El amargamiento de López Obrador

Dic 4, 2012

Quien fungiera como líder social se apaga, quien logró atraer a las masas, quien puso sobre las mesas temas que no se tocaban y ahora al estar en la conciencia de todos los mexicanos, los políticos saben que tienen que hacer algo con ellos. Quien tal vez en algún momento pudo representar un cambio, no solo se apaga, sino que se amarga; un personaje que no necesita un libro de economía, de filosofía, de política, sino un psicólogo, y si no se apura, posiblemente un psiquiatra.

El amargamiento de López Obrador

Como ustedes son sabedores, yo voté por él y en algún momento expliqué mis razones. Obrador no me parece una persona corrupta, al menos que como el político promedio, de hecho no creo que sea mala persona. Pero noto mucho, pero mucho resentimiento en él. Algunos rasgos que para ojos de algunos son «de manipulación» a mi me parecen sinceros. Este hombre no está bien.

En las elecciones pasadas yo aseveré que existieron muchas muchas irregularidades y cochinero (que creo que sucedió eso no por las impugnaciones de AMLO, sino por hechos que me enteré por otras partes). Pensé que AMLO hizo bien en impugnarlas, y lo sigo pensando. Pero hice la comparación del izquierdista de Movimiento Ciudadano Enrique Alfaro que se quedó a una nada de haber ganado y quien justificadamente buscó la impugnación y la nulidad, y es que veo dos actitudes totalmente distintas. En López Obrador percibí una vibra totalmente negativa, cuando vi los streamings que acostumbró hacer en los avances de la impugnación me sentía incómodo, nunca terminé de ver un streaming y por otros medios (impresos) quise ver que avances se tenían (junto con las demandas que hicieron con el PAN). En cambio Alfaro a pesar que no aceptó el resultado, decidió acatar el fallo, y buscó seguir adelante. Con Enrique Alfaro se notó una «vibra» positiva, de que sí, fue muy injusto, pero hay todo un mundo por delante. Con López Obrador creo que hubo un pacto con los mayas, porque parecía que el mundo se había acabado.

Su postura me parece triste, cerrado a cualquier diálogo, negociación, encerrado en su mundo, en su realidad alterna. Todo lo que tenga que ver con apertura se relaciona con una conjura en su contra. Un ejemplo es el Pacto por México que firmaron los partidos, y que solo se negaba a hacerlo «su pedazo del PRD» y creo que también dentro del PAN hubieron rencillas. Todo mundo sabe que el Pacto por México tiene un fin de legitimación (digo, que mucha gente dude de tu legitimidad, y la gente no te baje de pen…, hace que Peña y su equipo tengan que tomar medidas como estas), pero al ser firmado por los otros partidos, puede servir como contrapeso. AMLO no lo quiso ver así, y vio un insulto a su persona en ello.

López Obrador ha sufrido algunas injusticias a lo largo de su carrera, pero no ha entendido que la política es así, no es justa, y sobre todo, no es personal. Pareciera que el de Macuspana quiere pensar que todos lo quieren dañar, cuando lo que hay en realidad, es una lucha por el poder, y el bien lo sabe porque le gusta, y mucho. Nunca he pensado que AMLO sea un político radical, sus políticas nunca me han parecido radicales, más bien es una persona que se ha vuelto resentida, con un gran ego que crece como mecanismo de defensa para atenuar sus conflictos personales. Y desde esta perspectiva es difícil que pueda gobernar pensando en un mejoramiento del país, dado que necesita satisfacer sus conflictos personales.

No se le hizo el sueño de ser presidente. Pero creo que millones de personas quisieran haber sido líderes sociales que incluso podrían ser más importantes en los anales de la historia que algún presidente, que hubieran sido nombrados el segundo mejor alcalde del mundo. En vez de eso, todo lo positivo que pudo aportar (y lo hizo en su momento) lo tira por la borda. En la actualidad AMLO no aporta, se condena poco a poco al ostracismo, y eso incluso podría implicar que en el 2018 la izquierda esté totalmente dividida. En la llegada de un nuevo régimen priísta que genera miedo a más de uno ¿Qué está aportando él, lo saben? Yo tampoco, bueno sí sé. ¡Nada!.

Atrás quedó ese hombre que gobernó bien el DF, y sacó a la luz mucha información que debíamos saber. No hay propuesta, ¿Qué propone?. El siguiente texto, me habla de los conflictos personales que tiene. Posiblemente lo que diga pueda ser verdad, pero la forma en que lo expresa me habla de su conflicto psicológico:

POR NO ACEPTAR EL PACTO DE LA DESHONRA, YA DESATARON DE NUEVO LA CAMPAÑA DE CALUMNIAS CONTRA NOSOTROS

Son tan predecibles o cínicos los de la mafia del poder que, en menos de 72 horas, con halcones en Gobernación, propaganda hitleriana en los medios de manipulación y comprando lealtades a diestra y siniestra, crearon la atmósfera opresiva que, piensan, les ayudará a mantener el régimen de corrupción y privilegios.

Actualmente, López Obrador estorba en la izquierda. Dialogar no significa aceptar algo que no fue (en la toma de protesta, Luis Miguel Barbosa, de la corriente de los chuchos, afirmó que las elecciones fueron tramposas, pero se mostró abierto al diálogo y su facción fue la que promovió la firma del Pacto por México), dialogar no significa ocultar la trampa para aparentar ser institucional; significa ser inteligente, significa buscar el bien común en lugar de entrar en un conflicto interno por rencillas personales, significa construir. Y eso, López Obrador ya no lo está haciendo, y ya no lo va a poder hacer.

Lo mejor es que se retire. Sé que a algunos no les va a gustar esto que digo. Pero creo que es lo mejor. El diálogo y la vigilancia creo que podrán hacer mejor papel para evitar las tentaciones autoritarias del gobierno en turno.