México, olla de presión express a punto de explotar

May 23, 2012

México, olla de presión express a punto de explotarParece que esto va a explotar, ya la presión acumulada es inmensa, posiblemente nos tardamos 2 años para hacer ese 1810-1910-2010, pero se ve venir. Nunca en la historia de nuestro país (por más que los medios mainstream o «copetestream» lo quieran minimizar), se habían llevado a cabo tantas marchas, ya no en contra de un gobierno en turno, sino de un candidato y de los intereses que lo rodean, porque dichas marchas no son solo contra él, sino contra los medios de comunicación parciales (más bien vendidos, porque un medio tendría el derecho de opinar desde su perspectiva) como lo que protestan los manifestantes de la #MarchaYoSoy132.

México no va aguantar otro gobierno autoritario y eso nos queda claro. Esta presión se viene acumulando creo desde tiempos de Fox cuando la gente vio frustradas las intenciones de cambio y se acumularon en el 2006 después de un tanteado fraude electoral en contra de Andrés Manuel López Obrador lo cual causó la polarización de la sociedad, y la muerte de «la esperanza» para algunos; los afines a AMLO advirtieron de un «complot» y de «una mafia en el poder». Después de un gobierno mediocre (tanto en lo económico como en lo social) de Felipe Calderón, se empezó a respirar más tensión en la sociedad, y se empezó a acumular más con la candidatura de Peña Nieto, la cual olía (y cada ves huele más) a ese México rancio y autoritario. Ahora ese sentimiento de una élite, de unos medios de comunicación y unos grupos políticos que quieren imponer no son percibidos por los «pejefans» más radicales, sino por ya un sector considerable de la sociedad con diferentes ideologías y estratos sociales.

Las manifestaciones en la Ibero, las marchas #AntiPeñaNieto y #MarchaYoSoy132, son como esas humarolas que empiezan a salir de una olla que en cualquier momento podría explotar si no se toman las debidas precauciones. Estas marchas no solo están tomando un alcance nacional, sino que medios internacionales como El País entre otros, quienes dieron cobertura al #15M y al #OcuppyWallStreet, están centrando sus miradas en México. Saben que lo que se vive en México es algo que no se veía desde el 68, y curiosamente las fechas coinciden. En 1968 se llevaron a cabo manifestaciones en gran parte del mundo, aunque solo en México esta fue aniquilada con una asesina represión por parte de Gustavo Díaz Ordaz. Ahora también estas manifestaciones están ligadas al inconformismo mundial que hemos visto en tiempos recientes. Y es que si bien el problema en México es la oposición rotunda de la población a la implementación de un gobierno autoritario, estas manifestaciones también están influenciadas por lo que se vive en el mundo, porque el hartazgo y desgaste de la política es un problema global, y no solo nacional.

Las marchas han sido pacíficas. Pero pienso y medito sobre la reacción que tendría la gente si como se piensa, el PRI de Peña Nieto implementara un gobierno autoritario (más con los notables destellos que nos han mostrado). Posiblemente el gobierno priista tratará de crear un ambiente donde se perciba cierto progreso, pero el PRI ha usado tantas artimañas que a muchos les será difícil de creer, y solo será necesario que cojeén una vez del pie para que la olla de presión se desate. Esto no es «solo culpa del PRI o de Peña quien no ha llegado siquiera al poder», es un desgaste social y político que venimos arrastrando y de la cual como sociedad somos parte y por ende no nos exhime del problema. Esta problemática la vemos en todos los partidos, quienes se han deteriorado y han dejado del lado sus convicciones ideológicas. Ciertamente las manifestaciones han sido «antipeña» porque el miedo al PRI añejo es mayor, pero debería ser un repudio contra toda la clase política y también un momento de reflexión para pensar que estamos haciendo mal como sociedad.

Siempre la vía pacífica es la mejor, pero no hay que descartar algún enfrentamiento violento en el futuro, como respuesta a una posición del gobierno también violenta. Lo peor de la sociedad podría salir (y me refiero a la sociedad incluyendo desde los ciudadanos, hasta las élites y las esferas políticas), y hasta un punto podría ser necesario como si fuera una catarsis, como un humano que se desploma moralmente a tal grado que sabe que no le queda de otra más que salir adelante y se pone en acción. Ciertamente en la política hay gente bienintencionada (la excepción, no la regla), yo conozco personalmente gente con principios, ideales, con convicciones y congruentes hasta dentro del PRI, pero todo esto malo que vemos es un cáncer que padece la sociedad a todos los niveles, y hace falta una sacudida, ya no podemos seguir más así, ¡ya no carajo!. Y si es necesario un movimiento brusco, ni modo, que venga.