Las cadenas de correo, las cadenas mentales

Nov 29, 2012

Internet es un muy buen lugar para informarnos. Tenemos vasta información a la mano y por lo tanto es mucho más difícil restringir la información a la sociedad, por lo mismo al final es algo más difícil controlarla. Pero para aprovechar toda la información que fluye se debe de estar preparado para poderla interpretar. Y he aquí donde muchas entidades tienen todavía la posibilidad de manipular a la gente, sobre todo aquella que digiere la información sin pasarla por criterios o filtros.

Las cadenas de correo, las cadenas mentales

Abro mi Whatsapp y veo dos mensajes similares de distintas personas que afirman que el servicio va a ser de pago (de hecho en el iOS casi siempre te cobran un dolar por bajarlo, aunque a veces lo dejan gratis), que va a pasar de ser verde a ser azul, que se va a tener que pagar dinero y que para evitarlo, se tiene que pasar la cadena a un determinado número de usuarios (mientras más, mejor). Y he aquí donde creo que los usuarios de Internet deberíamos ser más críticos con la información que nos llega, porque es un error descomunal pensar que lo que se ha publicado en Internet es cierto. Al no usar ese lado racional del cerebro, terminan imponiendo las emociones, y en lugar de decirnos dentro de nuestra mente -Este correo es falso, porque Whatsapp no haría tal cosa y porque es similar a las cadenas falsas de los correos-, mucha gente termina pensando -Nooo, ya no voy a tener Whatsapp-.

Otras cadenas que me molestan, son las similares que tienen una connotación religiosa. Y es que son un insulto desde el punto de vista laico como del religioso. Crear una cadena donde se le diga una gente que por mandar tal correo a tantas personas hará que San Judas te hará un milagro ese burlarse del intelecto de la gente, y no solo eso, es una forma de burlarse y banalizar las creencias religiosas de los demás. ¿Acaso Jesús o Alá pactó con el cadenero para que por cada 10 correos que se manden otorgará un milagrito?

Debido a estas cadenas, mucha gente termina por ya no creer en los mensajes o textos que en realidad tienen una buena causa. Estoy por subir a Facebook una invitación para que la gente done a una posada que organizaré junto con la OSC a la que pertenezco para ayudar a niños con cáncer. Y mucha gente seguramente podría pensar que se trata de «otra de esas cadenas» o de un fraude inclusive.

No se vale jugar con los buenos deseos y las creencias de la gente. Cadenas como estas incluso pueden lograr que algunas personas tomen alguna pésima decisión, incluso económica. A la vez, la gente tiene que tener más criterio y ser más selectiva en lo que lee. Incluso de la información que parece más veraz y que está sustentada (supuestamente) en fuentes, uno tiene que tener una posición escéptica. Internet puede aportar mucho, pero es importante saber interpretar la información, de lo contrario el efecto podría ser contraproducente.