un país donde se promueve el capitalismo y la ideología del «Self Made Man», Michael Moore cuida su linaje y eso hace que su crítica termine viéndose más suave. Un ejemplo es el cierre de la película, cuando dice: El capitalismo es un mal, y el mal no se puede regular. Hay que erradicarlo, y reemplazarlo por algo que sea bueno para todos. Ese algo se llama democracia. La frase de por sí es vaga porque el capitalismo y la democracia pueden coexistir. Más bien parece que no se atreve a tocar las palabras como «intervención estatal» y otras frases socialistas para no herir susceptibilidades.
Michael Moore cuidó en hacer esta obra para el pueblo estadounidense, utiliza métodos parecidos a los que utilizan los medios de comunicación, como el apelar a las emociones, presentar uno o dos casos como si estos representaran el grueso de la población, abordar los temas superficialmente como si de una película estadounidense se tratara. Tal vez los que vivimos en México o en Europa hubieramos esperado un film con más investigación profunda de lo que está sucediendo con datos y análisis. Pero parece que este modelo es el que funciona para el estadounidense. Si Moore hubiera presentado un documental más «profundo» tal vez hubiera tenido menos recepción. Porque hay que admitirlo, el estadounidense promedio no es muy culto que digamos, y por lo tanto entiende más por medio de las emociones que por las razones. Tal vez por eso Michael Moore pidió opiniones de sacerdotes y curas tanto católicos como protestantes, por la influencia que ejercen sobre el pueblo estadounidense.
Aún así el filme no tuvo el éxito esperado. No ganó premios como si lo hicieron los primeros filmes de Michael Moore como «Bowling for Columbine», tal vez Michael Moore es demasiado izquierdista para la idiosincrasia estadounidense. En los foros una norteamericana contaba que a pesar de que varios de sus conocidos estaban de acuerdo con lo que decía Michael Moore, no lo bajaban de rojo o comunista. El discurso de Moore llega a rosar el la demagogia y se nota por momentos que está afectado por sus preferencias políticas, a pesar de que puso sobre la mesa, casos de corrupción e injusticias que son mal vistas a los ojos de todo mundo. Aunque reitero que Moore también trató de ser cuidadoso en ese aspecto, sabe con que auditorio está tratando y trata de hacer una obra de tal forma que tenga la mejor recepción posible.
El filme no es malo, pero creo que he visto otros mejores que explican la corrupción y la injusticia que han provocado varias empresas estadounidenses bajo el modelo neoliberal, un claro ejemplo es «The Corporation«. El film de Moore se queda corto, y más cuando el film resulta ser no tan innovador como sus otras películas.
Si quieren ver la película, la pueden ver aquí mismo, está dividida en dos videos: