Anecdotario sobre el Bullying (acoso escolar)

Sep 7, 2010

Según la Secretaría del Desarrollo Social del DF. 90% de los estudiantes de las escuelas han sido víctimas de humillaciones por compañeros de escuela o por docentes. ¿No se de donde se les ocurrió sacar esas estadísticas a los de dicha Secretaría?. Igual hicieron un muestreo y encuestaron a un sector de la población, o igual le tantearon mentalmente nada más. Yo creo más bien que todos hemos sido víctimas alguna vez de bullying aunque sea en casos aislados, y también por su parte hemos acosado alguna vez en nuestra vida a algún compañero.

Ahora el Bullying llama mucho la atención y se ha convertido un tema preocupante en la sociedad. Yo me acuerdo que cuando iba en la secundaria casi no se hablaba del tema y los consejos de los padres iban mas del lado de -Mijo, usted tiene que ser hombre y tiene que ser fuerte. Aunque claro, que en realidad eso no servía cuando el acoso era de 5 compañeros contra uno, o cuando todo el salón se pone a gritarte «pendejo» al unísono. Ahora parece haber más conciencia, aunque no se si se esté pasando en realidad al otro extremo. –Que si los niños víctimas se van a traumar, que si los que tienen desórdenes de conducta son los acosadores, y los acosados son pobres víctimas.

Lo confieso, yo durante algún tiempo en la secundaria fuí un niño «barquito». Como no era muy social, y era una persona susceptible, entonces era la víctima favorita de los compañeros. Habían niños que me aventaban piedritas, me escondían la mochila, y hasta en caso extremo, le metían pedazos de pizza para que los libros quedaran con un hedor eterno a queso y grasa. Claro, los profesores medio que trataban de impartir justicia y medio que se reían del asunto. Aunque no se metían mucho conmigo, pero a veces los profesores se metían a hecharles carrilla a los compañeros y a veces lograban herir una que otra susceptibilidad. El único profesor que se metió duro conmigo la pagó cara porque logré que lo terminaran corriendo de la escuela.

Ya para la preparatoria me cambié de escuela y para mi fortuna ya existía por decirlo «una mascota» al cual todo el salón le podía pegar. Era un tipo de reacción lenta, no muy agraciado físicamente (bueno, tampoco era tan feo el tipo) tenía pocos reflejos y para acabarla de contar, era muy orgulloso: El coctel perfecto para ponerle el apodo más cruel que he escuchado en mi vida: «El Birote». Todos se metían con él y era casi obligatorio haberle hechado carrilla alguna vez en la vida a este tipo, no solo los de mi salón se metían con este chavo, sino que tanto los de «arriba» como los de «abajo» lo molestaban. Pero el tal «birote» tenía su grado de autoestima, porque a pesar de toda la carrilla nunca se dejó caer y nunca ví que lo hicieran llorar. Además a pesar de la mala fama que se acarreaba en la escuela, llegó a tener una que otra buena chica.

Hay una anécdota que se me hizo increible y que la seguimos recordando con gracia entre los amigos. El «Birote» le prestó unos Discman (tomen en cuenta que en esa época no había iPods ni iPhones ni Blackberrys) a un amigo, este último tuvo la fortuna de encontrarse en la calle un modelo exáctamente igual pero totalmente destrozado. Mi amigo se los llevó al birote y le dijo –Perdón birote, mira lo que le hice a tu Discman sin querer. El birote quedó en shock, con la boca abierta, mientras otro amigo los agarraba y decía -Mira birote, todavía sirven, guantamaneraa, guantamaneraa. Ya después de eso le devolvieron su verdadero Discman en perfectas condiciones, pero el susto que se había llevado era increíble.

Esta persona se convirtío en una leyenda, los profesores también le hechaban carrilla. Mi profesor de lógica usaba la premisa de «El birote es tonto» para enseñarnos que era el Modus Ponens y el Modus Tollens. Afortunadamente «el birote» era una persona fuerte mentalmente. Porque muchas víctimas de Bullying sufren demasiados estragos en su vida a causa del acoso escolar que sufren. Algunos no terminan el grado escolar, se deprimen o hay casos extremos en que la víctima se puede llegar a suicidar.

Creo que se debe de enfrentar el Bullying por dos medios; Uno, buscando en las escuelas condiciones para que el Bullying se dé lo menos posible y enseñar a los niños a respetar a los compañeros. Pero por otro lado también hay que enseñar a las víctimas que no den motivos para que los demás se aprovechen de ellos. La culpa creo aquí es 50% del victimario y 50% de la víctima. Para que haya un victimario debe de haber alguien que se preste para ser la víctima y viceversa. Yo fuí como lo comenté, alguna vez víctima del Bullying y hasta que deje de darles motivos a los demás para que se burlaran de mí, dejaron de hecharme carrilla. Creo que parte de la solución está en aceptarse uno como es, aunque a veces eso es difícil decírselo a un chaval de 14 años.