Violencia en México, símbolo de subdesarrollo

Dic 16, 2011

Es aventurado decir que existen lugares del mundo donde la violencia ha sido totalmente erradicada. Pero lo cierto es que el nivel de violencia que se muestra en las naciones es un símbolo inequívoco del subdesarrollo ya no solo económico, sino cultural, que dichas naciones reflejan. Hace poco escuchamos sobre un asesino en serie en Noruega que hizo explotar una bomba y mató a varios jóvenes militantes de un partido socialdemócrata, pero en el caso de Noruega, es la excepción, mientras que en países como el nuestro, la violencia es la regla.

Tan es así, que si este atentado hubiera ocurrido en México, posiblemente no hubiera tenido gran impacto en los medios internacionales, porque ya están acostumbrados a ver en México un país violento. Y es que no importa quien ejerza la violencia, el estado, los criminales, grupos guerrilleros, da lo mismo. Eso nos muestra el atraso que tenemos como nación. Un ejemplo lo podemos ver con los asesinatos perpetrados en el edificio de la FEG (Federación de Estudiantes de Guadalajara), y algunos analistas tirados hacia la derecha, podrán decir que es un problema inherente a las universidades públicas. Pero ¿entonces porque en las universidades públicas ya no de Noruega, Suecia o Dinamarca, sino de otros países como España no ocurre eso?. Simplemente porque en nuestro país tenemos una cultura atrasada donde se usa el ejercicio de la violencia para defender intereses, sean políticos o de cualquier índole. Y en un país poco acostumbrado al diálogo y al debate, y más al uso de medidas coercitivas para imponer ya no solo dogmas, sino intereses políticos y de poder, es entendible muchos ciudadanos vean en la violencia la solución.

El problema de la violencia y su vínculo al subdesarrollo cultural, no solo se refleja en actos criminales donde se ultima la vida de terceros. También lo vemos dentro de las familias, donde persiste un alto grado de violencia intrafamiliar, y esto es debido a modelos de conducta arcaicos y machistas (en su mayoría) que no se han podido erradicar y extirpar de la psique mexicana. Naturalmente las condiciones socieoconómicas también la propician, y esto aunado a una falta de valores, donde las escuelas y familias no han logrado crear personas de bien y terminan tentados por el mal camino. Curiosamente México es un país mariano y católico, donde la Iglesia no ha sido capaz de influir en los jóvenes para que hagan a un lado los comportamienos violentos. Esto tomando en cuenta que muchas de las personas que cometen actos de violencia afirman profesar la religión católica.

El hecho de que se utilice el ejercicio de la violencia, ya sea de una forma presumiblemente legítima (como la guerra contra el narco de Felipe Calderón) o ilegítima, nos habla del subdesarrollo en el que sigue inmerso el país. Y para erradicarla la solución no solo está en lograr un crecimiento económico que bien ayudaría, sino en detectar los focos de violencia, atacarlos de raiz y buscar un cambio en las estructuras mentales del mexicano que en muchos casos lo incitan a ser violento.