2015 y la curiosa coincidencia del cambio de año

Ene 1, 2015

It’s a new dawn
It’s a new day
It’s a new life
For me
And I’m feeling good

2015 y la curiosa coincidencia del cambio de año

Algunos me dirán que sólo se trata de una coincidencia numérica-astronómica lo que estamos celebrando, coincidencia que se repite cada determinado tiempo, lo suficientemente larga como para que no se convierta en rutina, y lo suficientemente corta como para que no deje de formar parte de nuestras tradiciones como especie humana. En realidad los seres humanos hemos aprendido a dividir el tiempo para sacar mayor provecho de él; y los años nuevos, cuyo inicio se determina por la división del tiempo calculado en base a la traslación del planeta tierra hacia el sol, son un ejemplo de ello; por eso a pesar de que pueda ser alguna suerte de coincidencia, tiene mucha importancia para nosotros.

«¡Es mi año!», «Este año tiene que ser mejor», «Este año no pinta muy bien», «Este año me he fijado ciertos propósitos». Aunque no es necesario esperar a que un año comience para cumplir ciertos objetivos en la vida, sí sirve para poder dimensionar nuestras vidas de una forma más correcta y concreta, y así como una empresa divide sus balances en períodos determinados de tiempo para en base a ellos tomar decisiones clave, nosotros como individuos hacemos lo mismo y nos planteamos distintos retos con el fin de aspirar a una mayor felicidad en un tiempo no muy lejano.

Los propósitos de año nuevo son algo muy curioso, porque generalmente son los mismos: Voy a bajar de peso (parte del cual se obtuvo en las fiestas), voy a hacer ejercicio, voy a hacerme del hábito de leer, voy a ahorrar, voy a buscar un mejor trabajo. Y generalmente esos propósitos no se cumplen al grado que en ocasiones suelen ser los mismos del año pasado. Pero deberíamos ir más allá, las personas deberíamos de aprovechar esta coyuntura para hacer un análisis exhaustivo del año pasado, meditar que es lo que salió bien, lo que se hizo mal, y tratar de integrar esta dinámica en nuestro proyecto de vida, porque me imagino que todos tenemos uno ¿o no?

Ya hemos cruzado hacia el 2015, nos hemos dado cuenta que somos cada vez más grandes. Ese acontecimiento ocurrido en cierto año (la graduación, el anillo de compromiso, ese viaje, y ni que decir del año de nacimiento) se ve más lejano. 2015 puede ser para muchos un borrón y cuenta nueva, para otros puede ser la continuación de algo bueno, de algo positivo. Tú, que tienes la oportunidad de leer este texto, yo, y muchos otros, somos privilegiados, tenemos en nuestras manos la posibilidad de que este año sea mejor que el pasado, podemos comernos las uvas y soñar, ver en nuestros propósitos aquello que en 2015 nos hará más felices. Otras personas no tienen esa oportunidad, y en muchos casos no son conscientes de la fecha, gente que vive en la pobreza extrema, que padece enfermedades, gente a la cual le han arrancado familiares y seres queridos, gente que padece injusticias, y que está obligada en satisfacer sus necesidades primarias antes de pensar en sueños, retos o anhelos.

Si no eres feliz, si sientes que tu vida no va como tu quisieras, date la oportunidad de hacer un borrón y cuenta nueva. Aprovecha este cambio de año para comenzar a hacer las cosas diferentes, para cambiar de hábitos, para empezar a creer en ti y en tus sueños. Posiblemente despiertes hoy, y mientras comas el recalentado de la comida que sobró ayer, te darás cuenta de que hoy es un nuevo año, una nueva oportunidad para ti; pero debes ser consciente de que de ti depende que este año sea diferente, mejor. En vez de crear propósitos al aire, crea un propósito magno y supremo, el cual consiste en que el próximo fin de año te sientas muy satisfecho de los resultados obtenidos en éste que está comenzando.

Qué tengas un muy feliz año. Posiblemente las expectativas para el país no son lo más alentadoras, las malas noticias abundan, la gente negativa pulula por tus alrededores; pero a pesar de lo gris que pueda parecer el panorama (o te digan que es), no puedes dejar de soñar, ni de vivir.