No sé si la política en México esté viniendo a menos, o más bien la libertad de expresión (alimentada en gran parte por Internet y medios electrónicos) esté haciendo que nos demos cuenta de quienes realmente nos quieren gobernar. Pero que yo recuerde de acá a la fecha no había visto un escenario político tan triste y vergonzoso como el que se prepara para el 2012. ¿Por qué digo esto?, porque en solo dos semanas, los políticos que contienden a la presidencia nos han enseñado quienes son realmente. Y esas dos semanas me bastaron para formarme una opinión de ellos. Seguramente en la campaña, además de presentarnos propuestas vacías que dudamos mucho que vayan a cumplir (aunque firmen ante notario o cómo sea), nos mostrarán una extensión de lo mostrado en estas dos semanas.
Lo de Enrique Peña Nieto es lo más penoso, y lo peor para él es que los «medios no alineados con el régimen» lo están poniendo en evidencia. No es tanto el hecho de si tuvo un desliz o no, sino que nos muestra, al no saber el salario mínimo, o el precio de la tortilla, que realmente le importa un «bledo» lo que realmente a un político le debería importar. Este político no es un estadista y no tiene por qué llegar a la presidencia. El mismo ha cometido casi el mismo número de errores que cometió Fox en su presidencia, y al igual que la gente se acuerda de todas las «pifias» de el exmandatario, seguramente la gente recordará las de Peña Nieto y, contrario a lo que dicen los pseudoperiodistas de Tercer Grado, si llega al 2012 en una elección cerrada, estos acontecimientos podrán pesar. El problema no es equivocarse, el problema es lo que hay debajo de esos errores y es lo realmente preocupante. Y a esto le debemos de sumar lo que ya sabíamos: Que es un candidato fabricado por Televisa, que detrás de el está Carlos Salinas y que hizo alianza con Elba Esther Gordillo y con el niño verde.
En el PAN, las cosas también han ido bastante mal. Tanto Josefina como Ernesto Cordero se han enfrascado en un pleito donde sacaron a luz públicos cosas íntimas, donde Josefina Vázquez Mota afirmó que en su gestión en la Sedesol (en tiempos de Fox) redujo la pobreza a la mitad (jajajaj, si como no) y que a la llegada de Cordero se crearon más pobres. También Josefina presentó su libro donde se entrevistó con varios personajes de derecha, izquierda moderada o incluso futbolistas, libro donde no propuso absolutamente nada más que demagogia, apeló a la emoción del lector más que la razón, muestra de su falta de capacidad de construír una plataforma sólida, demostrándonos lo mal preparada que está para asumir el cargo de la presidencia. Simplemente, ni Josefina ni Cordero tienen las tablas para llegar a la presidencia, por más que se entrenen en estos 8 meses restantes (cosa que de seguro no harán, apostarán más por el marketing). Cordero no pinta, es gris, no sabe no solo de economía elemental, seguro que no sabe ni como se llama.
Obrador era el único que iba bien. Pero hizo algo que a mi juicio, me habla de un cinismo y un descaro, y a pesar de que no se haya magnificado esta noticia (lo cual se me hace raro, porque en el 2006 cualquier tropezón era agrandado por los medios) creo que me da idea de este señor. Resulta que a AMLO se le ocurre ofrecerle a Bartlett una senaduría, ¿Quién es Bartlett?, es el expriísta que «tumbó el sistema» en las elecciones del 88. Tal vez la única lógica que le encuentro a esto, es que Bartlett fue junto al panista Javier Corral, quienes no permitieron el avance de la «Ley Televisa» y tal vez lo haya llamado con el objetivo de buscar deshacerse de las prácticas monopólicas de la televisora. Pero aún así no justifico esta decisión. ¿Cómo un candidato que proclamó fraude en el 2006 piensa en ofrecerle una senaduría al que ejecutó el fraude de 1988?. Además de tener a gente como Bejarano a su lado, la verdad que es de pensarse. De Fernández Noroña no hablo porque este tipo podrá ser un radical, un porro, un infantiloide, pero corrupto no es.
Y todo esto ocurrió en dos semanas. Yo encantado de que aquí le pararan y la siguiente semana fueran las elecciones. A mí ya me dijeron todo. ¿Para que quiero 8 meses más de demagogia, cinismo y promesas que no van a cumplir? actos llevados a cabo con nuestros impuestos y que a fin de cuentas sería dinero tirado a la basura. Ni el PRI, PAN o PRD ofrecen algo nuevo, más bien los electores estamos preocupados y estamos analizando quien de ellos es el que va a destrozar menos el país.
Y afirmo mi tesis, los políticos no cambiarán al país. Y lamentablemente, aunque nos duela, si representan a la ciudadanía. Entonces está en la ciudadanía cambiar. Si no cambiamos nosotros esto desde abajo, México será igual y cada seis años estaremos en las mismas. No le veo otra opción, o empezamos a involucrarnos, o esto se va a poner feo.