El PRIAN

Dic 10, 2017

Ellos son los rebeldes del PAN, quienes traicionaron a sus electores, quienes operan para el PRI, a ese partido que hace tiempo dijeron que combatirían.

Antes de hablar de la candidatura de Anaya haré lo propio con «los otros».

Los otros, los traidores. A esos que alguna vez les dimos su confianza porque queríamos sacar al PRI de Los Pinos, y nos traicionaron.

Esos que se hacen llamar «los rebeldes del PAN» y que más bien deberían haberse llamado «los sumisos del PRI». Aquellos que sin empacho alguno apoyan al candidato del PRI. Esos quienes acusan a Anaya de traidor, pero cuya traición fue más grande.

¿Alguien imaginaba esto en el año 2000, cuando muchos fuimos seducidos por la campaña populista de Fox?

17 años después Vicente Fox es uno de los principales promotores del PRI. De la misma forma lo fue de la campaña de Enrique Peña Nieto. Es más que evidente que si Margarita Zavala no alcanza sus firmas, Felipe Calderón apoyaría a José Antonio Meade. El michoacano, que alguna vez acampañara en contra del fraude del PRI en 1988, no sólo ya no es opositor a éste (tan sólo con quienes ha tenido algunas rencillas como Humberto Moreira) sino que las pocas veces que ha hablado del gobierno actual lo ha hecho con vítores y aplausos: «muchas felicidades presidente por detener a tal capo (luego se le escaparía) muy bien por aquello». Su esposa habla una y otra vez de la corrupción del PRI (es evidente, quiere ser candidata) pero  él no dice nada. 

Peores son los casos de quienes están en funciones, como Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth y, sobre todo, Javier Lozano, quien destaca por su intolerancia dentro de las redes sociales. Lo mismo insulta a personas comunes como a artistas de cine. Gael García no se equivocó al compararlo con Trump por la forma tan peculiar de usar su Twitter. 

Y seguramente, durante la campaña, ellos intentarán llevar votos a Meade. «¿te acuerdas de Felipe Calderón? ¿Te acuerdas cuando gobernamos? Bueno, entonces ahora te pedimos que votes por el PRI». Dirán que Anaya es un traidor y que destruyó al PAN, pero callarán cuando les pregunten sobre la traición suya, más grave. Dirán que es pragmatismo, que están ahí para contrarrestar el «populismo» de López Obrador, pero al menos ya le dieron la razón cuando el tabasqueño hablaba del PRIAN.

Ellos son más responsables de dejar a un gran número de ciudadanos (gente que ya no se siente representada por nadie) que el propio Ricardo Anaya. Es posible que algunas de las críticas que hagan ahora al «candidato destapado» sean válidas, pero no tienen la autoridad moral para hacerlas.

Ellos traicionaron a los que creían en el PAN y a quienes veían en este partido un alternativa al PRI. 

¡Y con qué cara!