Tú, como tú te comportas cuando estás en las redes sociales

Oct 7, 2015

Las redes sociales parecen haber creado (o más bien crearon) un mundo virtual. No es un mundo propiamente paralelo, más bien podría considerarse como complementario porque lo que sucede ahí tiene cierta repercusión en el mundo real. Las redes pueden deprimir personas al punto de llevarlas al borde del suicidio, pueden lograr que un producto lanzado al mercado sea exitoso o (por el contrario) que una marca termine deteriorándose, o bien, incluso pueden llegar a derribar políticos o hasta a un gobierno entero. Pero si bien las redes son un complemento, la dinámica en la que entran los participantes no es exactamente igual a la que juegan en el mundo real.

Tú, como tú te comportas cuando estás en las redes sociales

¿Por qué no es igual? Porque la arquitectura de las redes hace que las personas se comporten de alguna u otra forma, de hecho la dinámica no es igual entre las distintas redes sociales. Facebook parece ser una extensión virtual de la relación de una persona con sus círculos cercanos. Twitter más bien parece ser una red orientada al intercambio de opiniones e información (aunque con ciertas limitaciones, una puede hacer lo que hace otra).

Facebook ayuda a la gente a «estar conectada» con sus seres queridos, esta red (junto con los servicios de mensajería instantánea) ha desplazado al teléfono como principal medio de comunicación con los cercanos. El usuario puede saber que es lo que están haciendo sus amigos, puede estar al tanto de lo que hacen los demás y sentirse en contacto. Esta tecnología tiene muchos aspectos positivos, como también algunos negativos (como crear una narrativa de vida idealmente sesgada que puede hacer creer a otra persona que los demás tienen una vida más interesante que la propia, tratar de equiparar una relación o lazo en la red a uno personal, o bien, usar esta red para evadir o tergiversar el mundo real).

Mientras en Facebook por razones obvias, los usuarios tienden a mantener la compostura de forma parecida a la que tomarían en la vida real (se trata de amigos y seres queridos reales), en Twitter la cuestión es diferente: No existe esa necesidad, y como no existe, los usuarios tienden a tomar posturas más intolerantes frente a ciertos temas.

Algunos usuarios o personalidades se llegan a preguntar por qué ocurre este fenómeno. – ¿Por qué en redes como Twitter o foros de discusión la gente toma una postura muy agresiva? Personajes como Enrique Krauze intentan relacionar esto con una democracia incipiente y una sociedad que no ha terminado de madurar; puede haber una relación pero no lo explica todo, en tanto en cierta medida y con sus particularidades esto ocurre en diferentes latitudes del mundo.

Adicción redes sociales

La explicación más obvia es que muchas de las personas con las que interactuamos no son personas con las que tenemos alguna relación cercana. Cuando discutimos con gente que queremos buscamos guardar las formas y llegamos a la conclusión de que vale más la pena conservar una amistad que ganar una discusión de un tema que no es muy relevante. Podemos ganar poco, y a cambio podemos perder mucho.

En cambio en las redes como Twitter los usuarios no perdemos nada a la hora de tratar de «humillar al rival». Podemos difamar a alguien, decirle de lo que se va a morir y la consecuencia más extrema sería recibir una sanción por parte de la red social (claro, exceptuando gobernadores autoritarios que son capaces de llevarlo a otra dimensión). Se trata de defender nuestra postura, y no sólo eso, sino de exhibirla tal cual es como no lo haríamos con nuestros seres queridos. Si el tío es «conservador» o es un «chairo» procuraremos no discutir, o si accedemos a la discusión, trataremos de no llegar a los insultos y buscaremos cerrar el debate de forma cordial.

Pero siendo sinceros, cuando eso ocurre, el pleito continúa latente en nuestra mente. Muchas veces la discusión desgarradora de ideas sigue en nuestra cabeza cuando el tío no está o cuando hemos dado por concluido el tema. Ese hábito más que ser una postura hipócrita es un acto de tolerancia e inteligencia emocional. Pero en las redes, al no tener nada que perder, insisto, el usuario asume que no hay necesidad de guardarse nada. Incluso es capaz de proyectar en las otras personas a esos seres queridos a los cuales por prudencia no les mienta la madre, debido a sus diferencias ideológicas, políticas, religiosas, o ve tú a saber que.

Muchas personas que son agresivas en las redes, en la vida real pueden ser muy tranquilos e incluso inseguros con dificultad para expresar sus sentimientos.

Dentro de las redes como Twitter no hay lazos afectivos con la mayoría de las personas con las que se interactúa. Uno no puede lamentar romper un lazo que no existió. Tampoco hay necesariamente un interés en esa relación, ni afectivo, ni económico ni de interés. Vaya que una discusión con un anónimo no corre el riesgo siquiera de llegar a los golpes. Además el juicio que hacemos de los demás usuarios tiende a ser muy apresurado (efecto halo) y nos asignamos atributos y características a una persona solamente por su forma de pensar (y en la mayoría de los casos, con respecto a un tema específico).

Las redes sociales como Twitter o los foros de discusión no tienen el propósito de crear lazos afectivos entre las distintas personas, no son Facebook (que más bien busca consolidarlas) ni mucho menos Tinder. Esas redes buscan generar discusión, es su propósito. Habrá quienes discutan de forma moderada y respetuosa, pero los que no lo hacen (independientemente de si pudieran tener problemas de personalidad, psicológicos o de autoestima), no tienen barreras que les impidan ser agresivos.

No es que la gente «cambie» o se haga «más buena» o «más mala»; es que la gente se comporta de forma diferente de acuerdo el entorno en el que está. Así como un mexicano puede ir a Estados Unidos y respetar las leyes que aquí jamás respetaría, en las redes sociales tendría comportamientos que no manifiesta cuando interactúa con otras personas en la vida real. Los seres humanos jugamos distintos roles (con amigos, familiares) y las redes sociales solo vinieron a crear nuevos roles, porque el individuo sigue siendo el mismo.