Ganó López Obrador, perdió la izquierda y perdió México

Nov 15, 2011

A veces no se si lo que la mayoría de la gente quiere es lo más bueno para la sociedad. En sí la forma en que eligió la izquierda al candidato fue respetable, porque  le preguntaron a la gente a quien quería y no eligieron al candidato por caprichos o dedazo, era lo mejor para una izquierda fracturada A Priori, pero el resultado es malísimo, porque con esto se condena la izquierda a perder en las elecciones del 2012 y le abren el camino a Enrique Peña Nieto.

También fue respetable la postura que tomó Marcelo Ebrard, quien tristemente nos mostró que podría haber sido un candidato decente para el 2012. La inminente terna para el 2012 dice que el PRI va con Peña Nieto, el PAN con Vázquez Mota y el PRD con López Obrador. Creo que desde hace mucho tiempo, los electores no habíamos tenido una oferta tan pobre. Los dos hombres son populistas, cada uno a su manera, y a mi juicio, los dos representan un retroceso al pasado. Vazquez Mota, la mujer, marca el continuismo de una mediocre presidencia de Felipe Calderón que no ha dejado al país con buenos resultados.

Marcelo Ebrard, como bien mencionó Enrique Krauze, es el único que podía representar a esa izquierda progresista que necesitaba México, alguien que se acercara un poco aunque sea, al modelo de Lula. Se puede no estar de acuerdo en el en algunas cosas, y tal vez su gestión en el D.F. no ha sido como para calificarla de excelente. Pero si mostraba una diferencia con respecto a los otros candidatos y tenía ideas progresistas de una izquierda moderna, y no de una izquierda que se quedó atorada en los preceptos de la revolución.

También, el que López Obrador se presente como candidato, es una buena noticia para Peña Nieto. López Obrador en la actualidad, si, es más popular que Marcelo Ebrard. Pero de ahí ya no puede avanzar más, porque su popularidad está basada en el voto duro y los que no son parte de este son opositores a López Obrador. El Peje sería incapaz de arrebatarle voto útil a Enrique Peña Nieto. En cambio Marcelo Ebrard como candidato (el cual también es menos conocido que AMLO, hay que aclararlo), hubiera podido hacer una gran campaña, atraer muchos votos útiles (que al parecer era más popular que Vázquez Mota) y tener parte del voto duro de López Obrador, en el caso de que este lo hubiera apoyado como habían quedado (aunque existía alguna posibilidad de que Obrador por necio rompiera el pacto y decidiera ir por el PT y Movimiento Ciudadano fracturando más la izquierda). El caso del 2006 de Calderón (el cual era un desconocido) y que le arrebató prácticamente toda la ventaja a AMLO me dice que tampoco era imposible pensar que Ebrard pudiera hacer lo mismo con Peña Nieto (aunque de todos modos se antojaba difícil).

Ahora el candidato a vencer es Enrique Peña Nieto. Pero a diferencia de lo sucedido con López Obrador en el 2006, el tendrá a los poderes fácticos de su lado. Será más difícil para el PAN o el PRD hacer una campaña de desprestigio, además de que la ciudadanía ya está cansada de ese tipo de campañas, como lo vimos en el 2009.

El futuro político de México se ve muy oscuro. Y pensar que Felipe Calderón le va a tocar a desempeñar uno de los dos vergonzosos papeles: 1.-Regresarle la presidencia al PRI, como un símbolo de derrota y muestra de que no pudo (el más probable, por mucho) o bien, 2.- entregarle la envestidura presidencial a su némesis, al personaje antagónico que le recriminó un fraude y lo llamó espurio.