El PRI gana el Estado de México. El aparato sigue funcionando

Jul 4, 2011

Dicen que las elecciones del pasado 3 de Julio iban a ser la antesala de las elecciones federales que se celebrarán el próximo año. Que quien ganara en el Estado de México se iba a llevar la presidencia en el 2012. No se en que basen sus argumentos porque cuando el PAN ganó las elecciones federales en el 2000 y en el 2006, el PRI gobernaba el Estado de México. De hecho panistas como Josefina Vázquez Mota dicen que no tiene nada que ver. Pero yo creo que esta vez si nos dice algo, sobre todo por cómo se están configurando los partidos frente al 2012, un PRD fracturado, un PAN sin una figura convincente y un PRI que viene con todo a recuperar lo perdido.

En el PRD, algunos le hechan la culpa a Andrés Manuel López Obrador por la derrota, él se negó a hacer alianza con el PAN, aunque la derrota fué tan estrepitosa que creo que con todo y alianza no hubieran alcanzado al PRI. Encinas se llevó el honroso segundo lugar, no pudo hacer más frente al «aparato mediático y los intereses oligopólicos» (como ellos afirman), pero el caso de Bravo Mena se cuece aparte. La derrota del PAN fué más que humillante. Si el 21% del PRD sabe a muy poco, el 12% del PAN genera sentimientos de lástima.

Lo preocupante fué como se llevaron a cabo estas elecciones. No es un secreto que los priístas hecharon mano de los recursos de «siempre» para ganarlas: Despensas, tinacos, regalitos, planchas para las madres, y hasta ayudas de Televisa para repartir artículos de Eruviel; gente acarreada y demás. En los debates, empresas internacionales especialistas en el tema dieron como principal perdedor a Eruviel, y como ganador a Encinas, pero parece que los debates no sirvieron de mucho porque el voto duro fué quien hizo triunfar al PRI. No me atrevo a decir que se trataron de unas elecciones democráticas (si bien tampoco podemos hablar de un fraude ni mucho menos) por todas las circunstancias que rodearon al sufragio. Denise Maerker no se equivoca al decir que se vivió una involución democrática.

Toda la maquinaria fáctica vuelve a apuntar al PRI, en eso no se equivoca Andrés Manuel López Obrador. El PAN ya no les funciona y lo mejor es regresar a lo de siempre. Un ejemplo es la maestra lideresa del SNTE Elba Esther Gordillo que hace poco revelara que si hubo alianza con el PAN en las elecciones del 2006, ahora es buscada por el PRI para hacer alianza en el 2012, el dirigente nacional Humberto Moreira afirmó que la Chucky es su amiga y que buscarán concretar una nueva alianza. La maquinaria se vuelve a acomodar, el aparato sigue funcionando.

No lo entiendo ¿por qué el PRI está tomando tanta fuerza?. Es cierto que el gobierno de Felipe Calderón no ha sido destacable, mucho menos el de Fox, pero pues ¿que no recuerdan a Salinas, Echeverría, López Portillo?. En el 2000 el PAN ganó por la esperanza que significaba el «cambio democrático», en el 2006 volvió a «ganar» por el miedo a otro cambio (AMLO) y por errores que le costaron caro al PRI. Pero parece que la gente ahora está convencida de que el PAN no sabe gobernar y el PRI si lo sabe hacer. Menudo lío en el que nos hemos metido.

La izquierda tampoco ha hecho mucho por que las cosas mejoren, en la izquierda emana el único lider político que existe en el país (con todos sus defectos y sus ambiciones megalomaniacas), López Obrador. Pero también la izquierda no deja de ser el basurero del PRI y por lo tanto tampoco han dejado de lado esos vicios que se reprodujeron durante tantos años en el partido tricolor. Sinceramente creo que si la izquierda quiere tener algo de posibilidades de ganar debería de apostar por Marcelo Ebrard, quien puede conquistar a los votantes indecisos. López Obrador ya no lo puede hacer, tendrá sus millones de seguidores, pero para el resto del país es un cartucho quemado, ni con MORENA logrará cosechar el éxito de hace 5 años.

Las cosas están duras, el regreso del PRI es casi inevitable, tanto el PAN como el PRD tendrían que hacer algo milagroso para evitar su retorno. Pero mientras ya, el PRI gana el Estado de México, y los demás partidos terminan en el olvido.