Ya se que van a decir: ¿Por qué Cerebro hace reseñas de películas que salieron hace meses?. Bueno, si quieres ver reseñas de películas nuevas, en Internet las puedes encontrar. Pero aquí voy a hablar hoy de la película que hace unos meses precisamente, tuvo varias nominaciones al Oscar, y ganó algunos (como el premio a los mejores efectos especiales).
Cuando fuimos al Blockbuster a rentar alguna película para ver, estabamos decidiendo entre esta, y la película de «El Che» con Benicio del Toro. Parece que íbamos a rentar la del revolucionario, pero al final, por alguna razón extraña, cambié de opinión y dije, hay que rentar mejor la de El Curioso Caso de Benjamin Button. Y a pesar de mis ganas de verla, había algo de escepticismo porque: ¿A quién se le ocurre hacer una película de un tipo que nace viejo, y se muere como niño?. Pensé que iba a ser como esas películas ochenteras de De tal padre, tal hijo, donde salía el chavo ese de Los Años Maravillosos. Pero no, resultó una muy buena película, sobre todo por su contenido reflexivo y filosófico que no cae en lo cursi (algo raro en las películas hollywoodenses).
Esta película de David Fyncher (Alien, Seven, El Club de la Pelea), y escrita por F. Scott Fitzgerald, a pesar de tener un argumento irreal y algo fantasioso (Bueno, yo al menos no he conocido un cabrón que se haga mas joven), es correctamente conjugado con lo real del contexto que lo rodea, de una forma que por la trama de la película pareciera que fué un caso verídico. Porque la reacción de las personas cercanas a Benjamin Button se ve tan natural, como si los artífices de esta gran película ya supieran como reaccionaría el ser humano ante un caso tan curioso, como el de Benjamin Button (interpretado magistralmente por Brad Pitt).
Esta película nos habla de una curiosa relación entre dos personas (Benjamin Button y Daisy interpretada por Kate Blanchet) que van creciendo a la par en años, pero en su fisonomía crecen a la inversa. En la película siempre uno es mas grande que el otro, hasta el punto de inflexión donde físicamente aparentan tener la misma edad, para que al final se terminen invirtiendo los papeles. Lo aplaudible es lo natural de esta relación y lo bien que fue manejada. Y mientras sucede eso, podemos ver lo bien trabajado de los escenarios conforme transcurren los años, y como va cambiando la sociedad, la tecnología y las creencias a través de los años Porque en muchas otras películas a veces les dá «flojera» distinguir entre 1942 y 1945.
Pero hablando de naturalidades la cosa no queda ahí. Sino que en la cuestión de efectos especiales esta película es bastante natural. Y es que para este tipo de películas, se puede decir que los mejores especiales son aquellos que no se notan, y en esta película prácticamente pasaron desapercibidos. Pero uno se asombraría al saber la cantidad de efectos especiales que utilizaron. Porque si se dieron cuenta, Brad Pitt siempre actuó a Benjamin Button, desde anciano hasta niño. ¿Pero como poder hacer que parezca mas joven, o un niño o un anciano?. Gracias a la animación por computadora lo lograron (y también al maquillaje), y en realidad solo vimos al Brad Pitt original unas cuantas escenas, todo lo demás, si, era Brad Pitt, pero modificado por computadora.
Es por eso que «El Curioso Caso de Benjamin Button» es una gran película, que llega en el preciso momento donde en el cine (y sobre todo en Hollywood) existe una crisis de creatividad, donde se recurren a los clichés, a las segundas versiones y a los refritos de otras películas. Es en este tipo de películas donde el cine norteamericano trata de decir que se puede ofrecer algo mas que cine plástico y superficial.