¿Pan y circo al pueblo?. Pues eso es lo que la gente quiere.

Ene 30, 2011

A veces, cuando de telebasura o noticias irrelevantes se trata, buscamos culpables en la televisión, en la deficiente calidad educativa en México, en el gobierno, etc… Pero estimado lector, ¿sabe usted una cosa?, me he dado cuenta que ellos no son los únicos culpables (tampoco es que haya de dejar de atribuírles su correspondiente responsabilidad), sino que en muchos casos la sociedad misma es la que pide ese tipo de contenidos. Muchos desearíamos que la gente buscara cultivar más la cultura, buscara leer, ver programas culturales en televisión, o ya de pérdida ver los capítulos de History Channel en el cable. Pero ¿saben algo?. El acercarse a ese tipo de contenidos más fructíferos requiere un esfuerzo mental, requiere disciplinar a la mente pare encontrarle el sentido. En cambio para ver un talk show, una telenovela, o ver un escándalo mediático como el de Kalimba, o el de JJ, no se necesita hacer ningún esfuerzo mental para poder saborear los contenidos. Es como si comparáramos la comida chatarra con las verduras. Las primera sabe en un principio sabe más deliciosa y para saborear las verduras uno se tiene que acostumbrar, pero el que logra apreciar el sabor de las verduras no solo las termina disfrutando, sino que se nutre más que el que consume la comida chatarra.

¿Que pasaría si Televisa y TV Azteca acordaran cambiar todo su programación televisiva por contenidos culturales, mesas de debate y reflexión y noticieros más serios estilo la BBC?. Seguramente su rating se desplomaría porque a la gente le dejaría de interesar la programación que ahí están presentando. De hecho eso lo puedo constatar al comparar el rating que Televisa y TV Azteca tienen con el rating del canal 11 y el canal 22 que presentan contenido de más calidad. Televisa y TV Azteca se llevan de calle a los canales estatales, y esto no es solo por el presupuesto que tienen, sino porque las televisoras le dan el contenido que la gente quiere.

Un ejemplo más. El Reforma muchas veces es criticado por ser amarillista y sensacionalista (no por nada el diario El Metro es de ellos). Publican en primera plana muchas veces noticias irrelevantes como la liberación de Kalimba o la detención del JJ, o la fotografía de un acribillado en una calle de la Ciudad de México, pero aún así no dejan del lado noticias que si son importantes como la megamanifestacion que esta ocurriendo en Egipto donde buscan derrocar a Mubarak, dictador de aquel país, o la cobertura de las elecciones en Guerrero. Para mi sorpresa, al ver la pestaña de «lo más leído» en el sitio web del Reforma, lo más visto siempre son las noticias sensacionalistas. La gente prefiere enterarse de que le ocurrió al ex-cantante de OV7 o como estuvo el pleito de Laura Bozzo con TV Azteca, y no se fija tanto en lo que está ocurriendo en Guerrero o Egipto. A la gente le gusta el morbo. ¿Pan y circo al pueblo?. Pues eso es lo que la gente quiere.

Muchos dirán que este fenómeno es parte de la deficiente educación. Puede influír en parte, pero no es el principal problema. Otra vez saco a colación a Reforma. Los lectores de la versión en línea de este periódico tienen Internet en su casa y no solo eso, tienen la capacidad económica para pagar la suscripción anual que mínimo te dá acceso a los contenidos de portal de Internet. Así que no estamos hablando de gente de escasos recursos que tiene que asistir a las deficientes escuelas de gobierno. Muchos de ellos asistieron a escuelas privadas y tienen estudios universitarios. Entonces, ¿por qué aún así siguen «pidiendo» contenidos chatarra, contenidos que generan morbo y no llevan a nada?. Porque no tienen la «cultura de la cultura». Porque en el seno de las familias no hemos hecho ningún esfuerzo para inculcar ese hábito en los hijos.

Un caso muy extremo de esta degeneración cultural son los Talk Shows (les recomiendo leer el artículo de Álvaro Cueva). Este formato pegó en la década de los 90’s con programas como Hasta en las Mejores Familias conducido por Carmen Salinas y Cosas de la Vida, de Sánchez Azuara. Tuvieron un rotundo éxito pero luego se descubrió que era pura actuación, los anunciantes se quejaron y las televisoras dejaron de producirlos. Uno creería que después del engaño este tipo de formatos ya no iba a tener éxito en la televisión mexicana. Pues sorpresa que TV Azteca contrata a Laura Bozzo (quien se iría posteriormente a Televisa) y el fenómeno de los talk shows vuelve a tener el éxito y el rating de antaño, a pesar de que la gente supuestamente sabe que son programas actuados.

No es que las televisoras impongan ese tipo de contenidos y forcen a la gente a verlos. Más bien saben que ese tipo de contenidos es lo que le gusta al televidente común mexicano y saben que es lo que les va a generar más dinero. El pueblo quiere pan y circo, el pueblo quiere que lo distraigan de sus problemas cotidianos y existenciales, por eso es que es más rentable ofrecerle contenido chatarra para que en este alivie sus frustraciones. La gente quiere olvidarse de los problemas laborales y económicos viendo el partido de futbol, quiere olvidar sus problemas matrimoniales viendo telenovelas donde se siente identificado porque otros sufren lo mismo, prefiere ver talk shows. Y no se interesa por cosas menos superfluas y con más contenido porque le representa un esfuerzo digerirlas.

Creo que el cambio en la cultura del mexicano no solo está en la responsabilidad social que deberían tener las televisoras y los medios de comunicación. El cambio también está en el mexicano mismo que también es el que pide ese tipo de contenidos. Y mientras el mexicano no deje de ser conformista intelectualmente, las cosas no van a cambiar. En el país existen muchos museos, ferias de libro, obras de arte, y demás espacios para cultivar la cultura, así que no es un pretexto el decir que los únicos culpables de este rezago son los medios de comunicación.