Este artículo es bastante subjetivo, sí. Pero creo que con la subjetividad que puedo derrochar, se pueden sacar conclusiones interesantes. Y es que no, no estoy a gusto con el modelo de belleza femenina que nos han vendido. Empezando porque la belleza hasta cierto grado es algo subjetivo, y porque el prototipo de mujer que se vende, hace que se force a las mujeres a emularlo, con todas las consecuencias (de autoestima y de salud principalmente) que vienen implícitas.
Busto grande, cadera muy pequeña, glúteos llamativos, una figura presuntamente escultórica con la piel bronceada, sonrisa perfecta, cabello perfecto (y algunas veces, cerebro chiquito). Y me pregunto si a todos los hombres nos atraen las mujeres así. En lo personal, no caben en mi concepto de belleza femenina, y no se me hace determinante. Pero para tener esa figura a la que se les invita a las mujeres a emular, se requiere de demasiado trabajo, al punto que dichas mujeres a veces llegan a denotar inconscientemente que su cuerpo va por encima de cualquier otra cosa en sus vidas, debido al esfuerzo que ello implica.
A este tipo estereotipado de belleza, hay que agregar el hecho de los ya archiconocidos y cada vez más frecuentes «retoques» en Photoshop. Donde un «Burn Tool» puede hacer más que un bronceado en la playa. O un «Liquify» puede bajar toda esa grasa que ni las dietas. A la mujer se le exige mucho, y yo realmente veo en esos estereotipos, cuerpos demasiado artificiales. ¿Y qué tiene que una mujer tenga su longita? ¿Qué tiene que sus pechos no sean prominentes? ¿Y si es gordita qué? Yo sé que el hombre suele fijarse más en el cuerpo de una mujer que la mujer en un hombre, pero eso no quiere decir que no deseemos mujeres inteligentes, que tengan una personalidad atractiva, pero eso muchas veces queda de lado. Y en lo personal se me hace triste, porque al menos en mi caso, la personalidad de una mujer si puede llegar a opacar su atractivo físico.
De cierta forma por eso me gustan las campañas de Dove. Al menos en su afán de obtener utilidades, ellos resaltan cualidades de la mujer que han quedado olvidadas. Donde en una presunta cultura abierta, se siguen denotando los valores machistas, debido a que la mujer tiene que estar lo más esculturalmente perfecta «para él». Me veré grosero, pero creo que es la forma de poder expresar eficazmente lo que quiero decir. Una figura de una mujer escultural invita al hombre a tener una simple aventura sexual con ella, o en su defecto, a masturbarse. O bien, para fungir como una especie de trofeo que posee el hombre, para presumir a los amigos, colegas, compañeros de partido. La realidad es que cuando buscamos a la mujer con la que queremos pasar el resto de nuestras vidas (casados, en unión libre, whatever) o de la que nos vamos a enamorar profundamente, la inteligencia de la mujer, su personalidad, importa y mucho. No es casualidad que muchas personas afirmen que tuvieron novias físicamente más esculturales que su pareja definitiva o seria, pero se sienten mucho mejor con estas últimas. Lo cual de alguna forma me dice que todo este aparato publicitario, invita a la mujer a ser un «rapidín» y no a ser algo serio.
Lo triste es que esta adoctrinación femenil es contraproducente. Porque la belleza (basada en la juventud), tal y como se propone, se termina. No es gratis que veamos a muchas mujeres grandes hacerse cirugías plásticas como una forma de no querer soltar esa «juventud que ya se fue». Basar la autoestima meramente en el físico es un error.
Con esto no quiero decir que la mujer se deba desentender de su apariencia. No es así en lo absoluto, el problema está cuando dicha apariencia es lo único que importa, y no solo eso, sino que el prototipo de apariencia que se vende es uno más difícil de alcanzar. Aquellas mujeres no agraciadas se frustrarán de por vida gracias al imperio mediático. Aquellas personas que supeditaron su integridad a su apariencia y degradaron su inteligencia, podrán ser mujeres de un rato fácil, modelos de calendario en una refaccionaria, actrices con talento discutible que obtuvieron su papel a base de «darle duro», muñecas de aparador, Miss Universo que muestran su poca cultura a la hora que se les formula una pregunta, e incluso si tienen suerte de vivir en un país no muy evolucionado, hasta de primera dama (eso sí, que no hablen).
No sé ustedes, pero que flojera andar con una mujer escultórica que no tenga temas de conversación más que temas de moda, ex novios, anécdotas casuales que dan flojera cuando menos. Pero eso es lo que nos quieren vender, y sobre todo, eso es lo que quieren vender a las mujeres. Yo prefiero una mujer inteligente, con dignidad y que tenga una personalidad atractiva. Compeeer!!
Les dejo un video de Dove que lanzaron hace ya algunos años y seguramente algunos de ustedes conocen, pero que en lo personal me dejó impactado: