Felipe Calderon, su lucha, y la lucha de la sociedad

May 5, 2011

El poeta Javier Sicilia convocó una marcha que irá desde Morelos, hasta el D.F. La razón, se quiere llevar a cabo una marcha por la paz, y según los organizadores la exigencia principal es el esclarecimiento del asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia Ortega. Pero esa no es la única que habrá. En Guadalajara se llevará a cabo la marcha por la paz «Por un México sin violencia» que se llevará a cabo el 8 de mayo y que involucra a muchas asociaciones civiles que buscan terminar tajantemente con la violencia que nuestro país esta viviendo, venga de donde venga.

Es por eso que el presidente Felipe Calderón se apresuró a dar un mensaje en cadena nacional para que la sociedad no se rinda ante la lucha ante el narcotráfico. Pero parece que la presidencia y la sociedad tienen prioridades diferentes a pesar de que las dos entidades están en contra de los narcotraficantes. Felipe Calderón busca (o hace como que busca) acabar con el narcotráfico en el país. A la sociedad no le importa tanto eso, la sociedad quiere paz, la sociedad quiere que ya no haya muertos ni ejecuciones, y he ahí la rispidez entre lo que quiere nuestro gobierno y lo que queremos nosotros.

Todavía un sector importante de la población apoya al presidente en su lucha (la mitad), pero el otro sector ya esta cansado y cree que se deben de buscar alternativas. Muchos creen que la guerra ha sido necesaria dado que el narcotráfico ha crecido considerablemente en el país. Se dejó crecer gracias a la complicidad de muchos gobernantes, de empresarios que siguen impunes (véase Vazquez Raña y Roberto Hernández) y sobre todo por la CIA que utilizó estos cárteles para exportar armas a Nicaragua para el caso Irán-Contras mientras estos importaban enervantes. Pero ahora a pesar de la sangre que corre parece que en lugar de combatirlos directamente, se deja que combatan entre ellos para obtener las plazas.

El combate ante el narcotráfico de Felipe Calderón es de por sí dudoso por el tipo de estrategia que ha planteado (sus detractores hablan de una legitimización), pero no solo eso, se ha acusado a Genaro García Luna de tener nexos con el narcotráfico y también se ha cuestionado la displicencia del gobierno federal para con el cártel de Sinaloa, donde se encuentran Mayo Zambada, Los Valencia, Coronel (al único que el gobierno ha tocado y cuya muerte deja muchas dudas) y el Chapo Guzmán, que después de la muerte de Osama Bin Laden, se ha convertido en el millonario más buscado de todo el mundo. También se dice que Camilo Mouriño pactó con el narco e incluso se entrevistó con el Chapo Guzmán.

Pareciera que Calderón ha querido emular a Colombia en el combate contra el narcotráfico, pero son dos realidades muy diferentes. En Colombia el gobierno sacó al ejército de sus cuarteles para combatir a las FARC, pero esta organización es una guerrilla. Para hacer el comparativo con los colombianos, tendríamos que fijarnos más bien en lo que ha hecho Sergio Fajardo en Medellín. Lo cual discrepa bastante con las formas de Felipe Calderón Hinojosa.

Un sector de la sociedad se ha dado cuenta de las incongruencias que hay en la lucha contra el narcotráfico y quiere que todo esto termine de una vez. Han capturado a algunos capos importantes como Beltran Leyva o La Barbie, pero han surgido otros y el problema se multiplica, las organizaciones se fragmentan y buscan captar más integrantes dentro de sus organizaciones, lo cual es muy fácil, dada las condiciones socioeconómicas del país. El narcotráfico ha crecido tanto que la lucha ya no es solo entre los cárteles, sino que compete también a la población civil cuya vida está en riesgo y por eso clama por la paz. El gobierno se ha visto insuficiente al tratar de satisfacer las necesidades de seguridad de la población, y me atrevo a decir que por el contrario, la ha acrecentado al meternos en esta lucha sin pies ni cabeza.

No se cuantas marchas se necesiten, y ni siquiera se si sean de utilidad para acabar con el problema cuando el gobierno sigue empecinado en seguir con la misma estrategia de siempre. Yo en lo personal no creo que se deba de abandonar la lucha, pero si se debe de hacer un profundo replanteamiento, de buscar formas menos violentas y que incluyan a los servicios de inteligencia más que al ejército (en riesgo de corromperse) y a los policías (ya corrompidos), pero sobre todo, se debe hacer una lucha donde no haya favoritismos con cárteles como siempre ha sido con los últimos gobiernos.

Aquí les muestro el video de Felipe Calderón, no dice nada nuevo, se muestra enérgico pero cada vez parece tener menos credibilidad: