¿Defender la libertad de expresión? Sólo cuando se me hincha

Mar 18, 2015

En México tenemos un problema, y ese problema es que muchas personas defienden la libertad de expresión sólo cuando les conviene, o sólo cuando callan a los que dicen lo que quieren oír, pero no dan un centavo cuando callan a quienes tienen diferentes opiniones. Basta pasearse por Twitter, basta escuchar muchas conversaciones donde eso se corrobora.

¿Defender la libertad de expresión? Sólo cuando se me hincha

En el 2012, muchos «chairos» se congratularon con la despedida de Pedro Ferriz de con, ahora, otros aplauden la salida de Carmen Aristegui, priístas (que por cierto muchos de ellos en las redes defendían a morir a Carmen en 2011 cuando lo de Calderón) y algunos que se hacen llamar libertarios. A veces las razones terminan siendo ideológicas: -Es que Pedro Ferriz era un vendido, es panista -Es que Carmen es una pésima periodista porque defiende a AMLO, ya la tenían que correr. Parece que el «me cae bien» y el «me cae mal» determinan quienes tienen derecho a expresarse. Tan malo es que Peña censure a Aristegui a que AMLO en el poder censure a Ciro Gómez Leyva (por más recalcitrante que sea este periodista). El autoritarismo puede ocultarse bajo diferentes ideologías.

Lo que le hace falta a México son más voces, que todas las posturas ideológicas estén representadas. Es iluso pensar que debamos buscar a un periodista completamente objetivo (algo que se antoja imposible) y por eso es importante tener más opinólogos, de izquierda, de derecha. El ciudadano debería saber que para llegar a la objetividad (o al menos acercarse) debería de consultar diversas opiniones para llegar a sus propias conclusiones.

Construir democracia es difícil porque se requiere de tolerancia, se requiere de respeto hacia aquellos que profesan otras opinones, por más absurdas que estas parezcan. En una democracia, los ciudadanos pueden llegar a levantar la voz para discutir sus ideas, incluso pueden ser sarcásticos y pueden interpretar el punto de vista de sus adversarios como algo estúpido, pero saben que sus adversarios tienen el derecho a emitir su opinión y no les coartan dicho derecho. Aquí en México no es así (al menos en muchos de los casos).

Si queremos que México sea un país democrático y no uno marcado por el autoritarismo, debemos de empezar a ejercer la democracia nosotros mismos. En México ante la falta de argumentos se tiende a denigrar e insultar a las demás personas, incluso a hacer campaña en contra de ellas. A mí Ciro Gómez Leyva me puede parecer un pésimo periodista (y lo pienso), pero al final lo que atacaré de él es su punto de vista o sus acciones, no su persona como tal. Puedo decir que es un vendido, que es poco objetivo e incluso que su periodismo es mentiroso; pero muchos creen tener el derecho a denigrar y a hacer ataque personales, cuando él, tiene el derecho de expresarse, y yo defenderé su derecho, aunque no me gusten sus opinones.

Nos hace falta mucho. Y creo yo que es algo lógico. Si los ciudadanos no respetan la libertad de expresión de los demás, de ellos surgirán gobiernos autoritarios, que llevarán su credo a instancias de más poder.