Los estudiantes de Ayotzinapa ya están muertos

Sep 25, 2015

Este 26 de Septiembre es el primer aniversario de uno de los días más trágicos de la historia moderna de México, y hablo de la matanza de los estudiantes de Ayotzinapa. A un año, y por más que el Gobierno trate de hacer que la población olvide el tema (porque el Gobierno se mostró incompetente, porque Ayotzinapa evidenció al Gobierno, evidenció la colusión del crimen organizado con el Estado, y también porque hay quienes se han querido aprovechar de la tragedia y manipular a los padres con intereses políticos), el dolor ahí sigue, no se ha ido.

Los estudiantes de Ayotzinapa ya están muertos

Hay una cosa que a mí me parece tristemente cierta, y es que los estudiantes de Ayotzinapa están muertos. Entiendo a los padres, me imagino que en su dolor no quieren perder las esperanzas, pero no veo como es que los estudiantes puedan estar vivos, menos a un año. La forma en que murieron puede ser debatible: La PGR tiene su «verdad histórica» y el GIEI por su lado afirma que esa versión es más bien una «mentira histórica». Pero los estudiantes ya murieron.

Los padres están en su derecho de no aceptar la verdad porque es muy doloroso aceptar la muerte de un hijo, más cuando no se conocen con certeza las condiciones en que murieron. Pero a nosotros si bien no nos deja de doler el hecho, no nos han matado a un niño y podemos pensar de forma más racional y objetiva. ¿De verdad creen que los estudiantes están vivos, escondidos en algún lado? De verdad lo veo muy difícil, si no es que imposible. ¿Para qué el Gobierno simularía una tragedia que no existió? Se me hace algo absurdo.

La tragedia nos duele mucho, de hecho Ayotzinapa es la razón por la cual el Papa Francisco (según palabras de Raymundo Riva Palacio) no pisó México en esta visita a América. El Papa Francisco pidió ir a la normal de Ayotzinapa para oficiar una misa, lo cual no le pareció al Gobierno de México. Es un secreto a voces que la relación entre el Gobierno de Peña Nieto y el Vaticana no es la mejor.

La tragedia nos duele mucho, porque a pesar de que los estudiantes posiblemente no eran un ejemplo a seguir (en una manifestación en la Autopista del Sol, quemaron una gasolinera donde murió una persona) no se concibe que una autoridad coludida con el crimen perpetre una masacre de semejantes proporciones. Los estudiantes debían ser calmados o sancionados, no ejecutados.

La tragedia nos duele mucho, porque aunque yo no creo que el Gobierno de Peña Nieto los haya mandado a matar, como algunos sugieren, el Gobierno fue tan displicente que el mensaje que recibimos fue de «me vale madre» y porque el nivel de corrupción que han permitido (y hasta fomentado) de alguna forma han permitido que el Estado pueda ponerse al servicio del narcotráfico para perpetrar una masacre, porque sin importar si fue de orden local o estatal, #FueElEstado, porque el estado se puso al servicio de los narcotraficantes.

Sí, es doloroso aceptar que están muertos, porque eso significa una herida más en nuestra historia, un hecho cuyas causas posiblemente nunca conozcamos a fondo, porque hay muchos interesados en que no se sepa, o hay quienes quieren jugar tramposamente con la historia.

Vivos se los llevaron, pero… muertos están. Y al Gobierno no le importa, el Gobierno sólo quiere lavar su imagen, el Gobierno no quiere resolver nada, sólo se quieren lavar las manos, y seguir en su acostumbrada dinámica del poder.