De críticas a críticas

Mar 24, 2013

Para tener una mejor sociedad, para que el quehacer político y público mejore, debemos por ende, tener un buen nivel de crítica. Lo he mencionado varias veces, la crítica en una sociedad es absolutamente necesaria, y yo no comparto esa postura evasiva hacia ella que algunos toman, debido a que muchos la ven con una connotación negativa (en cierta medida así es, porque en la crítica se señala algo que está mal o se percibe como que está mal). La crítica es el primer paso para la construcción. Cuando construimos lo hacemos para suplir una carencia. Bueno, lo que hace la crítica es señalar dicha carencia con el ulterior objetivo de buscar soluciones para saciarla. Esas afirmaciones donde se dice: «no te quejes de lo malo de tu país, tenemos playas, gente alegre», «no critiques, el cambio está en uno mismo», más que ayudar, entorpecen el proceso y fomentan el conformismo con el entorno en que se vive. Pero también cabe señalar que para que la crítica sea efectiva se debe de procurar que el nivel de esta sea alto y me explico:

De críticas a críticas

Tomo el ya manoseado caso de la postura de un gran sector hacia el ahora Presidente Enrique Peña Nieto. Durante y después de las elecciones era algo totalmente normal y entendible que la gente se mofara del personaje. Parte de los ciudadanos (entre los que me encuentro yo) se sintieron insultados por todo lo que rodeaba al personaje, a las elecciones; y como una expresión de catarsis se mofaban de este. Pero sabemos que cuando las pasiones no son educadas con la razón, terminamos yendo hacia ninguna parte. Lo digo porque veo un preocupante fenómeno donde la gente se sigue mofando del personaje, pero no se molesta siquiera en analizar sus políticas, que son las que en dado caso pueden determinar el rumbo del país, y no lo será la mala pronunciación de una palabra o el sweater de un osito cariñosito. ¿Supiste de que trató la Reforma a las Telecomunicaciones? ¿Te preguntaste que tanto va a beneficiar a la sociedad dicha reforma? ¿Te tomaste un minuto para analizar desde el contenido de esta hasta el por qué Carlos Slim compró los derechos de las Olimpiadas? Para analizar se necesita pensar, y me preocupa que sea muy poca gente la que se moleste en hacer un análisis, de uno de los temas que fueron centrales para el surgimiento de movimientos estudiantiles como el #YoSoy132.

No, no se trata de olvidar, aquellas cosas que nos indignaron no se deben de olvidar porque deben de servir de referencia, pero tampoco es sano obsesionarse con ellas. Y a estas alturas veo que la crítica mundana ha bajado solo «algo», mientras que la crítica profunda ha desaparecido. Pareciera que nos esforzamos en «pensar» solo ante una coyuntura, desaparece esta y el esfuerzo también, aunque aquello que criticamos en realidad sigue ahí presente y puede volverse más grande si dejamos de prestar atención. Dentro de un gobierno que muchos cuestionamos se han generado algunas cosas positivas en gran medida gracias a la presión de la población. Si esta se relaja, la presión que recibe el gobierno por hacer bien las cosas se relajará también.

Llegamos a un punto donde lo más prudente sea emplear críticas profundas. Dónde tenemos que ver más allá a la adversidad hacia un personaje. No se trata en lo absoluto de decir «ya, es el Presidente y lo vamos a apoyar», por el contrario, tenemos que ser garantes de que las políticas que se traten de implementar sean lo más adecuadas, donde un contrapeso como lo puede ser la sociedad, limite la capacidad del gobierno de actuar en forma corrupta y ventajosa. Para eso se necesita esfuerzo, se necesita informar, leer, analizar. Una sociedad que funja como contrapeso será una piedra más grande para los gobernantes corruptos, que una sociedad que les haga una crítica meritoria de una «sopa de videos«. Se necesita además, una sociedad crítica lejos de dogmas rígidos y paradigmas, lejos de fanatismos, que tenga la capacidad de generar una crítica propia, retroalimentada, y no una vil copia de la retórica de un tercero, de un político, o una televisora.

Es simple, llegó la hora de pensar, en un momento que a los ojos comunes y corrientes no es coyuntural, pero que en realidad sí lo es, porque la política está viva los 365 días de año las 24 horas. Un descuido y daremos a las autoridades la capacidad de hacer lo que se venga en gana. Una democracia se basa en los contrapesos, si los partidos no quieren asumir el papel, nosotros lo tendremos que hacer.