Andres Manuel López Obrador

May 13, 2010

Tiene el diagnóstico correcto, pero tiene las soluciones inadecuadas.

Denisse Dresser

En la historia de México nunca habíamos visto un personaje tan peculiar, y vaya que hemos tenido personajes peculiares. Pero era inevitable que un personaje así surgiera. En México se vive un gran problema de desigualdad, poca movilidad social (es decir, pocos pobres lo dejan de ser), y adjunto vienen los problemas de inseguridad y narcotráfico. La gente estaba descontenta con una transición democrática que se ha quedado a medias, y los pobres no vieron en esa transición, beneficios para ellos. La democracia (por así llamarlo) se limitó a la política: Si, cada vez hay más pluralidad, competencia entre partidos; pero no hay avances notables en el progreso como país, y es por eso que muchos sectores de la sociedad se empezaron a hartar. Todo ese descontento alimentó a López Obrador, quien aprovecho las circunstancias para lanzarse por la presidencia del país.

Los antecedentes.

Para explicar el fenómeno López Obrador, nos tenemos que remontar hacia 1988, cuando Carlos Salinas de Gortari llega a la presidencia tras un sonado fraude electoral. En un principio Cuauhtemoc Cárdenas y Manuel El Maquío Clouthier se unen para luchar contra el fraude. Ninguno piensa en usar la violencia, a pesar de que a Cuauhtemoc Cárdenas, algunos de sus simpatizantes  le dijeron -Cuauhtemoc, danos las armas. Todos protestaron, pero al final, los partidos de oposición tomaron caminos diferentes. Cuauhtemoc decidió fundar el PRD, el PAN, de la mano de Diego Fernandez de Ceballos y Luis H. Álvarez terminó (sin aceptar el triunfo de Salinas) negociando con el PRI y el establishment de aquel entonces, lo cual legitimó el gobierno del PRI. Los panistas se dieron cuenta de que no tenía tantas diferencias ideológicamente con el gobierno de Salinas (sobre todo en lo económico), y lograron negociar algunos acuerdos con el gobierno, como la reanudación de las relaciones con el Vaticano.

También, gracias a ese acercamiento del PAN se quemaron las boletas, el partido azul logró ganar algunas gobernaturas y gracias al debilitamiento progresivo del PRI por la crisis 94, estos últimos perdieron la mayoría en la cámara de diputados en el 97, y finalmente terminaron perdiendo la presidencia en el año 2000 gracias también a un carismático y populista personaje: Vicente Fox. El cual obtuvo no solo votos de los nuevos inconformes, sino de los que antes habían votado por Cuauhtemoc Cárdenas. El logró con su campaña populachera atraer votos de la izquierda, con lo cual Cuauhtemoc Cárdenas terminó relegado al tercer lugar de las votaciones.

No pasó mucho tiempo para que surgiera el descontento con el gobierno de Fox. Ya había más democracia, pero no se palpaban los frutos de ella. El PAN perdió muchas gobernaturas, alcaldías y posiciones en el congreso en las elecciones intermedias del 2003. Pero para ese entonces surgió ese personaje en el Distrito Federal. Un López Obrador que había sufrido fraudes como el de Tabasco con Roberto Madrazo, lograba por un escaso margen, ganarle la regencia a Santiago Creel del PAN, y a partir de ahí buscaría ir construyendo su camino para llegar a la presidencia. Fué víctima de un desafuero, de videoescándalos, y finalmente de una campaña agresiva por parte del PAN y del establishment.

¿Hubo fraude en el 2006?

Probablemente lo hubo, pero es algo que tal vez nunca vayamos a saber, o bien, se aclarará con el paso de los años. A mi criterio propio hay motivos por los que puedo pensar que no hubo fraude:

  • La paranoia de López Obrador al ver que iba perdiendo mucho terreno al acercarse las elecciones
  • Hubo observadores internacionales en las elecciones del 2006
  • Los gobiernos de los otros países (con algunas excepciones) aceptaron el resultado donde salía triunfante Felipe Calderón
  • Es mucho más dificil cometer algún fraude electoral de lo que era antes, puesto que las elecciones tienen más candados
  • Los únicos partidos que reclamaron fraude fueron los que hicieron alianza con el PRD en las elecciones.

Pero por otra parte hay razones por las que si se puede pensar en un fraude electoral

  • El Trife no quiso realizar el conteo voto por voto de todas las casillas
  • El establishment estaba haciendo lo posible por que López Obrador no llegara a la presidencia (PAN, PRI, televisoras, algunos empresarios).
  • En el último corte de las encuestadoras, realizado días antes de las elecciones, la mayoría daban el triunfo a López Obrador
  • Por la misma historia no-democrática del país donde los fraudes y las imposiciones eran comunes
  • El IFE tenía menos legitimidad que hace algunos años, con Woldenberg.
  • No creo que a países como Estados Unidos les hubiera convenido tener a un socio comercial con un presidente de izquierda dura.

Por esas razones, yo no me animaría a asegurar si hubo algún fraude o nó. Creo que López Obrador se equivocó al descalificar las instituciones como lo hizo desde antes de las elecciones, pero también el desempeño de las mismas instituciones electorales para determinar el resultado del ganador, fué cuando menos mediocre.

¿López Obrador era un Peligro para México, o más bien es necesario en la vida política de nuestro país?.

Yo creo que ambas afirmaciones son correctas. ¿Por qué era un peligro para México?. Vuelvo a parafrasear a Denisse Dresser: Tenía el diagnóstico correcto, pero las soluciones eran inadecuadas. Es cierto que López Obrador señala a una oligarquía y un grupo de intereses, que efectivamente, existe en el país; pero si hubiera llegado AMLO a la presidencia, su lucha por acabar con ese sistema hubiera sido bastante contraproducente. El sistema que tenemos en México es muy imperfecto e injusto, pero funciona (al menos para que el país no sea un estado fallido), más bien tenemos que hablar de un sistema imperfecto al que hay que corregir y depurar, no al que haya que destrozar para construír uno nuevo (lo cual es muy difícil). He ahí el peligro de López Obrador. El hubiera tratado de acabar con todos «sus adversarios», pero ¿a cambio de que?. El sistema que tenemos tardó años en construírse, y si podemos decir que ha mejorado, si lo comparamos con el sistema autoritario, más bien se debería pensar en seguir el camino de la transición, no en romperla y hacer una revolución.

Pero a la vez López Obrador es necesario en la vida política del país (claro, mientras se mantenga al margen de la presidencia). A pesar de todo hay que agradecerle que haya procurado (con éxito) hacer su movimiento pacíficamente. Lo cual nos dice que al menos por su parte, no hay un riesgo de algún levantamiento violento que pueda poner al país en crisis. Además su presencia hace recordar a los ciudadanos las injusticias que prevalecen en el país. Lo cual provoca que haya más vigilancia en ciertos asuntos de interés nacional (sobre todo en aquellos en los que el PAN y el PRI concuerdan). A falta de una izquierda progresista, sólida y moderada, sería peor no tener nada que un López Obrador que se encargue de vigilar los errores de la derecha.

¿Que sigue?

Mientras no se busque luchar realmente contra los problemas que aquejan al país, López Obrador seguirá existiendo. Como decía, el existe porque lo alimentan la desigualdad, la corrupción y los intereses que existen en el país. Muchos deben de hacer su tarea, pero pocos están dispuestos. Parece que muchos están deseosos de continuar con el establishment, tan es así, que Televisa está promocionando a Enrique Peña Nieto (apadrinado de Salinas) para que gane la presidencia, por lo cual al PRI sería al último partido que se le pudiera pedir hacer algo por cambiar la situación. El PAN, desde su posición de derecha, podría ayudar a mejorar las cosas acabando con todos los vicios que se heredaron del modelo autoritario priísta (monopolios, oligarquías, etc…) y pulir el sistema. Pero tal parece que le ha costado tanto trabajo, que ha tenido que ceder poder al PRI. Por otro lado el PRD debe reconstruirse, y llegar a ser una izquierda moderna, para desde esa posición, buscar mejorar las cosas. Los dos partidos que lucharon por la democracia, PAN y PRD tienen la posibilidad de hacerlo, si no lo hacen, probablemente vendrá hacerlo López Obrador por las malas, y tal vez con no muy buenas consecuencias para el país.