El asunto de López Obrador y las impugnaciones

Ago 16, 2012

Lo probable es que tengamos que tolerar un gobierno posiblemente autoritario de Peña Nieto, y ante ello deberemos prepararnos. Espero no nos acostumbren a usar eufemismos, al grado que le llamemos «gobierno retro», o «gobierno vintage» a un PRI de Peña que no le molestaría en lo absoluto regresar atrás.

El asunto de López Obrador y las impugnaciones

Existe la famosa frase de que «el que acusa tiene que probar», y naturalmente en un sistema que funciona debería ser así, y hay un pacto social donde se supone que así deberían de ser las cosas, pero ¿Qué hacer cuando no existen las suficientes pruebas, porque por x o y razón es imposible tenerlas en la mano?. Por ejemplo, en el caso de las impugnaciones de López Obrador. Desde un punto de vista legal sabemos (exceptuando las indagatorias de las tarjetas de prepago), que las pruebas que presentan no son las suficientes, porque por ejemplo, el asunto de la compra de votos es algo prácticamente imposible de probar y cuantificar, se haya dado a la escala que sea. López Obrador podrá presentarnos en su «Expo Fraude», hasta animales, burros, gallinas (sí, así sucedió) que supuestamente fueron parte de la compra de votos. Por ejemplo en el Expo Fraude se presentan vasos, termos, labiales y hasta discos de Peña Nieto, podrán decir que tratan de mostrar el rebase de topes de campaña, pero al menos para mí, lo presentado en esa expo, no me dice nada; y las pruebas de que hubo algunos actos fraudulentos eran las que ya todos conocíamos. Pero al no ser tan contundentes las pruebas, la gente también podría preguntar si AMLO y compañía las están inflando. Ciertamente yo sí creo que el PRI de Peña compró las elecciones (utilizando muchas artimañas), pero también es cierto que varias de estas o son difíciles de probar o las que no son tan difíciles de probar no son causa de nulidad,  y a pesar de que fuera justo, no es ilegal, así lo dice la ley que también aprobó el PRD en la reforma del 2009.

Si por ejemplo, se sentencia la elección, se dice que las pruebas no son suficientes para anular la elección, lo correcto sería que AMLO aceptara (bajo protesta si quiere), el fallo. Porque aunque no sea justo, así lo dictaminan las reglas del juego. Pero, ¿Qué pasa, por un ejemplo, si en realidad si hubo una compra de votos tal que revirtió el resultado de la elección?, entonces entramos en un dilema. Porque lo justo no siempre es lo legal.  Lo justo nos pediría la nulidad de la elección, lo legal no. Yo, bajo mi criterio, viendo no solo la compra de votos, sino el rebase de topes de campaña (que todos vimos que la propaganda de Peña Nieto fue mucho mayor a los de los otros partidos), el asunto de Televisa; vería justa la nulidad. Pero el problema es que lo legal no siempre es lo justo. Y entonces si el fallo es favorable a Peña, lo correcto sería aceptar el fallo, y buscar, una nueva reforma donde todas estas prácticas fraudulentas, sean tipificadas como eso, y sean causa de nulidad de la elección.

A mí donde me dejaría dudas el fallo, es en la presunta incapacidad de las autoridades de resolver el asunto de Monex y Soriana, que naturalmente deja sospechas, porque han argumentado que es una investigación que llevaría meses, y resulta que la periodista Carmen Aristegui les está comiendo el mandado. Pareciera que ya hay una respuesta en este asunto, donde la TEPJF fue requerida por la Fepade para resolver los casos de Monex y Soriana, lo cual podría ayudar a resolver toda esta problemática.

A mi consideración. López Obrador debería enfocarse en el asunto de las pruebas. Los spots y las «Expo Fraude» están demás porque no muestran nada nuevo ni contundente. Para que fuera contundente, tendría que llevar 3 milllones de tarjetas Soriana al zócalo, o bien llevar a los más de 3 millones de personas compradas para que dieran su testimonio; es decir, es imposible. Espero que después del fallo, no se repita el escenario del 2006, más porque ante el advenimiento de un gobierno autoritario, y un pan debilitado, es muy necesaria la presencia de la izquierda, quien deberá trabajar para, evitar una regresión, y para que nunca más se pueda volver a imponer un presidente desde una televisora. Así, los jóvenes del #YoSoy132 deberán enfocarse en buscar la democratización de los medios por medio de la pluralidad, y la reforma educativa que México tanto necesita. El que tan fuerte sea la regresión con el PRI de Peña, sea ligera, no exista o incluso haya un avance, dependerá también, de todos los opositores que somos la mayoría de los mexicanos.

Aclaro, la compra de la Presidencia, sea insuficiente o suficiente para dar la vuelta a la elección (lo cual ignoro), no se llevó a cabo dentro de la casillas, ni en el cómputo ni en el PREP. El proceso está lo suficientemente blindado como para poder ser violado frecuentemente, es difícil pensar en un fraude dentro de unas casillas que estuvieron muy bien vigiladas. En el PREP se presento alguna que otra irregularidad, más pareciera ser por errores de dedo; pero algo es cierto, existieron más boletas tachadas a favor de Peña Nieto que de los otros dos actores. El problema es como se tacharon esas boletas. Y no, no se trata de hacer caso omiso ante un «cochinero» que pasó, por el contrario, ya se dejó constancia de que pasó, y aunque gane Peña Nieto por la vía legal, deberá estar en nuestras mentes, el como ganó.