Sobre la toma de protesta y la violencia

Dic 1, 2012

1.- De lo que se puede rescatar en la toma de protesta es la civilidad que hubo a pesar de las fuertes inconformidades. No hubo toma de tribuna y Peña Nieto tomó protesta sin problema alguno. No es necesaria una toma de tribuna para recordarnos las ilegalidades en las elecciones, y creo que eso el tiempo nos lo ha enseñado.

2.- Lo que se vivió afuera fue diferente. Se mostraron signos de intolerancia por ambos bandos, tanto el gobierno que coartó el libre tránsito al hacer un gran cerco en San Lázaro, más grande de lo necesario. Y por otro lado varios manifestantes que usaron la violencia y destruyeron tanto mobiliario urbano de la ciudad como propiedad privada.

3.- En lo particular no creo que esas personas violentas e inadaptadas hayan sido estudiantes, posiblemente ni del movimiento #YoSoy132 (al menos el original, tomando en cuenta que cualquiera puede decir que es de ese movimiento sin serlo.). Pudieron haber sido varias cosas:

  • Gente inadaptada y subversiva que se integró a las manifestaciones para hacer destrozos.
  • Gente de algunos grupos de izquierda radical, o de intereses totalmente opuestos al gobierno; quienes quieren apoderarse de una legítima inconformidad social y encausarla a sus intereses. Sean macheteros, del SME, morenos o quienes hubieran podido ser.
  • O bien, fueron gente porril enviada por el gobierno actual para deslegitimar movimientos en su contra.
  • Pueden ser uno, varios o todos los casos mencionados al mismo tiempo.

4.- La violencia es absurda. Si quisieran lograr «vencer al gobierno» por medio de la violencia necesitarían conformar un ejército más grande que el del propio gobierno y con mejores armas. Las revoluciones armadas suelen ser contraproducente (ej, Revolución Mexicana). Esta gente debería leer más teoría política, y leerse un librito que se llama «De la Dictadura a la Democracia»

5.- Que Peña Nieto haya ganado por medio de la compra de voluntades y la ayuda de las televisoras aprovechando la ignorancia de la gente es algo totalmente deleznable y que se debe señalar. Pero también es deleznable que gente destruya propiedad privada, monumentos históricos o pinte paredes propiedad de terceros para mostrar su inconformidad, e igualmente se debe señalar.

6.- El que se enoja pierde. La oposición a Peña perderá legitimidad gracias a unos cunatos vándalos. En cambio, Peña la gana dado que en su mensaje presidencial abordó los temas de nuevas televisoras y reforma educativa que deberían ser bandera de la sociedad (que lo vaya a hacer o si lo hace, lo haga de forma sucia, lo diría el tiempo).

7.- No justifico de ninguna forma la violencia. Pero todo en la vida es causa y efecto. Y seguramente todo esto (exceptuando la posibilidad de infiltrados priístas solamente) tiene que ver el daño al inconsciente colectivo que causaron los gobiernos tricolores en el pasado. No soy creyente del Karma como algo que rebasa lo racional y lo lógico, pero si fuera así, se podría decir que el karma ha actuado. Un ejemplo, lo sucedido en Atenco alimentó la ira de un sector radical que dice representar esta causa.

8.-  Sería grave que cualquier movimiento en contra del gobierno que sea pacífico, o inclusive propositivo termine siendo descalificado automáticamente por lo que unos han hecho. Máxime que se necesitan contrapesos ante un gobierno que a ojos de muchos deja dudas en el respeto a los derechos democráticos.

9.- Hay muchas confusión es cierto, no sabemos si esto tuvo un interés oscuro (probablemente así sea), y tal vez nunca sepamos que fue. Pero esto no debe desalentar a los mexicanos a su lucha por un mejor país.

10.- Ante estas situaciones debe de prevalecer la cordura. Quienes pudieran estar detrás procurarán que los ciudadanos se dejen llevar por las emociones y no por la razón.

11.- Nunca he escuchado ni en México ni en otra parte del mundo, que un presidente democrático llegue al poder en medio de protestas y repudio por un gran sector de los ciudadanos del país. Podría ser la excepción, pero creo que más bien es la regla.