¿Por qué indignarse de la misión en Marte cuando hay pobres es una tontería?

Oct 4, 2015

De pronto en las redes sociales me he encontrado con memes e ilustraciones de personas indignadas porque la NASA invierte millones de dólares en la misión en Marte cuando en la Tierra hay pobres. Uno de esos memes afirma que en la tierra no hay vida inteligente porque han gastado un dineral para descubrir agua en el planeta rojo cuando en nuestro planeta hay pobres que apenas tienen acceso de agua y se están muriendo.

¿Por qué indignarse de la misión en Marte cuando hay pobres es una tontería?

¿Pero saben? Indignarse por eso es una tontería.

Primero, porque la raza humana debe de seguir evolucionando. Toda la investigación especial tiene una razón de ser dentro de nuestro instinto de supervivencia. No podemos esperar a que «no haya pobres» para seguir dando pasos adelante como especie.

Las misiones que se llevan a cabo no son una tontería ni un lujo. ¿Sabes que significa la existencia de agua en Marte? No es cualquier cosa. Esto incrementa exponencialmente la posibilidad de establecer colonias en un futuro, y eso nos puede traer beneficios; no sólo se trata de personas que puedan vivir allá, se trata de recursos naturales, de investigación. Tal vez nuestra generación no obtenga beneficios de ello, pero sí las que vienen.

Segundo. La pobreza no se resuelve con carretadas de dinero. El Live Aid de 1984 organizado por Bob Geldof es recordado por conciertos pletóricos como el de Queen, el de U2 y algunos otros conjuntos. Pero también es recordado porque todo el dinero recaudado que se entregó a África, no sólo no sirvió, sino que gracias a éste, los gobiernos dictatoriales de ese continente se vieron beneficiados; gracias a ese dinero pudieron reforzar su gobierno con todas las consecuencias negativas que eso tuvo para la población.

La pobreza es un problema multidimensional que no sólo se resuelve con dinero. La pobreza se resuelve con sociedades más libres y educadas, con gobiernos más democráticos, con innovación y avances tecnológicos. En realidad, a pesar de la desigualdad prevaleciente en el mundo la pobreza ha disminuido: En 1990, el 47% de los habitantes padecía pobreza extrema, veinte años después sólo el 22% la padece; en 1990 42% de los niños menores a 5 años pasaban hambre, para 2010 esta cifra se redujo al 26%. No podemos esperar a que esos indicadores lleguen a 0% para poder invertir dinero en exploración espacial.

La pobreza disminuye progresivamente, no de la noche a la mañana a billetazos.

Tercero. Los principales responsables de la pobreza extrema son los países donde ésta se da. La NASA es una institución estadounidense financiada por el gobierno de ese país. El dinero que el gobierno de los EEUU gasta en la NASA representa el 0.2% del PIB (muy poco). Indignarse por eso es equivalente a reclamarle al Conacyt por hacer inversión en investigación y desarrollo cuando hay niños que se mueren de hambre en Burkina Faso.

Es más, es como sugerir que en vez de que el gobierno invierta en Investigación y Desarrollo y becas, use ese dinero para la «Cruzada contra el Hambre».

¿Por qué nadie dice nada de los gobiernos de Nigeria o Zimbabwe quienes se enriquecen a costa de los pobres y se dejan corromper por empresas multinacionales que atentan contra el medio ambiente de su país a cambio de maletas de dinero con lo cual los líderes políticos pueden vivir como millonarios en un país donde más de la mitad de la población se muere de hambre?

Cuarto. Tiene que ver con un acto de congruencia. Me pregunto si quienes se indignan colaboran de alguna manera o donan algún porcentaje de sus ingresos (aunque sean 100 pesos al mes) para combatir la pobreza. Les pregunto por qué prefirieron invertir su dinero en un smartphone para hacer activismo en redes en vez de ayudar a los niños desnutridos que están pasando hambre.

Porque es fácil hacer activismo de sofá e indignarse de «cualquier cosa», porque eso no requiere ningún esfuerzo, ni siquiera el de entender el por qué de las misiones ni molestarse en entender nociones básicas de economía.

Pero a todo le queremos poner un pero. Negamos nuestra inteligencia como raza porque hay pobres, pero cuando salimos a la calle, ninguneamos a los migrantes porque «ensucian nuestra colonia» e ignoramos a los niños de la calle quienes son en gran parte de los casos golpeados por sus papás si no llevan dinero a la casa. Ahí sí deberíamos de preguntarnos si hay inteligencia en nuestro planeta, o si más bien la usamos.

Porque la verdad, hacemos que nos indigna la pobreza o sólo nos indigna cuando está de moda o sale en la portada de un diario internacional. Y también se convierte en una moda reclamarle a la NASA por sus investigaciones cuando ellos ni siquiera tienen nada que ver.