Reforma al artículo 24 ¿Fin del estado laico?

Ene 4, 2012

Muchas personas, más que laicistas, antirreligiosas, pegaron el grito. ¡la reforma el artículo 24 es una decisión retrógrada que nos regresará a la época medieval, habrá Santa Inquisición, el clero volverá a mandar en el país y gobernará usando las conciencias de los ciudadanos!. Pero parece ser que la interpretación del estado laico por parte de los perredistas está algo tergiversada, dado que el estado laico es neutral con cualquier religión y permite la libertad religiosa a sus habitantes sin imponerles alguna religión en específico. Entendiendo así el estado laico, yo la verdad no veo algún agravio por parte de la reforma al artículo 24, por el contrario, lo alimenta, porque extiende las libertades religiosas y lo que el artículo 24 propone incluye a todas las religiones, no solo a la católica (como muchos quieren interpretar).

¿Qué se quiere lograr esta reforma?. Que se ajustará la legislación de nuestro país a los tratados internacionales de los cuales forma parte, reconocer la libertad religiosa como un derecho colectivo y no solo individual, la garantía de que los hijos de los padres puedan recibir instrucción religiosa o moral de acuerdo a sus convicciones, y dar permiso para efectuar cultos al exterior de los templos. Algunos aseguran que los padres o ministros podrán votar en las elecciones e incluso postularse para un puesto político.

Así, bajo el mismo talante en que a los homosexuales se les da el derecho a casarse y a adoptar hijos, también debería de otorgarles derechos a las personas que forman parte activa de una institución religiosa. Sinceramente a mi siempre me ha parecido absurdo que un padre no pueda votar en unas elecciones, los padres o ministros son una minoría, al igual que los homosexuales y no por eso se debería coartar su participación en la política. Luego, vamos con algo que si podría tener un lado un poco más preocupante, que es el hecho de que un padre de cualquier religión pueda participar activamente en política. Con esto muchas personas dan por sentado que sería el regreso del poder del clero al país, pero no necesariamente es así. Si una persona religiosa aspira a un puesto político, será juzgada por sus acciones como «político» y no como «párroco». Y sobre todo porque a la gente le interesa más que un político se preocupe por sacar adelante la economía de un país, que por ofrecer «el cielo» a sus votantes.

Un claro ejemplo lo vemos en Paraguay. El obispo Fernando Lugo decidió contender por la presidencia, ¿y saben ustedes que partidos le dieron cabida al obispo para que se lanzara a las elecciones? Si, los de la izquierda paraguaya. El obispo tuvo que pedir permiso al Vaticano, y el papa Benedicto le otorgó una dispensa para ejercer la presidencia que le concede su regreso a un estado laical (a cambio no puede administrar los sacramentos durante su mandato). Una vez terminada la presidencia, Fernando Lugo mediante una solicitud al Vaticano, podrá volver a ejercer como obispo. Y ahora que Fernando Lugo es Presidente, ¿han visto el regreso de la Inquisición en Paraguay?.

Y lo mismo sobre la educación, ¿por qué la gente que tiene dinero es libre de elegir si se les enseña religión o no dentro de las escuelas privadas a sus hijos; mientras que la gente humilde no lo puede hacer?. El que los padres tengan la libertad de escoger el tipo de escuela para sus hijos de acuerdo a sus convicciones ya sean religiosas o no religiosas a mi me parece bien.

Dentro de todo esto, yo no veo ninguna «imposición», veo simplemente la extensión de los derechos para las religiones, sean católicas, protestantes, budistas. Y yo, mientras el gobierno no adopte una «religión oficial», nos imponga una religión o tengamos que ir a misa por fuerza el estado, no veo algún agravio contra el estado laico. Yo como una persona no practicante de alguna religión, esta ley, que todavía falta ser aprobada por los senadores, no me afecta en lo más mínimo en mi persona.