Cronica de la enajenación nacional

Ago 13, 2009

Una conversación entre dos amigos, una hora antes del partido México vs Estados Unidos.

Alfredo:

-¿Que onda caón?. Oye, todos los compas nos vamos a juntar en el Bar Amígdala para ver el partido contra Estados Unidos. Ahora sí les vamos a poner en la madre a esos gueyes.

Paco:

-¿Qué, te dieron permiso en tu trabajo?. Porque pues yo no puedo ir, que yo sepa no hay ninguna ley donde obliguen a las empresas dar permisos a los empleados para ver partidos de futbol. Voy a ver con mi jefe si podemos ponerlo por radio, pero ahorita tenemos mucho trabajo como para desconcentrarnos.

Alfredo:

No mames guey. Uuuy si, que trabajador. No nos dieron permiso, vamos a inventar que fuimos con un cliente y ya. Y la verdad vale la pena. Es nuestro país el que está en juego, ¿que tu no quieres a tu país como para irlo a apoyar?. Ahora sí nos la deben los gabachos, su pinche muro, tratan mal a nuestros inmigrantes, somos su patio trasero, nos tenemos que vengar.

Paco:

Wooow, que patriótico me saliste cabrón. Como si a los gringos les importara. ¿Tu creés que ellos se van a salir de trabajar para ver un pinche partidito?. Además ellos sacan adelante a su país chambeando, no poniéndose hasta atrás y mentando madres. A ver si no se dan cuenta de que te la estás pinteando para ver al «Tri de mi corazón», no mames.

Alfredo:

No manches, no apoyas a tu país. Es mas, trabajas en una transnacional, uuy haces mucho por tu país, si todo eso que produces se va para el gabacho. Yo si quiero a mi país, y voy a dar el grito todos los años porque quiero a mi México.

Paco:

A ver, ¿por qué el grito de independencia se dá en la noche del 15 de noviembre y no el mismo 16?.

Alfredo:

Uuuuy, no necesito saber los detalles técnicos para demostrar que amo a mi país. A mi que me importa la estatura de Agustín Iturralde, o Iturbide o como se llame. Ya me voy, te dejo en tu «trabajito», pinche yanqui.

Dos horas y media después, Miguel Sabah marca el 2-1 que pone a favor a la Selección Nacional. Alfredo le habla a Paco en no muy buenas condiciones para festejar el gol.

Alfredo:

Gooooooooooool, a guevo, a guevo, pinches gabachos, no mames, les ganamos. Te lo perdiste Paco, Juárez se fué por la banda,  se la pasa a Sabah, y tómala, el Howard la vió pasar. Hubieras visto la cara del «pinchi» Dónovan. A guevo, que bueno que ganó mi Méexico. Oye, espera, me está entrando una llamada.

Bueno, (habla con una voz muy nerviosa y se le notan las cervezas encima). ¿Es usté jefecito?.

Jefe de Alfredo:

¿Por qué está usted tomado en horas de trabajo?. No me diga que se fue a ver el partido ese. ¿Que me responde?.

Alfredo:

Noo, hic. Es que me llevé al cliente con el que iba a ir por unas cervezas, hic. Es que quería ver el partido, porque pues dice que ama a México. Y pues hic, de esa forma pues era este mas fácil de convencer de que comprara nuestro producto.

Jefe de Alfredo:

Mentiras, el cliente acaba de hablar muy enojado que no llegó a verlo. Venga por sus cosas, y búsquese otra forma de amar a su país. Está despedido.