Los Introvertidos

Mar 20, 2012

Los IntrovertidosEn este mundo se promueve al ser humano extrovertido, ese tipo parlanchín que platica con todo el mundo, que sabe muy bien relacionarse con el mundo exterior y que vive de él. El extrovertido se «nota más», no tanto por lo que aporta, sino por su extroversión en sí, hace más ruido, busca estar presente, quiere que lo miren, quiere ser reconocido, que todos sepan quien es él. En cambio los introvertidos muchas veces son vistos como «raritos», se preguntan muchos ¿y qué se trae ese tipo que no habla mucho, que es reservado y que cuenta con pocos amigos, si muy buenos amigos, pero pocos?, los extrovertidos piensan que están desperdiciando su vida, no están viviendo porque al introvertido generalmente se le hace muy pesado contemplar en salir a antros y fiestas dos veces por semanas cuando mínimo. El introvertido es más reflexivo y prefiere tal vez ir a tomar unas copas con sus amigos y platicar sobre algunos temas de interés. El introvertido no soporta mucho ese tipo de pláticas que consiste en hablar lo que sucedió la otra vez, donde se platicó lo que sucedió aquella otra vez.

Pero en realidad los introvertidos en general, tienen una función en la sociedad. Al ser introvertidos viven «hacia dentro» y no «hacia afuera», prefieren su mundo interior que el exterior, y en muchos casos esto presenta ventajas porque de esta forma tienen mayor capacidad para reflexionar, para crear ideas, y para hacer un sinfín de cosas. La teoría de la evolución, los cuadros de Van Gogh o la computadora personal provienen de hombres que en su vida fueron introvertidos. Y que decir de Newton, Einstein, Orwell, o gente contemporanea como Al Gore (que a pesar de ser conferencista es considerado un introvertido) o el empresario Warren Buffett. Incluso empresarios mexicanos como Lorenzo Zambrano han tendido a la introversión.

No es que el ser introvertido o extrovertido condicione el éxito de las personas. Lo que quiero recalcar es que la sociedad suele discriminar a la gente introvertida y a veces las consideran como lentas o hasta poco inteligentes (porque muchos relacionan la inteligencia con la capacidad de saber expresarse), por esto muchos introvertidos no logran gozar de la fama que muchas veces ganan (en muchos casos sin buscarla), e incluso algunos otros se vuelven famosos cuando han pasado en mejor vida. Porque para los introvertidos lo importante no es tanto el valor del personaje, sino el valor de sus aportaciones. La gente reconoce a los introvertidos en función de sus logros y aportaciones y no en función de su personalidad.

La introversión o extroversión de una persona puede ser algo en cierto grado genético o también condicionado por el medio ambiente. Y es que en realidad ninguna de los dos tipos de personalidad es una virtud o un defecto, simplemente es una características de los seres humanos. Lamentablemente el mundo moderno ha promovido el estereotipo de aquel hombre consumista que se mueve por sus instintos, que busca tener éxito y ser reconocido por ello, que busca fama, poder, sexo, dinero; mientras que otras características más virtuosas como la inteligencia o la inventiva quedan relegadas; porque por alguna razón, la inteligencia no es algo que la «mass media» promueva. Se hablan de los actores y políticos con buena apariencia, de los deportistas exitosos, todos los conocen; pero cuando hablamos de científicos, médicos, intelectuales, quedan relegados a un pequeño nicho; siendo que los segundos aportan más que los primeros (aunque aquí ya me salí un poco del tema principal, porque no se necesita ser necesariamente ser introvertido para ser científico o intelectual).

La gente que busca la fama y el poder, logra un efímero placer que se va con el tiempo, en cambio quienes buscan crear ideas, formas de pensamiento, productos, yo que sé; tardan más tiempo en lograr esa fama que no han buscado (al menos no directamente), pero su éxito termina siendo más perdurable que el del primero.