Mala Noche, No!!. Las vibras. Las vibras

Mar 28, 2010

¿Por qué este artículo se llama Mala Noche, No?. El Mala Noche No, es un antro (o disco, o como fregados le quieran llamar) que está de moda en la ciudad de Guadalajara, de hecho hay dos. Una en Patria y otra en la Colonia Chapalita. Este tipo de lugar es famoso porque pasan temas oldies para que aquellos que estamos entre los 25 y los 30 años recordemos nuestras épocas de jóvenes; aunque siendo sinceros, no todo ese tipo de música es de mi gusto, no es como que me guste mucho Emmanuel, o los Hombres G, pero a veces el ambiente te termina hacer cantando aquellos temas famosos de Timbiriche. Claro, con el alcohol arriba todo es posible.

Pero bueno, ya basta de rodeos y vamos a lo que nos truje. Después de estar en el antro (que por cierto fué muy divertido), reflexioné sobre algunas cosas, y es sobre la vibra que te transmiten ciertas personas. Se oye muy esotérico, pero es la forma coloquial de decir lo que transmite cada persona, lo cual está relacionado con su estado de ánimo, con sus creencias, su forma de pensar y otras cosas más. El sentir las «vibras» es como una forma de presentimiento o más bien un mecanismo de defensa para saber como tratar a cierta persona.

Yo andaba indispuesto, andaba de no muy buen humor. Y de pronto un amigo me dice -Oye Cerebro, vamos ir al Mala Noche No, ¿no quieres ir?. Y yo que no me quería amargar en fin de semana me dije ¿Mala noche? no, ni madres (ya parece comercial esto). Y me dispuse a ir. Y ya estando ahí me dedique a estudiar las vibras que transmiten las personas. Empecé por estudiar a mi amigo. Fíjense que el siempre ha sido muy exitoso con las mujeres, de hecho es un referente cuando hablamos con los demás amigos sobre como debemos de salir a ligar féminas. Mi amigo es parecido, pero tampoco es el galán de la fiesta, es flaquillo, de estatura mediana. Pero algo tiene, y es que tiene una muy buena vibra, tanto que al saludarme se me olvidaron todos los problemas, por la forma amistosa y cálida en que el te trata. Y esa misma vibra hacía que las mujeres se fijaran en él y por lo tanto no tenía ningún problema para ligárselas.

En la entrada de este antro, mientras estaba a la espera de que el cadenero me dejara pasar, me ponía a observar a las mujeres, y veía que algunas me atraían y otras no, no tanto por su belleza, sino por la vibra que transmiten. -Esa está guapa pero se ve mamona, o esa no está tan hermosa pero algo tiene, se ve que es linda, me decía a mi mismo. Lo que reflejaba cada persona era diferente y veo con cierta certeza como a veces esto puede ser más poderoso que la belleza.

Recuerdo que hace algunos años me presentaron a una chava, ella no era fea, me había caído bien, pero le veía un pero, había algo que no cuadraba, había algo en su vibra que no estaba bien. La cita terminó siendo un desastre, terminamos todos peleados, y en resumen, me di cuenta que las vibras que ella me transmitía me lo había anticipado. También me sucedió con el jefe de una compañía de reciente creación para la que trabajé. Cuando tuve la entrevista de trabajo antes de que me contratara, veía que el tenía unas impecables dotes de oratoria, tenía poder de convencimiento para vender ideas, pero, otra vez, había algo que no me cuadraba, algo que me transmitía en el inconsciente estaba mal ¿que pasó?. Pues el jefe terminó siendo un fiasco, la empresa quebró, y terminó quemado ante los socios y los accionistas.

Esto de las vibras es importante. Porque a veces aunque queramos aparentar algo que no somos, las vibras nos pueden delatar ante los demás. Nuestro «yo» real sale a relucir y a mostrar nuestras crudas verdades anulando ese «yo» ideal que queremos aparentar frente a los demás. Por eso mismo, antes de querer parecer Juan Camaney, mejor trata de revisar dentro de tí. Porque todos esos miedos ocultos, esos complejos, esos odios y esos defectos se transmiten de alguna forma aunque no quieras.