Las elecciones 2016, el inicio del fin de la vieja política

Jun 6, 2016

Los resultados de las elecciones estatales dejaron un mensaje muy claro. La política del acarreo y las estructuras es cada vez menos rentable en México.

Los resultados de hoy no son cualquier cosa:

Las elecciones 2016, el inicio del fin de la vieja política

Como lo mencioné en el artículo pasado, el PRI viene viviendo un lento proceso de extinción donde sus bases están envejeciendo y haciéndose más estrechas. Mi pronóstico fue conservador y lo hice con base en la única información que había disponible a la mano, las encuestas (parece que algunas de ellas se terminaron vendiendo al mejor postor).

Pero el resultado fue más contundente.

A pesar de que recuperaron Oaxaca y Sinaloa, perdieron por goleada. Perdieron Tamaulipas, Quintana Roo, Aguascalientes, Durango, pero sobre todo, perdieron Veracruz y Chihuahua, gobernados por déspotas que comparten el mismo apellido Duarte.

Los resultados son importantes y quizá hasta históricos, porque el PRI hoy ha perdido fuerza dentro del territorio nacional, una fuerza que posiblemente jamás volverá a recuperar.

A pesar de las encuestas compradas, de los acarreos de votos, de la guerra sucia, de los mensajes de texto incitando a la gente a no salir a votar, a pesar de todo eso, el PRI se llevó una dura lección el día de hoy.

Me acuerdo muy bien cuando regresaron a Los Pinos, se sentían dueños del mundo, mostraban una arrogancia tal, que se ensimismaron, se metieron en su propio mundo paralelo y ahí están las consecuencias: Su modelo está caducando, y no bastaron ni 4 años desde aquel día que ganaron, para que su dura realidad quedara exhibida.

Con el tiempo, sus bases se harán más chicas, su «divide y vencerás» funcionará cada vez menos.

Entonces al PRI le quedará de dos sopas: se renueva, pero de verdad, y sí, eso incluye pedirle perdón a la sociedad por todos los agravios históricos; o muere.

El PAN sin hacer mucho ganó y recuperó varios estados. Y digo sin hacer mucho porque los albiazules ganaron más por lo que dejó de hacer el PRI que por lo que hicieron ellos mismos. Los panistas simplemente aprovecharon la coyuntura, por eso es que no se deben engañar y creer en la «ilusión facilona» de que el partido ya es fuerte otra vez. Sigue siendo un partido dividido y fracturado.

Morena por su parte, aunque no le alcanzó para ganar gobernatura alguna (más que en la Asamblea Constituyente de CDMX), comienza a tomar fuerza y ha hecho sonar la alarma de alerta en el PRD que podría dejar de ser el partido más importante de las izquierdas. Los priístas creen que en el 2018 podría ser entre ellos y Morena (López Obrador), con los resultados de hoy podemos poner ese argumento en tela de juicio. El PRI podría no ser siquiera uno de los dos actores principales.

La lección que hoy recibe el PRI es contundente. Será cuestión de ellos si tienen la humildad para recibirla y actuar en consecuencia.

Al mismo tiempo, es un día importante para México. La forma vieja de hacer política, con estructuras, acarreados y guerra sucia, recibió un golpe duro, muy duro.

Hoy es un día histórico.