¿Por qué el Chicharito debería ser tu ejemplo a seguir?

Abr 22, 2015

No, no es que me haya vuelto un fanático del futbol (me agrada el deporte aunque no soy muy seguidor de él y veo pocos partidos). Este futbolista, este jugador, esta persona, siempre se me ha hecho ejemplar. Si los mexicanos fuéramos Chicharitos seríamos potencia mundial, o al menos seríamos un país mejor. Chicharito es la excepción y no la regla en este país; aunque es una obviedad porque los mejores siempre serán excepción y no regla.

¿Por qué el Chicharito debería ser tu ejemplo a seguir?

No es que me haya subido al tren del mame por la «hazaña» del futbolista al meter el gol que le dio el pase al Real Madrid en el minuto 87 frente al Atlético en la Champions League (es el pretexto nada más) , es que de verdad creo que Chicharito es una figura ejemplar para este país (yo sé, es futbolista, no es científico de la UNAM ni cerebro fugado por falta de oportunidades).

Para los estándares mexicanos el Chicharito es bueno, pero tampoco es un crack mundial. Frente a jugadores como Messi, Ibrahimovic, Iniesta, Cristiano Ronaldo, Chicharito se ve algo limitado. No es ni será tan habilidoso como ellos, y de hecho en la historia de nuestro balompié han aparecido algunos jugadores con más talento que el Chicharito. Y a pesar de eso, en el Manchester United tuvo un promedio de goles destacable, y por eso ha estado tanto en ese equipo como en el Real Madrid. Eso no lo logra cualquiera y eso lo convierte automáticamente en uno de los referentes de nuestro futbol mexicano (con todo y su liga mediocre).

Naturalmente muchos «connacionales» han sido muy críticos con este jugador. Chicharito se la ha pasado deambulando constantemente por las bancas de los equipos, posiblemente al ser un jugador un poco más limitado, ha tenido complicaciones para poder pedir un puesto titular. Pero el Chicharito se la raja. Dicen que es un petardo, le exigen como si Chicharito ganara su dinero de nuestros impuestos, pero como sea, logra cumplir, logra salirse con la suya.

Los mexicanos tendemos (o creemos que) a fallar en los momentos clave. Con Chicharito pasa al contrario. Éste jugador que lucha por unos minutos de juego logra ser la diferencia como lo hizo con el Real Madrid. Pero no sólo es la actitud, es la humildad, una humildad verdadera y no otra malentendida tan permeada en la sociedad donde se sugiere que el éxito es malo.

El Chicharito puede ser contratado por el Madrid, le pueden develar una estatua, pero siempre será ese personaje humilde que no olvida las raíces y que tiene los pies más pegados en la tierra que un candidato a diputado local de una ranchería ubicada en un lugar desértico. Chicharito es ambicioso en el buen sentido de la palabra, se esfuerza, quiere ser el mejor, pero a la vez no se concibe como superior a los demás y es agradecido con las oportunidades que ha recibido para trascender.

El verlo llorar después de meter su gol lo dice todo, habla de su humildad, de sus frustraciones, del ser humano. Chicharito es ganador, pero es humilde, no subestima ni denigra a sus semejantes por estar en una mejor posición. Ese perfil tan escaso, es el que hace falta en nuestro país, con tantos problemas y tantas injusticias.

Ojalá hubieran más chicharitos en México.