El Candigato Morris

Jun 10, 2013

El Candigato MorrisNo es la primera vez que se postulan a animales como candidatos a un puesto popular. Alguna vez fue el Perro Fidel, dónde se aseguraba que este perro no iba por el hueso. Pero sinceramente se me hizo muy ingeniosa la «candidatura» del Candigato Morris. Resulta que Veracruz es un estado a donde no ha llegado «la democracia». Ahí siempre han gobernado priístas, y algunos con pretenciones caciquiles con presuntos nexos con el narco como el señor Javier Duarte. Recordemos que en Veracruz fue donde se levantaron las denuncias de uso de programas sociales con fines electorales y se presentaron videos. Aunque por alguna razón, parece que la oposición tampoco es lo suficientemente bien vista como para esperar un cambio real (por lo sucedido en el país). Bajo estas circunstancias, para las elecciones en Xalapa, se ha creado un personaje con el fin de llamar la atención tanto a los candidatos, lejanos de la ciudadanía, como a las instituciones electorales.

El gato fue un animal bien escogido, debido a que al Candigato Morris, como a cualquier gato, le gusta atrapar ratas. Afirma también tener la suficiente arena para tapar los baches, y se crean frases donde va una crítica sarcástica implícita al mundo político. Dicen que «te conviene votar por otro animal, vota por el Candigato Morris». Se crean memés haciendo alusiones a campañas como la de Obama en el 2008.

Lo positivo de esta campaña es que no se queda a la crítica, sino que tiene su lado propositivo donde se invita a la gente a tener un papel más activo en la comunidad. La intención de alguna forma es empoderar a la comunidad y hacerlo patente a los candidatos quienes ya se han pronunciado ante este hecho, e incluso, nos dicen que hay que entender al Candigato Morris.

Algunos dudan de la eficacia de estas campañas ciudadanas, como el Voto Nulo que después desapareció, el #YoSoy132 que ha quedado menguado. Pero no se si han notado una constante y es que la presión ciudadana va en aumento a través de los años y, valga la redundacia, se ha vuelto una constante en la vida política de nuestro país. No solo eso, la presión ciudadana, poco a poco empieza a «tener que ver» en las decisiones de nuestros gobernantes. Nuestras autoridades saben que están más vigiladas y serán criticadas ante cada paso en falso que den.

Como lo he dicho antes. Todavía falta un largo camino que recorrer en cuanto a ciudadanía, pero creo que vamos por buen camino, y pareciera que este despertar no se ha menguado ante la llegada de ese partido que nos gobernó durante 70 años en climas no muy democráticos. Sería ingenuo pensar que de la noche a la mañana pasaremos de ser una sociedad sumisa y paternalista, a otra activa e independiente. Es un proceso largo, pero la buena noticia es que estamos en él.