Machismo y Hembrismo

Feb 14, 2012

Josefina Vázquez MotaComo triunfadora indiscutible de los comicios internos del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota se convierte en la primera mujer en la historia en tener posibilidades reales de llegar a la Presidencia de México.

Siendo la candidata del partido gobernante, con una amplia experiencia en el ambiente político y un gran carisma, Josefina fue reduciendo la ventaja que llevaba Enrique Peña Nieto, aspirante del PRI, incluso antes de convertirse en la abanderada virtual de su partido, colocándose en un segundo lugar por delante de Andrés Manuel López Obrador, demostrando que es una contrincante seria, e incluso, peligrosa.

Como mujer, me da gusto que una persona de mi sexo pueda llegar a ocupar el cargo político más alto del país, independientemente del partido que sea, pero como feminista, me preocupa –e incluso me molesta– que se use erróneamente el discurso de género.

Me da gusto porque significa un avance en la lucha por la reivindicación del lugar de las mujeres en la sociedad, porque significa que la lucha feminista ha ido rindiendo frutos, y también porque, personalmente, considero que al ser mujer tiene una experiencia distinta de quienes la han precedido en el puesto, la cual requiere ser visibilizada y tomada en serio. Me agrada porque, independientemente del resultado, el tema de género estará presente durante todo el periodo electoral; sin embargo, me preocupa el hecho de que se intente lucrar políticamente con el resultado de una simple coincidencia cromosómica.

Varias veces he sostenido que el ser mujer no nos hace por definición feministas, ni siquiera nos garantiza una sensibilidad de género. Así como hay hombres que luchan activamente por nuestros derechos, también hay muchas que parecen trabajar en contra. El machismo no es exclusivo del género masculino, también hay mujeres que resultan beneficiadas en la preservación de este injusto sistema de poder.

Actualmente México continúa siendo un país sexista, aunque se han hecho grandes avances en el terreno de los derechos de las mujeres en los últimos tiempos, también ha habido serios retrocesos, los cuales han sido impulsados precisamente por el partido que hoy lanza democráticamente a una mujer a la Presidencia. Desde el gobierno, el Partido Acción Nacional ha emprendido cruzadas destinadas a restringir el poder de las mujeres, a limitarnos más el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, y a hacernos sentir culpables al ser violentadas sexualmente por la forma como vestimos o nos comportamos.

Por supuesto que Acción Nacional no ha sido el único partido en intentar limitar el alcance de las mujeres, pero sí ha sido uno de los más radicales y persistentes. Es precisamente este fardo el que pesa hoy en día sobre la espalda de Vázquez Mota, y el cual hace que los hombres y mujeres que defendemos los derechos humanos no nos dejemos convencer tan fácilmente con el discurso de género de la candidata presidencial.

Cometerían los panistas un error garrafal al creer que por el hecho de proyectar a una mujer a la Presidencia tendrían asegurado el voto femenino, pues dicho partido tiene una gran deuda con quienes abogamos por la equidad, quienes además sabemos que lo importante no es el sexo de la persona que esté en el poder, sino el conocimiento y la conciencia que ésta tenga, así como las políticas que implemente y promueva, lo cual se demuestra en sus actos a través de la historia.

Josefina Vázquez no cuenta con un historial de lucha de género, no se le exige que lo tenga, pero no se ve bien que lo utilice como un ardid de campaña, ya que puede resultarle contraproducente, pues irónicamente estaría reproduciendo los mismos estereotipos del machismo que juzgan a la persona por su sexo biológico y no por su capacidad. Estaría cayendo entonces en el mujerismo, o hembrismo, que es la otra cara de una misma moneda: el sexismo.