Lo digo, muchos de los electores pensamos en votar por «el menos peor» y la verdad pareciera que nuestros políticos entendieron mal y están haciendo las cosas al revés. La Ley de Murphy se ve rebasada por ellos, porque si pensamos que algo le va a salir mal a uno, no solo ocurrirá, sino que a su opositor le irá peor. En verdad parece este un concurso más bien algo así como «Ridículo 2012» donde el candidato del PAN y del PRI hacen lo posible por perder puntos para rebasar a su contrincante López Obrador que después de 5 años consecutivos de ganar el concurso manteniendo el invicto ahora se ha echado a dormir en sus laureles y se ha dedicado a predicar el amor para no desgastarse tanto.
¿Si esto todavía no es la campaña, qué es lo que se nos viene encima? La primera víctima de esta plaga fue Josefina Vázquez Mota. Ella eligió el Estadio Azul para hacer su campaña (naturalmente color relacionado por el PAN y a juzgar por sus detractores, tiene que ver también con el Cruz Azul, pero la cruz que le adjudican al PAN está inclinada y es un poco peculiar, sobre todo por sus «extensiones»). Pero de ahí en todo más, todo le salió mal a Josefina Vázquez Mota. Es cierto que cuando comenzó el evento el estadio estaba casi lleno, pero por errores de logística (alargaron mucho el evento) y los acarreados simpatizantes se tenían que regresar a sus lugares de origen. Eso dio lugar a un bochorno emblemáticamente lamentable, Josefina Vázquez Mota rendía protesta cuando el estadio estaba semivacío y la gente hacía cola para abandonar el recinto. La pésima y aburrida oratoria de Josefina fue la cereza en el pastel, y al ver el video uno pensaría que la gente se estaba llendo por lo aburrido del evento.
Independientemente de si había gente que se tenía que ir (porque vivían lejos), es increíble como en una ciudad como el DF, la candidata panista no logre ni llenar la mitad de un estadio de gente capitalina. Es cierto que el PAN no es muy fuerte en el DF, pero estamos hablando de un estadio con un cupo de 40,000 personas (restándole las partes superiores que se taparon y sumándole las gradas que se habilitaron en la cancha) en una ciudad cuya área conurbada es de 20 millones de personas. Contrario a ella, Peña Nieto que hizo su toma de protesta en Dolores Hidalgo, Guanajuato y López Obrador que lo hizo en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, si lograron llenar los recintos sin ningún problema. Las burlas no se hicieron esperar, los twitteros la tacharon de #Foreveralone o también se mofaban de las siglas del PAN cuyo su significado suponen era, Partido Alone Nacional.
Pero a Peña Nieto le fue peor, porque lo de Josefina se puede deber a circunstancias exógenas. Una deficiente logística y mala organización entre otras cosas, y solo tal vez se debería preocupar (aunque si es importante) que no tiene el peso importante para atraer masas y parece que pasa desapercibida. Pero lo de Peña Nieto es pasarnos a otra dimensión, y es que usar un teleprompter para tomar protesta, es un insulto a su persona, a su partido y a todos sus simpatizantes. Lo peor es que muchos ya sabíamos la frase con la que Peña Nieto remataría: «Si, protesto por la grandeza de México», así lo hicieron ver algunos diarios (el Reforma precisamente) dos horas antes de la toma de protesta. Lo que me dió más gracia es que yo como ciudadano común me sabía la frase que Peña Nieto no pudo memorizar y para lo cual usó el teleprompter.
Parece ser que a los asesores de Peña Nieto no les pasó por la cabeza que cualquier persona podría tomar una fotografía (más que ahora solo se necesita un celular para hacerlo) y subirla a Internet. Y es que no hablamos de una larga retórica donde el candidato tuviera que improvisar, fue una simple toma de protesta, que bien el candidato pudo memorizar o al menos aprenderse los puntos clave. Y si bajo ese talante va a hacer campaña no me quiero imaginar como le va a ir en los debates.
¿Y López Obrador?, pues simplemente se está cuidando mucho. Se dedica a predicar el amor mientras muchos de sus fieles seguidores siguen haciendo lo contrario. Por alguna razón sigue en tercer lugar pero no lo demos por muerto, en las campañas cualquier cosa puede pasar, y más con esa «capacidad de oratoria e improvisación» que presumen Vázquez Mota y sobre todo, Enrique Peña Nieto.