La renuncia de Benedicto XVI

Feb 13, 2013

Hay temas en los que no voy a profundizar porque no soy un experto en teología, y para ser sinceros no he prestado demasiada atención a lo que ha hecho la Iglesia Católica en los últimos años. Que por un lado algunos hicieron una misión para ayudar a los pobres, que por este otro lado salió un sacerdote pederasta, por otro donde se pedía la paz de los pueblos y en tal otro se vierte alguna crítica contra el homosexualismo. Que en la historia, la Iglesia ha dado sentido a la vida de muchas personas, que la «Santa Inquisición». Se puede hacer un análisis de todo lo bueno y lo malo de la Iglesia Católica pero en este caso no es el asunto, y más bien lo que escribo va en torno a la reacción de la renuncia de Benedicto XVI, que es algo histórico si tomamos en cuenta que ningún papa había dejado su cargo voluntariamente desde el medievo.

La renuncia de Benedicto XVI

Se pueden crear conjeturas del motivo de la salida de Ratzinger, que si estaba cansado, o si tenía mucha presión encima, si fue únicamente la vejez o fueron presiones dentro del Vaticano, no sabría decir que sucedió y no es que esté muy interesado en saberlo realmente. Lo que sé, es que se me hace algo injusto poner en tela de juicio el carácter del todavía Papa y mofarse de ello. Es paradójico y contradictorio que muchos de quienes hacen esta crítica, al mismo tiempo se sienten «indignados» porque el viernes tuvieron que salir tarde de trabajar, que por qué quieren subir la edad de la pensión. Es decir, se pide a esta figura papal algo que la sociedad no puede dar.

Ser el «mandamás» del Vaticano no es algo fácil, dirigir una Iglesia y lo que esto implica (representar a Dios en la tierra, intereses monetarios, geopolítica, lo que quieran imaginar) significa mucho desgaste. Al tratarse de una religión todavía poderosa, lo cual significa que existen muchos intereses (a favor y en contra) de por medio, se necesita temple, tomar decisiones muy difíciles a una edad donde el estrés puede significar la vida o la muerte.

Entiendo las molestias que puedan surgir para algunos con el Papa y la Iglesia, la posición de esta frente a los homosexuales, los casos de pederastía, que si esta se tiene que renovar. Y para eso se puede debatir, y claro, levantar la mano cuando se vea alguna injusticia o atropello desde dentro de esta institución (que para mí no existe institución incorrompible o inflalible). Que hay que aclarar que la Iglesia está formada por seres humanos, y como seres humanos se pueden equivocar, corromper, cometer errores y llegar a perjudicar a otros.

Pero todas estas críticas que se puedan hacer, no creo que tengan que ver con esta desmesurada crítica del carácter del Papa. Como comenté en la cuenta de Facebook, no es como que nosotros mantengamos al Papa con nuestros impuestos. Incluso quienes no profesan la religión católica, no deberían de darle a esto mayor importancia, dado que es una figura que no tiene representación en sus vidas, y bajo el mismo talante tendrían que criticar a los máximos jerarcas de todas las demás religiones.

Como siempre lo he notado aquí, yo nunca he sido muy religioso, tiendo más al agnosticismo. Y sí, hay cosas de la Iglesia que no me parecen, al igual que hay otras cosas que hace bien y que reconozco. Pero creo que mofarse del Papa porque decidió renunciar, está de más. Más porque critican un esfuerzo que muchos no están dispuestos a dar. Creo una cosa es hacer bromas que comúnmente se hacen en las redes como la comparación que se hace del Papa con el personaje de Star Wars, Darth Sidious por su parecido físico, y otra cosa es poner en tela de juicio algo que incluso se critica, el hecho de que el papa renuncia a su cargo y no es el todopoderoso u omnipotente, características que muchos critican.

Quien quiera creer y sentir simpatía con el papa lo respeto, igual respeto a quienes deciden no creer. Creo que la tolerancia implica no solo pedir que respeten nuestras creencias, sino también respetar las de los demás.

Y si me preguntan, sí, yo pienso que a la Iglesia no le caería nada mal una renovación.