Y por qué tener auto o casa ya se volvió menos importante

Jul 9, 2015

En tiempos de mis padres, era un must of pensar en como adquirir una casa; rentar una era algo así como «pobre tipo, no tiene mucho dinero». En mi generación es importante pero ya no tanto como antes. A mis 30, pocos de mis amigos, parientes o personas cercanas tienen una. Muchos están cómodos con la idea de rentar un departamento y vivir ahí, solos, con amigos, con su pareja (casados o en unión libre), o incluso seguir viviendo con sus padres. Los jóvenes de ahora viajan más que los de antes, prefieren «vivir» en vez de pensar en ahorcarse con alguna hipoteca o algún plan. Esto podrá ser una «mala intuición mía» pero no lo es. Por ejemplo, según el Banco Interamericano de Desarrollo, los llamados Millenials (o Generación Y) de Estados Unidos piensan más en tener un celular, una tablet o viajar, que en tener un automóvil o una casa.

CherryCaloncho

Es curioso cuando menos este cambio en los patrones de consumo. En Guadalajara (patrón que se repite en casi todas las grandes ciudades) se construyen torres de departamentos en la Colonia Americana, una zona llena de jóvenes que se trasladan en bicicleta, donde se encuentra una gran oferta de bares, centros de entretenimiento, cultura y arte. Lo mismo pasa en el caso de las colonias Roma y Condesa en el Distrito Federal. Hay una tendencia creciente donde los jóvenes buscan vivir «cerca de todo» donde puedan caminar más, andar en bicicleta y convivir a nivel calle. En las ciudades mexicanas este cambio que ha gentrificado zonas que hasta hace poco no tenían mucho poder adquisitivo todavía es algo incipiente, pero es una marcada tendencia global. Los jóvenes ya no piensan tanto en el coche cuando ahí está la bici o pueden pedir un Uber, los jóvenes ya no piensan en hoteles caros cuando ahí está airbnb.com donde pueden vivir «más experiencias» y conocer más gente.

Las aspiraciones cambian, en lo particular antes de pensar en una casa o incluso en pensar en un coche, pienso en viajar (recorrer varios países de Europa) o en estudiar una maestría. Posiblemente esas cuestiones serán planteadas cuando me decida casar y tener hijos, pero muchas personas se casan a edades más tardías.

Posiblemente este cambio tiene que ver con que la forma en que las ciudades se han desarrollado se ha vuelto insostenible: Largas distancias, ciudades con poca convivencia en las calles, tráfico, falta de ejercicio. La gente está volviendo a repoblar el centro de las ciudades, del cual había escapado hace décadas por la inseguridad y por aspirar a vivir en un espacio mayor. Para muchos ahora no es tan importante el jardin grande y el coto exclusivo, ahora lo es un departamento del cual puedan caminar a su trabajo, al bar y otros lugares a convivir con más personas.

El modelo del carro ya no será tan importante para tratar de «destacar en sociedad», ahora son los viajes, la convivencia, los lugares alternativos a los cuales se va a comer. Las ciudades deben de preocuparse más por mejorar el transporte público, por inhibir el uso de automóviles en zonas pobladas, por promover el uso de la bicicleta, por crear espacios públicos donde los habitantes puedan convivir o hacer ejercicio. Los mismos ciudadanos en su lógica natural han desafiado a la planeación urbana de las ciudades debido a su deficiencia, como una forma de protesta inconsciente (a veces), y las ciudades, unas más, otras menos, han empezado a entenderlo. Nuestras aspiraciones no son las mismas que las de nuestros papás cuando eran jóvenes.