Viva mi independencia

Sep 11, 2012

Viene el 16 de Septiembre. Si en el bicentenario (mejor le deberíamos llamar biSNTEnario) no tuve la más mínima gana de participar en un grito que no representa lo que es México ahora. Menos lo haré ahora. Después de la decepción amarga que causa el sistema político mexicano, prefiero gritar mi independencia. No es Hidalgo, no es Morelos, no es Juárez, ni ninguno de los mitos heroicos (porque son mitos, elevadas deliberadamente a heroes) quien me dio mi independencia, yo me la he dado a mí mismo.

Viva mi independencia

Si tu país no puede declarar su independencia de los poderes fácticos, del viejo PRI, o de López Obrador. Te recomiendo buscar tu independencia por ti mismo. El día en que te liberes de ataduras mentales y tengas una mentalidad propia, ese día podrás gritar, tendrás el derecho a hacerlo. No se puede pensar en luchar por la libertad de una nación si uno no es libre por sí mismo. Una persona libre, es una personas que toma sus propias decisiones, que no depende del qué dirán. Forjar una independencia propia es difícil, porque implica creer en ideas propias, o bien abrazar alguna ideología política o religiosa con la que estés de acuerdo por convicción. Y el creer en ello, significa que mucha gente no estará de acuerdo contigo y que tendrás que pagar el precio de buscar tu libertad.

Un ser humano adulto no es ser humano si no es independiente. La libertad se puede definir de muchas formas, Victor Frankl afirma que hasta en las situaciones más opresivas somos libres, algunos se atreverán a afirmar que no somos libres porque dependemos de muchos factores para sobrevivir. Pero es que es lógico porque para sobrevivir uno necesita comer, relacionarse, trabajar, distraerse. Los pesimistas parecen creer que la libertad es vivir como nómadas en la época de las cavernas. Libertad para mí (y que se acerca un poco más a la posición Frankliana) es el poder tomar decisiones propias, independientemente de las circunstancias en el que se encuentre uno.

¡Viva!, cuando decida que es lo que quiero hacer de mi vida
¡Viva!, cuando decida creer en lo que yo creo, y no en lo que me dijeron que era lo correcto
¡Viva!, cuando tome decisiones por mí mismo
¡Viva!, cuando aprenda a ser un ser humano libre, y no un ente que pasa desapercibido
¡Viva!, cuando no me importe pagar el precio de ser yo mismo, cuando no me importe el juicio de los demás, cuando no me importe que gente envidiosa de mi libertad me quiera tumbar para tener una razón para no autodespreciarse

Y de ninguna manera me importa que crean que estoy redactando un articulejo digno de libros baratos de autoayuda que se encuentran en los estantes del Sanborns. Mi intención con este artículo con connotación positiva (carajo, ya hacía falta), no es decirle a los demás que tienen que hacer. Todos saben lo que deben de hacer. Bueno, deberían.

Prefiero gritar mi independencia. ¿Qué ganan con lanzar un grito de una supuesta independencia librada hace más de 200 años que ahora está puesta en tela de juicio? Si este país no aprende a ser independiente, al menos quiero consolarme con serlo yo.

Y no soy un gurú. Soy un maldito ciudadano normal. Depender de gurús que te digan como ser libre es una contradicción. Porque les estás regalando independencia a cambio de independencia. ¿Qué estupidez, no?.

¿Entonces qué? ¿Vamos al grito? Y no, no vendo libros carajo. Y menos tengo la receta mágica para arreglar tu vida. Peor aún, no sé «El Secreto».  Nada más escribo, porque me gusta escribir.