La reforma energética, un simple artículo

Dic 12, 2013

¡Quesque el petróleo es de todos los mexicanos! ¡Quesque con la apertura nos vamos al primer mundo! #Posmeencuero #Pospongovallas. Hasta ahora, todo lo que ha sucedido es previsible y es consecuencias de muchas cosas. Consecuencia de haber malusado nuestros recursos, consecuencia de haber repetido por décadas esa frase de «el petróleo es de todos los mexicanos» al punto de convertir la expropiación petrolera en un día festivo. Consecuencia de la mala forma en que actúan los políticos, consecuencia de Peña Nieto. Consecuencia de todo. Todo el ambiente que rodea a la Reforma Energética podría ser objeto de estudio para entender la idiosincrasia del mexicano.

La reforma energética, un simple artículo

Como siempre sucede (y no es algo que solo ocurra en México) el tema está polarizado. Para los izquierdistas, la derecha + PRI son traidores, vendepatrias, criminales. Para los derechistas, estos primeros son terroristas que no quieren el avance de la nación. En las redes sociales, no es tan diferente. Las posturas son muy en pro o muy en contra. En realidad, las encuestas dicen que la mayoría de los mexicanos están en contra de la apertura de Pemex. La forma en que tanto proponentes como opositores han planteado sus puntos de vista, ha sido a mi parecer, escueta. Al menos en mi particular opinión, los primeros no lograron darme la suficiente certidumbre, y los segundos se aferraron a dogmas históricos.

¿Cuál es mi postura? Yo he estado a favor de la apertura de Pemex. En varias décadas no logramos apuntalar el desarrollo del país con el petróleo, incluso dejamos ir oportunidades históricas, como las que le tocó a López Portillo. También alguna vez mencioné, que casi todos los países que tienen mayores reservas son antidemocráticos y que en la mayoría de los casos, el oro negro creaba corrupción debido a la facilidad de obtenerlo. También es cierto que los «como» pueden hacer la diferencia entre una apertura que catapulte al país al desarrollo y literalmente un desfalco. Con la Reforma Energética me quedan algunas dudas. Los Senadores del PAN Javier Corral y Ernesto Ruffo Appel votaron en contra, no por estar en contra de la apertura, sino por la forma en que ésta se estaba llevado a cabo (sobre todo por la premura y muchos otros detalles), y creo que vale la pena escuchar su opinión. Porque no sólo se trata de abrir Pemex, se trata de hacerlo bien, por lo que acabo de comentar.

Las izquierdas mantienen una postura intransigente basada en dos premisas, una que comparto, y otra que no comparto. La que no comparto es la del dogma de «Pemex es de todos los mexicanos«, de la mitificación de Lázaro Cárdenas. El dogma de no querer cambiar por símbolos históricos y no características técnicas. La premisa que puedo compartir más es la del escepticismo, de que en el pasado las privatizaciones no se hicieron bien, que el Gobierno de Peña Nieto es un gobierno corrupto, que las petroleras transnacionales no dejan de ser corruptas por ser privadas, y pongo el ejemplo de aquellas petroleras como Haliburton que fueron partícipes de la Guerra de Irak y la falsa ideas de que este país tenía armas químicas, aunado a desastres ocasionados en países como Nigeria.

Por eso es que a pesar de que esta reforma era necesaria, debe de ser bien implementada. Y la izquierda mexicana, bajo su cerrazón dogmática, se priva de poder contribuir a que esta reforma esté bien hecha, y que esa inversión privada coadyuve en bienestar para la nación, y no que dicha inversión privada sea un lastre. En la actualidad ya se saquea a Pemex, lo hace Carlos Romero Deschamps, lo hace el sindicato, los aviadores, el gobierno mismo, los que no trabajan. Y en lo particular, aún minando la corrupción, no creo que Pemex esté en condiciones para explorar en aguas profundas. Creo que haber de alguna manera participado hubiera ayudado más que el reventar sesiones, bloquear entradas, o encuerarse en el atril.

La apertura de Pemex es un tema lo suficientemente delicado como para polarizarse y basar opiniones en dogmas para cualquiera de las dos posturas.  Los ciudadanos debemos exigir transparencia y certeza. Pero me quedo con las palabras de Einstein: Si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes. Y por años hemos estado haciendo lo mismo, a veces cada vez peor.

¿Aplaudir a Peña Nieto? No dudo que su gobierno ha sabido «hacer política» (digo su gobierno porque conocemos las capacidades intelectuales del Presidente), aunque con todo y eso, hemos visto reformas poco más que mediocres, y ni que decir de la Reforma Hacendaria. Pero no se me olvida, que cuando el partido del mexiquense fue oposición, bloqueó por 12 años esas mismas reformas. Es decir, al PRI sólo le interesa el bienestar de nosotros los mexicanos, cuando les conviene y obtienen un beneficio de ello.

Seguramente habrá continuación…