Esperanzas para México

Dic 6, 2012

Tengo, sí, la corazonada de que México podría vivir un cambio positivo, e incluso tanto en el corto como en el mediano plazo. No, no es el regreso del PRI a Los Pinos. Aunque ellos podrían digamos «tener que ver» (más por necesidad que por voluntad). Creo que tiene que ver más con una sociedad más madura, una sociedad diferente a la de hace décadas con más herramientas a su mano. Un gobierno que pueda poner a prueba a la sociedad (quien más que el PRI con antecedentes autoritarios y clientelares) posiblemente sea útil, si la sociedad logra responder bien, entonces de alguna forma las cosas habrán cambiado.

Esperanzas para México

Enrique Peña Nieto lleva 6 días en el poder. Y lo que se alcanza a percibir, es que se están dando cuenta que llegan ante otra realidad diferente a la que se fueron. El PRI que llega es el mismo que se fue (ver gabinete), pero la sociedad no, y no es lo mismo un pendenciero en un salón donde todos son débiles, a ese mismo en un salón donde abundan atletas deportivos. Solo 6 días nos muestra que la realidad es diferente, y el gobierno de Enrique Peña Nieto actúa en consecuencia.

Los sucesos violentos del primero de diciembre son una muestra de ello. Si estuviéramos en 1968, habría percepción generalizada de que #YoSoy132 fue artífice de todo eso, y que quien diseñó todo fue López Obrador. Los medios oficialistas sin prueba alguna empezaron a arremeter contra AMLO y contra el movimiento responsabilizándolos de lo que pasó el domingo. Pero a diferencia de esos años donde la única forma de defenderse era por medio de la comunicación de boca en boca y medios de comunicación muy marginales, ahora por medios de redes sociales, celulares, la capacidad de crear videos y contenido multimedia a un bajo coste, sitios web, los de a pie tenemos una mayor facilidad de hacer un contrapeso a los medios de comunicación alineados al gobierno.

No sabemos quien estuvo detrás (debido a la historia algunos sugieren que podría ser el mismo gobierno, aunque no hay nada claro, y pudo ser cualquier cosa). Pero no se necesitó mucho tiempo para que parte de la sociedad se empezara a convencer de que esto no había sido obra de los jóvenes universitarios, sino de un grupo de vándalos bien focalizados con una vestimenta en común. Menos de una semana bastó para que nos diéramos cuenta de que muchos inocentes fueron encarcelados, y esto hizo que la sociedad actuara, se contrataran abogados, se buscara en Facebook una colecta para la fianza, artistas grabaran un video pidiendo la liberalización de los presos. No, la sociedad ya no es la misma, es más fuerte. Parecía que el #YoSoy132 había sido finiquitado, pero parece que gracias a esto el golpe fue más tenue, e incluso no sé si a largo plazo pueda salir fortalecido inclusive.

El Pacto por México es una muestra de ello. Cierto, que este pacto es grandilocuente y pareciera tener un propósito legitimador. Pero también es una muestra de que el poder ya tiene que ceder más antes. Dentro de todo lo mediático que implica este pacto, quiérase o no, ya se pusieron dos temas en la mesa que antes no eran reconocidos: Los poderes fácticos, y los privilegios fiscales. Cuesta mucho trabajo creer que alguien que llegó al poder gracias a los poderes fácticos pretenda eliminarlos. Pero al reconocerlo en el discurso, hace que la sociedad e incluso la oposición se abalance sobre esos temas. Llegó el PRI y se dieron cuenta de que tienen en la sociedad a un importante ente opositor. Y le dieron voz, porque en este pacto está parte de lo que la sociedad reclama. Y si eso no garantiza que muevan un dedo sobre estos temas, ya dieron legitimidad al discurso ciudadano, y este discurso al ser reconocido, tiene más poder que si no lo estuviera.

La sociedad comienza a tener relevancia, y me queda claro que el gobierno en turno ya no tendrá la capacidad de callarla ni aletargarla, al menos como antes. Será más fácil para el poder tratar de gobernar de tal forma en que esta se sienta satisfecha con su desempeño, y eso puede ser más positivo. La guerra sucia de antes sería contraproducente en el México actual porque es más difícil taparla. Para tener un país democrático se requiere una sociedad democrática, y creo que hay avances en eso. De esta forma será difícil regresar a un estado autoritario, al menos como en el pasado.  Faltan cosas a mejorar, yo colocaría la tolerancia, dado que en México todavía persisten sectores donde quedan patentes las viejas prácticas y son agresivos con el que piensa diferente. Pero poco a poco se irá avanzando. La globalización, el tránsito de las nuevas ideas, los jóvenes con una mentalidad fresca y desentendida del pasado «tloataniesco«, una mayor cultura, una cada vez mayor creencia de que el gobierno no es el poder supremo y ni se debe de esperar todo de él.

Desde esa perspectiva soy positivo. A pesar de mi fuerte escepticismo ante el próximo presidente, al cual se cuestiona mucho los métodos que se utilizaron para llegar, pero donde nos dimos cuenta que cada vez es más difícil, porque su capital electoral está «en el pasado» y conforme la sociedad mexicana vaya gradualmente abandonando esa mentalidad codependiente para con un partido, entonces el partido tricolor deberá buscar su capital electoral en los ciudadanos que esperen resultados positivos y reales.