La diferencia entre el rico mexicano y el rico estadounidense

Dic 7, 2009

Millonarios

¿Por qué los estadounidenses suelen admirar a los empresarios más ricos de ese país, como Rockefeller, Carnegie, o Bill Gates, mientras que los mexicanos solemos criticar a Carlos Slim, a Emilio Azcarraga o Salinas Pliego?. ¿Será envidia?, ¿será nuestra idiosincracia de no dejar avanzar al que destaca sobre los demás?, ¿o tendrá que ver que los ricos mexicanos se comportan de una manera distinta de la que lo hacen los estadounidenses?.

Como había comentado anteriormente. El PRD y el PT, habían dado a conocer un listado que publicó la SHCP, sobre las empresas grandes que no pagan impuestos, y donde curiosamente, la gran mayoría de estas empresas eran mexicanas. Lo que quiere decir que las empresas extranjeras suelen apegarse más a la legalidad que nuestros connacionales. Ahí podría explicarse algún motivo.

Yo creo que la aversión a los ricos por parte del mexicano es dado por diferentes causas, es un juego donde todos colaboran. Y si, es muy cierto que el mexicano suele ver con más envidia que admiración a aquellos que logran destacar y hacerse de un nombre, pero también es cierto que el comportamiento de aquellos que tienen dinero también colabora para que estos no sean bien vistos por un gran sector de la sociedad. Sobre todo cuando ellos no quieren jugar bajo las mismas reglas que todos queremos jugar.

En Estados Unidos el rico se apega a la legalidad. Y es cierto, también hay corrupción o juegos de intereses (como lo vimos con las petroleras en la guerra de Iraq), pero generalmente ellos pagan sus impuestos, y buscan pagar menos en base al marco legal. Apoyarán al candidato que les prometa bajar los impuestos, buscarán pedir al gobierno que ellos paguen menos porque generan puestos de trabajos, invitarán y promocionarán a economistas o pensadores pro libre mercado (como una vez apoyaron a Milton Friedman), pero todo lo harán respetando el marco legal en Estados Unidos. Y si no les parece, mandarán su dinero a las Islas Caiman, o donarán dinero a beneficiencias, como cualquier rico buscarán obtener el mejor rendimiento, pero ellos parecen ser respetuosos del sistema que les exige contribuír.

En cambio el rico mexicano (es una generalización solamente, cabe decir) se las ingenia para no pagar impuestos, contratan contadores lo suficientemente hábiles para la evasión fiscal, utilizan contactos en el gobierno, o presionan a este para mantener sus privilegios. El rico mexicano se pasa por el arco del triunfo el marco legal sobre el que está sentado, porque tiene el suficiente poder para hacer lo que quiera con él. Es más, los mexicanos acá entre nos sabemos que se admira a aquel que logra ingeniárselas para no pagar. Evadir las responsabilidades es un logro que cualquiera quiere imitar.

También la idiosincracia y la brecha de bienestar entre los dos países hace que haya una percepción diferente hacia los ricos. Sobre todo cuando estamos en un país con una desigualdad paupérrima, y donde muchos viven en condiciones ínfimas, los cuales no pueden admirar y aprender a los ricos porque no tienen los recursos ni la capacidad de ser como ellos. También cabe mencionar el paradigma que todavía no se puede romper, donde se creé que «papá gobierno» debe de solucionar todos los problemas de los mexicanos; lo cual hace que muchos odien a los ricos, porque estos pueden ser parte de una «conspiración privatizadora que busque acabar con lo poco que el gobierno todavía puede regalar».

Para que haya una aceptación hacia los ricos, tendrían que pasar dos cosas. Que el mexicano común acepte el papel del rico como generador de empleos y de riqueza en el país. Y que por su parte el rico respete el marco legal y se dedique exclusivamente a lo que debe de dedicarse, a generar riqueza, y no a evadir impuestos y a poner trabas a la libre competencia.

En el video que muestro a continuación, Denisse Dresser explica muy bien esta diferencia de los ricos, con Carlos Slim y Bill Gates: