Edgar Tamayo y ese nacionalismo absurdo

Ene 22, 2014

Recuerdo, no se me olvida, cuando los mexicanos queríamos comernos vivos como lobos hambrientos a los franceses por celebrar la liberación de Florence Cassez. Dato importante, no lo saquen de su cabeza.

Edgar Tamayo y ese nacionalismo absurdo

La historia va más o menos así, Edgar Tamayo va a una fiesta allá por 1994 en Texas con su amigo  Jesús Mendoza. Los metieron a la patrulla por un supuesto robo, y después de que el policía hiciera una escala, éste recibe tres disparos por parte de Tamayo. El arma no tenía las huellas dactilares de él, ni de su acompañante, pero el mismo Tamayo aceptó haberlo matado porque no lo había dejado hablar con su esposa. Es decir, Tamayo es un asesino.

El otro lado de la moneda tiene que ver con la pena de muerte. La sentencia letal es un absurdo que no puede sostenerse ni con estadísticas ni con nada. En ese sentido, me parece bien que acudan a instancias como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entre muchas otras, o que las autoridades mexicanas estén en contra de esa medida, porque la pena de muerte, es tan absurda, que sólo un partido igual de absurdo como la pena como lo es el Partido Verde, la apoyaría.

Pero una cosa es tratar de evitar que se le aplique la pena máxima y que cumpla su sentencia como la debería cumplir en un país desarrollado, y otra cosa es tratar como hèroe a Tamayo sólo porque es mexicano. Hay que recordarlo, Tamayo es un asesino. Privó de la vida a un policía, que tiene una familia, y seres queridos. ¿Merece ser tratado como héroe? También es cierto que estando en Texas, Tamayo está sujeto a las leyes de ese país, por más absurdas que sean.

¿Deberíamos estar «orgullosos» de un mexicano asesino de exportación? No lo creo. La pena de muerte es absurda y retrógrada, pero él privó de la vida a un policía, Tamayo aplicó la pena de muerte a ese policía por «el delito» de no permitirle hablar con su esposa. ¿Por qué hay que defender a un asesino mientras tanto en México, como fuera de él, miles de personas inocentes de nuestra nacionalidad son víctimas de atropellos, de delitos, de asesinatos, las cuales terminan en el anonimato?

Está perfecto que se luche contra ese tipo de sentencias, me parece perfecto que se ejerza presión para que la pena capital ya no exista. Es un absurdo, y es una muestra de falta de civilización por parte de la cultura estadounidense esa forma de hacer justicia. Pero también hay que dimensionar las cosas. A Cassez a pesar de ser culpable, se le hizo un proceso mal hecho, la vitorearon en Francia, y los mexicanos nos indignamos. Ahora nos toca estar en el otro lado de la moneda para comprobar que ante una situación similar, reaccionamos igual.

Sí, es lamentable que hayan ejecutado a Edgar Tamayo. Pero también es lamentable, incluso más, el crimen que él cometió. El que sea «orgullosamente mexicano» no lo exime de ninguna culpa derivada de sus actos.

Tendría que corregir y decir «Tamayo fue un asesino». Porque al tiempo que escribí esto, fue ejecutado con la inyección letal.