Grecia, antes eras chévere

Jul 5, 2015

Los griegos acaban de votar «No». Los griegos no quieren saber más de políticas de austeridad nuevas para poder aspirar a nuevos préstamos. A los griegos los jodieron las dos cosas, las políticas de austeridad, y a su vez, la excesiva intervención y despilfarro del estado. Probaron de las dos sopas y ninguna funcionó:

Grecia, antes eras chévere

“Los griegos están demostrando que quieren permanecer en Europa” como miembros iguales “y no como una colonia endeudada”. Dimitris Papadimoulis, eurodiputado de Syriza, del partido gobernante.

Independientemente del resultado (algunos sugieren que el «no» podría significar la salida de Grecia de la eurozona, y bien, podría incitar a otros países en condiciones parecidas a hacer lo mismo), el futuro de Grecia es incierto; hubiera sido incierto si hubiera ganado el «Sí» y también lo es con el «No» victorioso. Tendrán que pasar varios años para determinar si la decisión que tomó el pueblo fue la correcta, más difícil es saberlo cuando recetas económicas antagónicas no lograron funcionar en el país helénico.

El problema de Grecia para la zona no es tanto económico (es un país casi insignificante para el poder económico de Europa), sino político. Los partidos de extrema izquierda y extrema derecha están tomando popularidad mientras que los de centro han quedado rebasados y con poco margen de operación. Las estructuras políticas de varios países europeos están comenzando a cambiar debido a la ineficiencia de «los de siempre» ¿Les suena conocido?

Pero el tema aquí es ¿Qué pasó con Grecia? La herencia que los griegos dejaron de alguna forma inluyen en nuestra forma de vivir. Los griegos fueron quienes crearon esa «democracia» que tanto repetimos y promovemos de dientes para afuera. El pensamiento cristiano actual está muy influenciado por Aristóteles (la mayor parte de la metafísica de Santo Tomás de Aquino procede del griego), éste fundó la física, la estética, la biología, la metafísica, la retórica, la moral, la psicología, la política, y la economía (nada más). Los jónicos fueron los primeros que creyeron que la naturaleza y nuestra existencia se podía explicar sin dioses ni seres superiores (fueron los primeros precursores de la ciencia). Pitágoras aportó mucho a las matemáticas y la geometría, Tales de Mileto calculó eclipses solares. Tuvieron mucha influencia en el deporte occidental y fueron quienes crearon las Olimpiadas.

Los griegos han aportado poetas espléndidos como Homero, Safo y Esopo, filósofos como Platón, Aristóteles y Sócrates; Heráclides fue el primero que habló sobre la rotación de la tierra y Aristarco fue el primero que afirmó (y no Galileo) que la tierra giraba alrededor del sol. Parte de nuestra forma de concebir al mundo se la debemos a los griegos, nuestra escala de valores personales está influenciada (aunque no nos demos cuenta) en cierta forma por los griegos (gracias a la educación que recibimos), para hacer funcionar a un automóvil se debe de echar manos de leyes que tuvieron a griegos entre sus precursores, para hablar de astronomía también. Nuestro sistema político está inspirado en el derecho romano que a su vez fue influenciado por los griegos, incluso el comunismo cuya teoría fue desarrollada por Marx, a su vez influenciada por Hegel, y ésta a su vez influenciada por un griego: Heráclito.

Todo eso (y seguro he omitido muchos legados más) nos dejaron los griegos. ¿Y qué es Grecia ahora? Grecia es un país irrelevante en el concierto de las naciones europeas, con ciudades de desarrollo medio (un poco por arriba del tercer mundo pero sin llegar al desarrollo) y con un grave problema. Grecia es la principal responsable de su crisis, Grecia vive de su pasado (en sus distintas etapas, a través del turismo) para poder mantenerse en pie: El Partenón que se levanta en un cerro rodeada por una ciudad que no le hace mucho honor a la antigua Atenas, sus playas (Santorini), sus cruceros, su historia.

Esa Grecia que todos admiramos posiblemente no tiene nada que ver con la Grecia actual. Invadida por los bizantinos, por los otomanos, que recuperó su independencia hasta 1830 y se convirtió en un país democrático hasta 1975. De esa antigua Grecia ya no queda casi nada más que algunos edificios que se niegan a ceder ante el deterioro provocado por su antiguedad.

Hoy Grecia está en un grave problema, el país es insostenible, como cultura (actual) es débil y a pesar de su peso histórico, juega un papel menor. Los griegos podrán criticar las políticas impuestas por lo que llaman la Troika, por el FMI y el Banco Mundial; podrán decir que lo propuesto por Alemania es indignante. Pero la realidad es que la mayor parte de la crisis se originó en casa. Grecia como país no ha logrado destacar, los inmuebles construidos para los Juegos Olímpicos se encuentran deteriorados y en total abandono, juegos que fueron una de las tantas causas que provocaron la inmensa crisis en que se encuentra sumido el país helénico.

Triste es ver así a una Grecia que nos ha dejado tanto, pero es que en realidad la Grecia actual sólo comparte con la antigua el nombre y poco más.