Mirreyes en Irán

Ago 27, 2012

-Mi Papaloy, viajé a París, a Inglaterra, a todo el mundo con el dinero de mi papi. Pero Irán es como una Disneylandia para mí. Lo que se me hizo raro es que todas las lobukis tuvieran velo.

Mirreyes en Irán

Hace unos días platicaba con mi amiga Patricia sobre el patriarcado y la dominación del hombre sobre la mujer. Ella es especialista en temas de equidad de género, y me comentó puntos de vista interesantes que yo nunca había contemplado. En las comunidades donde el patriarcado es más fuerte, los hombres suelen ser excesivamente varoniles, es algo prohibido mostrar sus sentimientos porque es visto como un síntoma de debilidad (aunque técnicamente en muchos casos no es así), el orgullo y el poder son algo que los varones deben de buscar, deben adquirir un honor (aunque Schopenhauer decía que el honor no se adquiere, sino es algo que ya se tiene y que se puede perder; por el contrario de la fama, que se adquiere), por eso, lo femenino y por ende, lo considerado débil, se desprecia; y más si hablamos de un joven que muestra sus sentimientos o ya no digamos un homosexual que rompe totalmente con el esquema patriarcal.

Yo alguna vez conté que estuve en una escuela del Opus Dei, y las prácticas patriarcales se notaban. Por ejemplo, los «abusones» no eran muy castigados por los maestros, a menos de que la agresión fuera muy fuerte (golpes fuertes por un ejemplo), los que sufrían el Bullying terminaban siendo más mal vistos porque reflejaban, debilidad. Es curioso que en una institución ultraconservadora, te aplicaban una sanción más fuerte por contarle a tu amigo de sexto de primaria que los papás tenían relaciones sexuales para tener hijos, que por insultar y denigrar a un compañero. El puro hecho, de que la institución fuera de puros hombres, explica mucho las cosas. Explica una visión anticuada de la humanidad que ya no funciona y no debería funcionar. El hombre aprende a ver a las mujeres como objetos. En esta escuela era más constante la pornografía que en una escuela mixta. En una escuela como esta, un hombre se atrevía a gritarle a una mujer en la parada del camión «dame tu falopio» (tomando en cuenta que nos estaban enseñando los órganos genitales de las mujeres), la mujer salió más «cabrona» y al jovencito de 13 años le rompió la nariz y lo dejó ensangrentado.

Los llamados mirreyes son un ejemplo de ese patriarcado. Ese modelo de joven machista, vestido a la moda de una forma en que resalte su masculinidad, aquel que trata de basar su orgullo en las conquistas amorosas (sexuales y/o genitales) y las posesiones materiales. En México tienen como ejemplo a seguir a Luis Miguel y a Roberto Palazuelos (eso dicen). Buscan verse bien, cuerpos fuertes, atractivos, lentes oscuros, ropa de moda, camisas desabrochadas a la espera de conquistar y seducir mujeres o «lobukis» como estos les llaman. Y es curioso porque revisando unas fotos de Iran, sociedad patriarca por excelencia, me doy cuenta de que los hombres no llevan túnicas ni vestimentas tradicionales, no, están más occidentalizados de lo que creemos, veo a un joven iraní, que por el influjo de la globalización ha occidentalizado su vestimenta; veo a un joven iraní y veo a un mirrey. Fornidos, camisas ajustadas, lentes negros, pantalones de mezclilla ajustados, peinado muy bien delineado, y si tienen barba, con mayor razón. Mientras aquí esa combinación es una de tantas, allá pareciera que hasta es igual de obligatorio que el velo en las mujeres.

Las mujeres no parecen tan «agachadas» como uno podría pensar, pero sus vestimentas también nos hablan de una sociedad patriarcal. Patricia me decía que uno de los rasgos de las mujeres en una sociedad de este tipo, es que debe verse «muy bien» (y lo recalco), debe sonreír con mesura y ser «prudente» al hablar. Las iraníes están también occidentalizadas, sus velos incluso son «fashion», pero su vestimenta pareciera que debe de ser impecable, deben de verse atractivas (claro que por la represión que viven, no pueden enseñar ni «chichi» ni «pompi»). Parece que en Irán las mujeres viven para los hombres, se visten para ellos (y no es que aquí no pase esto último, es que allá es más marcado).

Esta imagen contrasta con la que se vive en algunos países como Estados Unidos y varios países de Europa, donde si bien también existen las modas (de ahí las copian los mirreyes iraníes) y una amalgama de opciones para vestir, la gente viste de una forma más relajada, más casual, menos pretenciosa; y donde comentaba, este tipo de vestimenta tipo «mirrey» es solo una de varias que se encuentran en la calle, o se ven más bien en algunos tipos de lugares como los antros. En países donde el machismo prevalece, esa vestimenta se convierte en la casual, donde el hombre debe presumir su virilidad, su orgullo, su poder, su puesto en la sociedad.

Y vaya que los iraníes a pesar de haber sido incluídos en el «eje del mal» por George W Bush, están muy occidentalizados, pero las modas están supeditadas al régimen patriarcal en el que viven, se visten como occidentales pero pueden tener muchas mujeres. Caray, creo que mi escuela del Opus Dei se queda chiquita ante eso.