Ciudad Hospital Civil de Guadalajara

Sep 4, 2013

En la mañana antes de trabajar, abro el Facebook y veo que todos están hablando del Hospital Civil de Guadalajara. Todos mis contactos afirman que viven en este lugar y lo presumen. ¿Se trata de una campaña? ¿Se han unido a una causa a favor de los enfermos? Porque para ir a este afamado hospital y ver a los enfermos, se necesitan agallas.

Ciudad Hospital Civil de Guadalajara

Descubro que se trata de un error de la red social. Todos se lo atribuyen a Facebook. Aunque en realidad, el usuario que registró la ciudad de Guadalajara, le cambió de buenas a primera el nombre. Pero me llama la atención cómo algo tan simple se puede viralizar. Sin duda se trata de algo gracioso para los que viven aquí. Algunas personas con una altivez concienzuda piden en la red que en lugar de mofarse de la situación apoyen a los enfermos y ayuden al hospital, otros, la mayoría, crean memés y los distribuyen a través de todas las redes sociales. La Reforma Educativa pasa a segundo plano (que en realidad no se le puso atención en las redes a un tema tan trascendente como ese) ni el CNTE, ni el informe de Peña Nieto. Es más, ni el partido del América.

Llama la atención como tenemos la capacidad de viralizar en las redes temas que pueden ser cotidianos pero en realidad no tienen alguna importancia real. Porque por más gracioso que sea para los tapatíos, ese desperfecto no implica nada más que ver la ubicación de «Hospital Civil» a la hora de publicar cualquier contenido. ¿Y por qué los temas más importantes no se viralizan? ¿Por qué no se viraliza en mis redes algún análisis sobre la reforma educativa? Incluso las partes más frívolas de estos temas son las que se suelen difundir más. Que si nuestro querido Presidente debería de ser evaluado (que mala idea, tampoco es), que si los del CNTE son unos revoltosos a los que hay que aniquilar. Pero no hay debate y cuando lo hay, este se reduce a un círculo muy reducido. Y se trata de un tema que implica el futuro de los niños. Aunque claro que hay que aclarar que la reforma es lo suficientemente pequeña para pensar en cambios de verdad (es más bien una reforma laboral).

Alguna vez comenté en las redes, que el Facebook, o más bien el uso que se le da, pareciera una Televisa del Siglo XXI. Y digo, no espero (porque ni yo lo hago) que todos los contenidos publicados tengan cierta altura intelectual. A veces las bromas, las frivolidades son sanas para distraernos un poco. Pero cuando se analiza la generalidad de los contenidos en la red, se llega a la conclusión de que los usuarios pueden producir contenido casi de la misma talla que las televisoras lo hacen. Y lo hacen autónomamente, aunque es preferible que se así, a que un ente unidireccional como lo es una televisora les diga que contenidos deben o pueden consumir.

¿Tiene algo de malo mofarse de vivir en el Hospital Civil de Guadalajara? No. En realidad no lo es. Incluso yo utilicé esta curiosidad dentro de la publicidad de mi negocio. El problema no es tanto la existencia de contenidos frívolos. El problema más bien es, la ausencia de contenidos útiles, máxime que Internet es un lugar donde la información está al alcance de la mano (aunque se necesita voluntad para buscarla, y formación para saberla interpretar). Me gustaría más que se hablara sobre estos temas trascendentales, o sobre el conflicto de Siria, donde es un hecho que comenzará una intervención militar en Estados Unidos. Que la gente diera su opinión sobre estos temas, que hubiera más debate, ver a los usuarios (ciudadanos) con más disposición de informarse de estos temas.

En redes como Twitter si hay mayor intercambio de información. Pero en muchos casos más que el debate se llegan a las descalificaciones desde posturas dogmáticas de «izquierda o derecha», signo inequívoco no sólo de falta de tolerancia, sino de falta de capacidad de debatir.

Tal vez estoy pidiendo mucho, estoy exigiendo mucho. Pero me preocupa que no podamos generar un buen debate en las redes sobre temas trascendentales. Su formato de dejar comentarios (incluso de dejar «likes«) y replicar, lo permite hacer. Porque si pongo una frase chusca sé que recibiré más palmaditas por medio de los «likes» que al poner algún artículo sobre alguna noticia trascendental. Porque tal vez el mundo es lo suficientemente complejo y difícil, que la gente no quiere pensar en más problemas que en los que ya tiene en su vida cotidiana, aunque en realidad cuando uno adquiere la capacidad de interesarse en dichos temas y asumir que el mundo es así, termina ayudando al espíritu y no al contrario.