Peña Nieto, Chicharito y Xolos recibidos, fuera investigadores y académicos

Jul 22, 2013

Un país como el nuestro tiene por héroes a deportistas y artistas del espectáculo, los menos culpables de esto son ellos. Pero es de esperarse en un país donde los gobiernos se han esmerado en mantener a la gente ignorante. Como en el refrán del huevo y la gallina, ¿Qué fue primero? ¿Gente que viste de héroes a deportistas y a «artistas» (nótense las comillas) o el gobierno que promueve este tipo de héroes al recibirlos como tal en Los Pinos?

Peña Nieto, Chicharito y Xolos recibidos, fuera investigadores y académicos.

No es que no haya que reconocer la trayectoria de «El Canelo» Álvarez, pero los éxitos de este boxeador se limitan a sobre salir en un deporte/espectáculo. ¿Qué pone en alto el nombre de nuestro país? De alguna forma ayuda a exaltar ese nacionalismo que ayuda a mantener cierta cohesión (no es de gratis esos dibujos de Benito Juárez y los Niños Héroes que coloreamos en nuestra infancia). Más en un país donde los triunfos son pocos, y donde los ganadores sobresalen demasiado por esa misma razón.

¿Pero los Xolos de Tijuana? ¿Qué hicieron para que tuvieran el honor de ser recibidos en Los Pinos? Ah sí, ganar un título de una liga mexicana de futbol rodeada de mucha corrupción al grado que los propietarios venden y compran equipos importándoles un comino la afición. Equipo que se ha sostenido en parte a ingresos ilegales. Y de no ser porque no es el primer equipo que pisa Los Pinos, uno podría pensar mal y creer que tiene que ver con el hecho de que el padre del propietario, Carlos Hank Rhon pertenece al mismo Grupo Atlacomulco que hizo que el Presidente, fuera lo que fuera (eso, ser Presidente).

Un joven le reclamó a Peña Nieto por medio de una carta porque se ha dado cuenta que sólo le va a hacer caso si es un deportista como «El Canelo» o el Chicharito (e insisto que los menos culpables son ellos. Este joven llamado Ricardo Heras Osorno quiere estudiar astro física en la University College of London, donde fue aceptado (el único mexicano que lo ha logrado). Ricardo tiene trabajos de investigación científica publicados en la Universidad de Cambridge, y además compone música clásica. Es un mexicano superdotado que podría destacar y poner el nombre de nuestro país en alto. ¿Por qué a gente así no se le recibe en Los Pinos? ¿Por qué no se les apoya? ¿Por qué los medios oficiales como Televisa no hacen un programa especial para narrar su vida? ¿Por qué no se muestra a la población este tipo de ejemplos a seguir y sí el de los Xolos de Tijuana?

Dicen que nada es producto de la casualidad, y razones hay para que el gobierno le de prioridad a deportistas exitosos, sobre los académicos, o gente superdotada que puedan hacer la diferencia. Algunos clamarán que el individuo debe de buscar los recursos para estudiar en esa universidad, dejarlo todo a expensas del «libre mercado». Pero está claro que la educación no puede ser regida por la inercia del mercado, y el gobierno en la medida de lo posible, debe procurar que sus ciudadanos estén más preparados y tengamos no solo a uno, sino a varios Ricardos Heras estudiando en la University College of London. Otros me criticarán y dirán. -Pero es que entiende, Chicharito y «El Canelo» les dan mucha alegría a los mexicanos. ¿Y con festejar goles o Knock Outs vamos a progresar como país? ¡Vamos a darle las llaves de la ciudad a Adal Ramones, y es más, El Paseo de la Reforma, ahora será Paseo Jim Carrey debido a las veces que nos hizo reír. No importa que sea extranjero, -son inversiones necesarias-.

Si crees que nada más con reformas fiscales y energéticas el país va a salir adelante y progresar, están muy equivocados. Ni Roma, ni Grecia, ni Esparta, ni Francia, ni Inglaterra ni Estados Unidos se hicieron con sólo aprobar reformas. Los países desarrollados tienen sociedades y culturas fuertes, y para lograr un cambio se requiere sí o sí de la educación y no de héroes deportivos o de revistas del corazón. Y también nosotros como ciudadanos debemos de aprender a valorar más a aquellos héroes anónimos, aquellos que hacen algo por su país sin reflectores apuntando a sus cuerpos.