La reforma laboral

Sep 18, 2012

Empiezo diciendo y recalcando. Las «reformas que México necesita» no son la panacea como lo quieren vender. Para que el país salga adelante se necesita una buena estrategia, la cual ningún gobierno ha tomado en cuenta. Incluso, ninguno de los candidatos en las pasadas elecciones a mi juicio tenía las propuestas indicadas para sacar a México del bache. Pero aún así creo que la reforma laboral es más buena que mala y voy a explicar por qué.

Sí a la reforma laboral

Primero, ni todos los empresarios son malos, ni todos los empleados son santos. Yo duré 6 años como empleado en varias empresas y créanme que hay de todo. Desde empresarios explotadores, hasta empleados flojos. Así como hay buenos empresarios y buenos empleados. A veces también uno debe de ponerse en los zapatos de los empresarios, y muchas veces no es que quieran explotar al empleado, sino es que no pueden ofrecer algo mejor, porque ellos mismos a veces también están estresados porque las cuentas no son suficientes. Una vez un amigo me contrató de medio tiempo en su empresa, no me pagaban mal, pero luego me tuvieron que despedir porque los gastos se les apretaron y no podían ya pagarme. En ese trabajo no hubo contrato de por medio dado que era temporal (yo lo tomé así porque necesitaba financiarme un tiempo mientras crecía mi negocio), y si no tuviera de otra más que contratarme «como se debe», no lo hubiera podido hacer.

Igualmente me ha tocado ver empleados tremendamente flojos, y créanme que muchos. En mi último empleo, cuando mi jefe se iba, los vendedores dejaban de trabajar y se metían al sitio web de hazmeelchingadofavor.com a perder el tiempo y aún así tenían problemas para despedirlos. Igual también me ha tocado encontrar empresarios abusivos que buscan evitar liquidar a empleados arguyendo a peripecias legales. El ser empresario, empleado o lo que sea no habla de la ética o la moral de dicha persona.

El sistema laboral que tenemos es tremendamente rígido. Alguna vez funcionó, y no por nada se mantuvo tantos años. Pero la dinámica cambia a través de los años. Con las mismas leyes la misma dinámica ha cambiado, con las mismas leyes ya no podemos pensar en hacer carrera en una empresa y vivir ahí para siempre, con las mismas leyes hay más rotación de empleados. Si tantos empresarios quieren empleados sin contrato no es porque necesariamente sean abusivos, sino porque no pueden de otra forma. Si la dinámica dice que hay que apuntar hacia otro lado, hay que ir para allá. Tan necesario es que una parte de las izquierdas en México la está apoyando. No niego que haya puntos debatibles y discutibles, pero en general creo que es necesario.

Cierto también es que en México la cultura empresarial adolece de falta de empatía con los empleados, y eso es malo porque afecta su productividad. No es «de a gratis» que muchas veces las empresas extranjeras, que reciben incentivos fiscales para invertir en el país, otorguen prestaciones superiores a las de ley cuando las empresas mexicanas casi no lo hacen. Incluso la reforma laboral paradójicamente podría ayudar en esto. Debido al nuevo esquema, los empleados tendrán que ser productivos para conservar su trabajo, se podría incrementar la productividad, pero entonces las empresas se darán cuenta que para mantener productiva a su plantilla tendrán que tratarla bien. Porque así como tienen mayor facilidad para despedir empleados, también habla mayor facilidad para contratar, y por lo tanto estos tendrán mayor facilidad para buscar trabajo en otro lado. Por eso, esas empresas extranjeras que son originarias de países con sistemas laborales mucho más flexibles, a veces terminan otorgando más prestaciones por su cuenta. Pongo un ejemplo, en Jalisco, los medios de comunicación pagan muy poco a sus reporteros. Ganan mucho menos que en Costa Rica por citar un ejemplo, y sí, también los diarios de izquierda, como La Jornada, son «negreros» con sus empleados.

A Canadá se le reconoce por su seguridad social, pero en este país las leyes laborales son más flexibles y es más fácil despedir gente. El gobierno mediante los impuestos (que son más altos que México) pueden proveer un sistema social más efectivo que lo que proveen las leyes laborales en nuestro país. El futurólogo Alvin Toffler lo decía, en el futuro habrá una mayor flexibilidad, los ciudadanos cambiarán constantemente de empleo como si fuera algo de lo más normal. Incluso muchos de ellos terminarán trabajando desde su casa o como freelancers. Esta tendencia la estamos viendo.

Por ejemplo, la reforma habla de empleos bajo modalidad de prueba. Esto me parece muy bien porque quienes tendrán la planta serán aquellos empleados que sean productivos. Si eres una persona que se esfuerza este apartado no debería por qué preocuparte. En esta cuestión habrá una estricta regulación para proteger al trabajador y no permitir que esta figura pueda ser utilizada como un abuso en pro de los empresarios.

Se habla del pago por hora. Esto lo veo útil para trabajos de medio tiempo donde antes no podía haber contrato de por medio. Aunque hay que recordar que trabajar más horas no significa de ninguna manera, sobre todo en un país como México donde se trabaja más que en otros países, pero se produce menos.

La reforma laboral fue adecuada para la sociedad industrial, alienada y estandarizada. Donde suena el timbre, los trabajadores hacen fila, entran y salen en un horario fijo. Ahora hay que buscar nuevos métodos. Sí nos podríamos rasgar las vestiduras si se fuera a eliminar todo aquello que forma parte del estado de bienestar (jubilaciones, IMSS), pero no será así. Creo que también más que promover empleados, hay que generar mexicanos emprendedores. Se dice que México producirá muchos líderes, y creo que estos podrían desempeñarse mejor manejando sus propios negocios que estando sentados dentro de un cubículo.

Y me pregunto. Dentro de todas las reformas que «México necesita». ¿Dónde está la reforma educativa?