Amigos, nada puede ser gratis. El significante «gratis» define cosas que no existen en la realidad objetiva, así como el significante unicornio o dragón. Al menos los unicornios o dragones pueden ser imaginados o dibujados. Lo gratis no, porque refiere a una mera distorsión cognitiva.
La gratuidad, sépanlo, va en contra de las leyes de la naturaleza, y las leyes de la naturaleza no pueden ser modificadas ni manipuladas.
– Oye Álvaro, pero afuera de la tienda me regalaron un Gatorade gratis.
– Pero no es gratis. Te lo «regalan» para que en el futuro consumas más. Además, los gastos en publicidad y promoción van implícitos en el costo del producto. Así que otros consumidores y tal vez tú mismo terminarán, de una u otra forma, pagando tu Gatorade «gratis».
Todo lo que una empresa te da gratis tiene un propósito comercial. Sería iluso que las empresas tiraran su dinero así nada más regalando cosas. En la mayoría de los casos solo están postergando sus beneficios para un beneficio mayor posterior: te doy algo gratis, lo consumes, te gusta, porque quiero que compres más de lo que me hubieras comprado con lo cual la inversión queda satisfecha.
– ¡Pero Álvaro! En el seguro médico te atienden de forma gratuita.
– El seguro médico no es gratuito. Todos lo pagamos con nuestros impuestos. Así que mínimo te pediría cumplir con tus obligaciones y vigilar que el gobierno administre bien un seguro que es nuestro porque nosotros lo pagamos. Y está bien, no me molesta pagar cierto porcentaje de mi ingreso para que todos los mexicanos tengan acceso a la salud.
– «Jaque Mate». El Facebook es gratis, y paradójicamente lo estás usando para decir que no.
– ¡A que no sabes a donde van tus datos y qué pasa con tu privacidad!
– Ah ¿Y tu beca del CIDE qué?
– Lo paga la gente con sus impuestos. Por lo cual, cuando termine de estudiar, me sentiré moralmente obligado a retribuir positivamente a la sociedad con mis conocimientos.
– ¿Y qué me dices de los actos caritativos: los que regalan cobijas a los pobres?
– Tampoco es gratis. Para que a los pobres y a los desposeídos les den algo, alguien tiene que trabajar para producir ese algo. Al donarlo, ellos satisfacen su necesidad personal de ayudar a alguien más (lo cual es loable y muy humano), un acto que hacen de forma voluntaria y que les implica esfuerzo.
Así que, como nada puede ser gratis porque ello implicaría crear algo de la nada, entonces no puedes esperar a que nadie te dé nada así nomás.
Cuando alguien te obsequie algo, recuerda que detrás de ese obsequio hubo algún esfuerzo, por más mínimo que sea. Cuando el Seguro Social te salve la vida, agradece aunque sea en tu mente a todos los que lo pagan. Cuando alguien te regale algo, recuerda que se esforzó por ello.
No seas ingrato. La ingratitud es lo más inhumano que hay, aunque lo disfraces bajo un velo de justicia social.